BANNER

La Feria de San Marcos: Su Origen, su primera sede


Hace 192 Años Surgió Esta Fiesta



Murales de Palacio de Gobierno


Antes de Cumplir 10 Años, fue suspendida


"Nuestro cielo es cementerio de las flores del jardín" 

"San Marcos. Reposorio vesperal de los pensadores comarcanos y refugio de idilios" 

-¿Y el alma de las rosas, jardinero, a donde va? -A donde van todas las cosas bellas...

'Suave Patria': ¡Mágica estrofa que es un Himno y una Aurora!

La angustia cristiana de ver que a su puerta dialogan en plata la sota y el rey. 

Verbena de abril... la infancia remota y el gozo lejano…

 La madre devota que nos persignaba con su blanca mano antes de soltarnos…

El cuello de lino y el traje de estreno en el torbellino fugaz del jardín...".


Matías Lozano Díaz de León 


Mucho se ha escrito - pero no todo, de la Feria de San Marcos; de su origen, de su desarrollo: lo mismo en el aspecto histórico que en el poético, y sobre todo de este último. Ahora, ya que no pudimos disfrutarla, recordemos al menos su origen.

Siempre habrá de qué hablar - y mucho – de la Feria, y siempre debe hacerse, supongo, para que las nuevas generaciones no crezcan ignorando sus raíces, sus antecedentes, porque en la medida en que conozcan lo que ha sido la Feria de San Marcos , y cómo se ha transformado, le tendrán mayor aprecio y ayudarán a que prevalezca; evitarán que otra vez desaparezca, como ya ocurrió una vez. 

Para muchos, no hay duda, la Feria de San Marcos no será más que la oportunidad de emborracharse; para otros, un relax en el continuo trabajo, mientras que para otros, la ocasión para descubrir qué tanta suerte tienen, y no para pocos es la fecha anual en que podrán buscar “desbancar" a la ruleta, sueño acariciado por muchos, siempre, y alcanzado por pocos, muy pocos. 

Pero la Feria es mucho más que eso; la Feria es lo que cada uno quiera que sea y... ha de ser buena. cuando ha durado tantos años. 

 De la Feria Nacional de San Marcos se han ocupado mucho los poetas, pero poco los historiadores, refiere Jesús Gómez Serrano en su libro •Mercaderes, Artesanos y Toreros, la Feria de Aguascalientes en el Siglo XIX" , pero quizá tengan más que decir, o al menos de mejor modo, los poetas. 

EL ORIGEN DE LA FERIA 

La primera Feria, que fue de índole mercantil, se llevó a cabo en 1828, previa autorización, dada el año anterior, a la ciudad de Aguascalientes, ante las insistentes demandas del Ayuntamiento, por la legislatura zacatecana. De acuerdo con el permiso. la fiesta sería del 5 al 20 de noviembre, y la obtención de la licencia entusiasmó tanto a las autoridades locales, que se dieron a la tarea de construir un Parián, “a fin de que haya las tiendas necesarias para los comerciantes que concurran de fuera". 

Para el efecto, el lugar que se escogió fue una plazuela frente al templo de San Diego; don Anastacio Terán, acaudalado comerciante prestó los primeros 8 mil pesos para la edificación, pero no seria suficiente, de ahí que se recurriría a otros hombres ricos del lugar, para financiar la obra; todavía en abril de 1830, se obtuvo de cuatro comerciantes extranjeros un préstamo de 1500 pesos para invertirlos en la conclusión de la obra. 


Para antes de que diera inicio la tercera edición de la feria de Aguascalientes, ya estaban terminados los cuatro portales del Parián y ocupadas sus cerca de 60 tiendas, pero además estaban muy avanzados los trabajos de construcción de los portales interiores. El portal con vista al sur recibió el nombre de Allende (como se llama ahora esa calle): el que miraba al oriente, el de Morelos (como hasta la fecha ); el que miraba al norte se llamaba Aldama y el del poniente, Hidalgo, de lo que resulta que el nombre de estos dos últimos, ha variado. 


En julio de 1837. el Ayuntamiento de Aguascalientes sugirió a la Junta Departamental suspender los festejos, que ya eran tradicionales luego de casi una década de realizarse año con año, "con el fin de evitar la suma inmoralidad y fatales consecuencias que se siguen de su continuación"·

Ese año de la sugerencia,1937, ya no hubo feria; pero cuatro años después, las mismas autoridades que se habían encargado de resaltar lo negativo de la verbena, gestionaron su restablecimiento. 

El Gobernador del entonces Departamento que era Aguascalientes, apoyó las gestiones ante el Ministro del Interior, al que daba a conocer además el acuerdo de cambiar la fecha; ya no sería el 5 al 20, sino sólo del 11 al 20 de noviembre, y en 1840 hubo Feria otra vez. 

El Parián siguió siendo sede de la Feria hasta 1851 en que se acordó trasladarla al Jardín de San Marcos, cuya balaustrada había sido construida recientemente. Además se dispuso que ya no fuera en noviembre, sino en abril, cuando el jardín tenía su mejor aspecto y se celebraban las fiestas del santo patrono. 

"Estos cambios, por lo demás, revelan que la feria perdía poco a poco su originario carácter mercantil y que, en cambio, los ingredientes lúdicos adquirían una relevancia creciente", apunta Gómez Serrano en su obra. 

En 1872 entró en vigor un "Reglamento de vivanderos" que regía la asignación de lugares y su respectivo cobro, pero también había normas para las "diversiones públicas", en el que, por ejemplo, se prohibía la participación de mujeres en la lidia de toros. 

LA FERIA DE SAN MARCOS Y LOS POETAS 

De lo que se ha escrito acerca de la Feria de San Marcos es la siguiente recopilación: 
"Wilson el intrépido, Sabino Escarreola, causan el azoro en los ojos párvulos con sus incipientes pruebas de aerostasia... ¡Cabeza parlante! ¡Arañita humana! - espejos y luces en trance de truco - ¡Qué azoro han dejado! .. Abril veinticinco. Plaza del 'Buen Gusto'. El tiempo diluye la vida fugaz... Bernardo Gaviño con Lino Zamora. Ponciano... Bombita... Don Luis Mazzantini... Potoco... Ecijano.. . Gallito, tal vez. Rodolfo Rodarle... ¡Qué sé yo! Después... Coso de San Marcos: Rodolfo Gaona con Sánchez Mejías... Joselito Flores.. . Taurofilia en brete: ¡Ora, don Panciano¡ Miguel Rul sonríe maliciosamente, levantando un coso en cuarenta días, porque al empresario de la vieja plaza, don Carlos González, ante sus crecientes pretensiones vanas. pasmado ha dejado. ¿Que vendrá el Potoco, o bien Juan Jiménez, alias Ecijano? ... Feria de San Marcos,  Feria de la vida ... Tumulto de gentes; cornetas… tambores… Novecientos cinco… abril 24…    Un apuesto joven pasa en bicicleta... ¡Hurra/ ¡Esto se llama civilización/ una pobre vieja que sale de misa, pasmada se queda, pasmada de horror; vuelve a entrar al templo toda temerosa; se santigua, presa de intenso temblor, pues jura y perjura vio pasar al diablo, montado en las hebras ¡de una telaraña! Y el curioso infundio causó aquel terror. 

"Novecientos nueve.. incipientes pruebas de electroterapia... Audaz merolico que explota el candor, de ingenuo concurso que cae en las redes y fácil seduce taimado pregón: “toques pa´ los nervios… los toques eléctricos… Y
asido a los tubos del alternador, se tuerce el paciente y hace horribles muecas, gesticula en forma
grotesca -¡qué horror!- según van moviendo el regulador... Hoy todo ha
cambiado, es en fin, el dolor de ser viejo,· es el joven abril, es el príncipe; la Feria para Aguascalientes; la Feria, romance de amor para algunos; para otros recuerdo... (Prof. Alejandro Topete del Valle, 'Feria de San Marcos: Estampas y recuerdos, 1970). 


Antonio Acevedo Escobedo reunió en su libro "Letras sobre Aguascalientes", expresiones diversas acerca de la Feria de san Marcos, y de él son estas letras: ¡El Jardín de San Marcos! ¿Cómo describirlo sin el testimonio eficaz de la rosa, del agua y de las nobles canteras de su balaustrada romántica?¿ Allí se está, secular, impasible ante el empuje de los tiempos, con sus añosos y verdes vigilantes, que soportan día a día, en su corteza complaciente, la letra y la cifra que les imprime una pareja - y otra, y otra-, ganada por la dulce predestinación: Consuelo y Rodrigo; Piedad y Alejandro; Pura y Edmundo. Y un signo de minúscula eternidad". 


Roberto Cabral del Hoyo: "En el jardín de San Marcos la vieja luna romántica, ¡tan buena amiga de todos aquellos que sueñan y aman¡, dibujó sobre la arena nuestras sombras enlazadas. Y era su voz un arrullo y un abismo su mirada... ¡Lluvia de perlas y azahares en mí adolescencia cándida! Mujeres de Aguascalientes, bellas. amantes y castas. este romance ha de ser trasunto de vuestras gracias". 


Guillermo Castillo "Júbilo":-... Un jardín bello de verdad, con grandes y numerosos
árboles, pletórico de flores: rosas, laureles. Las cantinas fueron instaladas sobre templetes, y esta medida fue hecha para defensa de los prados, inesperadamente contribuyendo a hacer más pintoresco el lugar... Son tantas las muchachas lindas de Aguascalientes que, de volver sin reposo la cara para admirarlas, se me desarrolló el cuelo Y tuve necesidad de usar camisas de un número mayor al habitualmente usado". (Publicado en El Universal Gráfico, México, D.F., mayo 3 de 1941 ). 


Eduardo J. Correa.'Vino con su clamor de pandereta la Feria, y el jardín se puso triste; se nubló con el llanto el amatiste límpido de las púdicas violetas. Hubo en los nidos lágrimas secretas ante la furia del dolor que embiste, y soñaron en jaula y en alpiste sus vagabundos pájaros poetas. Calló el regato, enmudeció la brisa, en pesadumbres el rosal se arroba y el cristal de la fuente no se irisa. ¡Cuánto, jardín, tu pena reverencio, porque es ladrón la Feria, que te roba la augusta majestad de tu silencio"!  "... En el sosiego azul de la mañana, en el jardín en fiesta de luz, de aves, de sedas y de rosas, en el kiosco la orquesta lentamente desgrana el dulce vals de Juventino Rosas... Jardín, visión de ensueño y de placeres con tus cinco fontanas rumorosas, con los suaves perfumes de tus r osas, con la gloria sin par de las mujeres que a tus flores humillan por hermosas y en teoría ambulan por tus viales". (Viñetas de Termápolis). 

Ezequiel A. Chávez:"... Hija de la primavera, de los árboles y de las flores, simplemente  es gala y ornato de ellos cada año la fiesta… Los árboles, los siempre constantemente mente acogedores árboles para todos tienen palabras de concierto y de paz, no por todos, empero, escuchadas.  Óyenlas quienes a su sombra sienten que la vida dura para ellos, sus rigores ablanda; que es la amistad el don supremo que es dado tener a los hombres; que por la amistad reviven se reconfortan y vuelven a tener fe y confianza... ¿Es porque Aguascalientes tiene aquel jardín por lo que es tierra de amistad y que perdura y que de padres a hijos trasmitida, resiste a las lejanías y a los silencios de las ausencias y a la muerte de los que bien se quieren? ¿Es más bien lo que causa el hechizo de las buenas voluntades que allá llegan a olvidar los agravios y que olvidándolos los perdonan, aquel cielo milagrosamente diáfano al que sólo he visto que se asemejan los claros cielos del Loira en las tierras del poniente de Francia? 

José F. Elizondo:"Recuerdo que tenia cuatro puertas nuestro jardín y-que estaban abiertas de las seis a las seis de cada día...  Cuando  yo era muchacho me gustaba saltar l
a balaustrada , y la saltaba poco después del toque de oración para entrar al jardín como un ladrón; mas no para robar ni una violeta, sino para sentirme algo poeta. Me sorprendió una noche el jardinero; le conté con lealtad de caballero cuál era mi intención de literato y nos pusimos a charlar un rato. ¡Oh, sorpresas que el alma nos espeta! El jardinero... ¡resultó poeta! -¿Sabes - me preguntó - entre otras cosas de qué mueren las flores y las rosas? - No lo sé - respondí. - Pues oye atento y no lo vayas a tomar a cuento: el lirio, por ejemplo, cuando infiere que es flor de fango, de tristeza muere; y es delirio del lirio en el estanque, embellecer la mano que lo arranque. La rosa roja que en la rama asoma, muere de una congestión de aroma. El clavel, de ansiedad. La crisantema, agoniza en el opio que la quema. La violeta, sin sol, de silicosis y el junco muere de tuberculosis... -¿Y el alma de las rosas, jardinero, a donde va? Y señaló un lucero: -A donde van todas las cosas bellas... a ser átomo en luz de las estrellas. -Pero... ¿todas? - Si, todas. Es su fin... ¡Ah, pero nada más de este jardín. Y esa noche en San Marcos, primavera para mis ansias líricas sin fin, pude saber que nuestro cielo era cementerio de flores del jardín"



  Enrique Fernández Ledezma: "El Jardín de San Marcos. Un parque con tradiciones y leyendas... Fue hermoso, hace años, con su balaustrada de cantería de gusto neoclásico y sus nobles pórticos en testeros laterales. Fue hermoso con sus árboles selváticos, sus floripondios, su maraña y espesura de arbustos y zacates; sus pérgolas elementales, de vara de membrillo, por donde se precipitaban las madreselvas en flor: sus aguacates, sus moreras y sus plátanos. Fue hermoso, sobre todo, por sus proporciones de corte alongado y por su gracia antigua... Hoy, con los suspiros de Pedro de Alba y José Arteaga, han caído sobre él manos indoctas y lo han obligado a ser 'rastacuero'. Porque la ingenua solicitud de un municipio candoroso destruyó su armonía cercenándole los ángulos y abriendo, en pancoupé, cuatro entradas. 
Cuatro nuevas entradas que pueden ser muy convenientes para el desahogo del tránsito, pero que han lastimado, con pujos de innovaciones 'angelinas', la nobleza ornamental del conjunto. 

"San Marcos. Reposorio vesperal de los pensadores comarcanos y refugio de idilios. Por tus calles, entre dialécticas y ensueños, discurrieron anhelando mundos metafísicos Jesús Contreras, Ezequiel A. Chávez, Eduardo Correa, y quizá Alberto Pani... Y una generación después Amando J . Alba, Saturnino Herrán, López Velarde, Pedro de Alba, Manuel M. Ponce, Fernández Ledezma... ¿Qué quedara hoy de aquellos árboles copudos, enhiestos, que parecían tocar las nubes con sus últimas hojas? ¿Qué quedará de los senderos filosóficos, de los banquillos confidenciales y de los troncos - fechas de amor y versos de Bilitis - inscritos a punta de navaja'? (1919). 


Salvador Gallardo Dávalos:... "¡Oh, Feria de San Marcos, un sutil aroma de leyenda del Oriente hay en tu renacer siempre gentil! ... Verbena popular, la más preclara de las típicas Ferias del Bajío, en que luce su garbo y atavío la Provincia feliz del alma clara ... Al prenderte la tarde con sus oros hay en tus frondas invisibles coros y, en la 'fuente de Herrán', ledos cantares y, al bañarte la luna con su plata, entona 'La Estrellita' su sonata en loor de tus genios tutelares. Ramón López Velarde, mago nauta alucinado, que en pueril barquilla de Simbad nos brindaste la sencilla Provincia, cual ofrenda grata Y cauta. Tu verso sin retórica ni pauta - azoro de academias, maravilla de manos alfareras; que de arcilla burda lograron argentina flauta - tejió lustral laurel para la trágica corona de la 'Suave Patria': ¡Mágica estrofa que es un Himno y una Aurora! (1938). . 



Edmundo Gámes Orozco:... "Pregones de feria; la ciudad galana florece en sus ecos, dulce y puebleril... la voz provinciana, los cielos de añil, el parque frondoso que sabe el idioma que desgrana cada coloquio amoroso, las rosas que mueren de una insospechada congestión de aroma: la fuente callada, la triste campana -lengua de la iglesia - que canta a la grey sumisa y pacata la angustia cristiana de ver que a su puerta dialogan en plata la sota y el rey. Verbena de abril... la infancia remota y el gozo lejano: la madre devota que nos persignaba con su blanca mano antes de soltarnos - el cuello de lino y el traje de estreno - en el torbellino fugaz del jardín...". 



Margarita Noriega de del Valle: ... "Principiaban los festejos a las siete, con las clásicas 'mañanitas', e iban las muchachas más distinguidas de la sociedad, ataviadas con frescos y vaporosos trajes de linón, gasa o telas transparentes, portando con garbo el clásico rebozo, y en grupos bullangueros paseaban escuchando la música de moda, dulce y romántica: valses, danzas y canciones que hacían sus delicias. Ya entrada la mañana regresaban a sus hogares dejando tras de si una estela de alegría y juventud... 


Abundaban las vendimias de refrescos, dulces , fruta de horno , típicos cuepones, sabrosísimos -vol -au- vent- rellenos de cocada (que nunca he vuelto a saborear) y pastelillos de olla , que eran de hojaldre en forma de cono hueco, revolcados en azúcar y rellenos de picadillo o crema. Las muchachas daban vueltas en un sentido y los jóvenes en el contario, así los jóvenes tenían oportunidad de verse dos veces en cada vuelta, pero aquello resultaba emocionante, pues como no se usaba que salieran juntos, ni se vieran diariamente,  las miraditas eran otra forma de demostrarse su cariño. A veces se atrevían ellos a deslizar en la mano de la amada una flor, que luego aparecía prendida en el hombro, o una cartita, que ella escondía avaramente hasta poder leerla en el retiro de la alcoba". (De Mexicanerías, Costumbres y recuerdos, México, Editorial Jus, 1959, [Edición privada.] 

Agustín Yáñez:"Aguascalientes , nuestra noble ciudad, es una de las patrias del espíritu mexicano... En el almo coro de las ciudades mexicanas, si Veracruz es heroico, Puebla lo arquitectónico, Oaxaca la danza, Morelia la meditación, Guadalajara la grandeza, Guanajuato el estilo, San Luis el humanismo, Querétaro la fortaleza, Monterrey el tesón, Aguascalientes representa la riqueza emocional y el fervor exquisito: la fuente franca donde la República bebe la pureza del genuino criollismo, hecho estilo de vida: costumbres, orden familiar, sistemas de trabajo, economía del tiempo, exaltación y recogimiento. Por esta maestría en el 'orden del corazón', por esta influencia que labra el carácter nacional, por esta fuerza sensible en la marcha pública, por este destino manifiesto, Aguascalientes es una de las patrias del espíritu mexicano. Y si sobre las otras forma de vida, es el arte la expresión superior del sentimiento, si el arte sublima toda forma de realidad, la preeminencia de Aguascalientes como donadora de singulares artistas es reconocida unánimemente... Aguascalientes es patria de mi espíritu; como en el verso de López Velarde, Aguascalientes me tiene comprado en cuerpo y alma". (Fragmento de un discurso en los Juegos Florales 1945) 



Publicar un comentario

0 Comentarios