En el uso del azúcar de caña había
una triple “falta”: el dulce era subsidiado
y se incurría en evasión fiscal
*Un comerciante que "dejó los negocios por la política"
era el principal acaparador de azúcar ¡subsidiada!
*Si el azúcar es de remolacha, no hay forma de descubrirlo
*De 36 “vinícolas”, sólo 5 tenían equipo de molienda
Por Matías Lozano Díaz de León
www.cortandoporlozano.com
cortandoporlozano @gmail.com
Facebook: Cortando por Lozano
Cuando Carlos Delgado vino por primera vez a Aguascalientes, lo hizo a la Compañía Vinícola de Aguascalientes, y Eduardo de la Cerda estaba involucrado en ese sistema, para detectar si realmente el vino era de uva o era de caña de azúcar, y las pruebas se hacían por medio del Carbono 14.
Una vez más, David Venció a Goliat
"Cuando nosotros, productores de aguardiente de uva -interviene Eduardo de la Cerda-, empezamos a tener problemas para comercializar nuestro aguardiente, porque todos nos ponían peros , sabiendo de antemano que la mayoría de los grandes productores de brandy utilizaban azúcar de caña para fermentar y hacer sus aguardientes, buscamos el modo de hacer una prueba analítica que nos permitiese definir las proporciones entre caña y uva, contenidas en una botella de brandy.
Continuando sus investigaciones, quienes fabricaban aguardiente de uva encontraron que en Estados Unidos y en Canadá, se hacía una prueba de relaciones isotópicas para ver los fraudes que se hacen con la miel de maple, al utilizar fructuosa o glucosa. "Esa prueba -continuó Eduardo de la Cerda-, nos pareció que pudiera ser la viable y hallamos que en la Universidad de Austin, Texas, es donde se hacen estas pruebas. Se citó con carácter de urgente, por parte de la Asociación Nacional de Vitivinicultores, que por cierto era una asociación chafaldrana, que siempre fue manejada por Domecq: no se si todavía exista, pero siempre ha sido gente de Domecq; y casi todos los enólogos de toda la república mexicana que estaban relacionados con la producción de brandy, hicieron muestras notariadas, selladas, y llevamos muestras y fuimos todos en tropel a Austin: fue gente de Domecq, de Vergel, de Madero , pero de Vinícola Aguascalientes, nadie fue. Y la sorpresa fue, que se vio la relación, el porcentaje de azúcar de caña que tenían esos aguardientes.
Con nosotros fue un químico de la Facultad de Física de la UNAM, en esa época era difícil tener equipo analítico de esta naturaleza, sobre todo para hacer análisis de espectrometría de masas, y él entendió perfectamente bien el protocolo y como se hacía, y fue como se empezó a trabajar para establecer la Norma Oficial Mexicana, de tal suerte que, en lo sucesivo, todo lote de brandy debía pasar por esa norma, para lo cual teníamos qué mandar las muestras al Instituto de Física de la UNAM, para que esa persona, que nos cobraba carísimo, incluso en dólares, hiciera la prueba y nos diera la certificación de que la relación isotópica era estandarizada para uva, y que no había mezclas; solamente de ese modo podíamos tener acceso a envasar brandy. En esa época inclusive, Domecq sacó un brandy que se llamó Decano, en el cual echó todos su excedentes de azúcar de caña.
“Desgraciadamente, rápido evolucionó esto, inclusive ya nosotros teníamos pruebas de cómo se hacia el brandy en Europa y el mismo Coñac. Allá utilizan el aguardiente de remolacha, porque resulta que la remolacha y la uva, son del mismo grupo químico, de tal suerte que la relación isotópica sale igual. Y si hacen vinos con aguardiente de remolacha, es como si lo hicieran de uva. Así lo hacen en Europa y aquí".
RPP.- Es mas barato, por supuesto.
El ingeniero químico Carlos Delgado Mendoza, cuya intervención y participación en la suerte de la vitivinicultura en Aguascalientes ya referimos anteriormente, recuerda que, luego del desplome de la vitivinicultura en México, se comenzó a importar mucho aguardiente, "dizque de uva, que era, o es en realidad de remolacha".
Entonces - continúa el ingeniero Delgado Mendoza-, al no haber ya interés por la vitivinicultura en México, la norma ahí quedó, y si en este momento alguna dependencia manda hacer una prueba, por medio de ese sistema de Carbono 14, le va a salir igual. “Es decir, no van a poder establecer si se usó uva o remolacha, porque son absolutamente iguales los resultados, inclusive la gran mayoría de los brandis españoles se parecen en el sabor, y no son muy buenos”.
“En Aguascalientes -interviene el doctor Eduardo de la Cerda-, existieron casi 36 vinícolas, de las cuales cuando mucho 5, tenían el equipamiento necesario para la molienda de la uva. Todas las demás se concretaban a tener tanques de acero inoxidable y tanques mezcladores, inclusive hay personas que son súper expertas en esto, una de ellos es Julio Lara, quien además estuvo metido en ciertos aspectos de inspección por parte de la Secretaría de Hacienda: otra, es don David Alonso; en vinícola San Marcos estuvo el ingeniero Lira, que en paz descanse. Conocía perfectamente la fórmula del San Marcos. Un hombre extraordinario.
“Aquí ha habido personas muy honestas . Yo creo que una de las más honestas es el ingeniero Ríos Leal, quien todavía tiene su vinícola, pequeña, y que con mucho sacrificio hace las cosas. ¡Mis respetos para este señor! El conoce perfectamente bien toda esta situación, es de la gente más enterada. Su vinícola se llama La Bordalesa, se encuentra enfrente de la vinícola Aguascalientes”.
“Concuerdo con Lalo -decía el ingeniero Delgado Mendoza; desde que yo estaba en SECOFI en México, en el área de bebidas alcohólicas, era sabido que el ingeniero Ríos era de las pocas personas que se preocupaban por hacer las cosas como marcaba la norma, es más: ahorita, el único brandy de Aguascalientes es el de él.
-Los vinos blancos que elabora Ríos Leal son, también, de muy buena calidad , afirmaba Eduardo de la Cerda quien, sin embargo, no reconocía el mismo grado de honestidad a todos quienes hacían vinos en aquellos tiempos.
"Si te digo que había 36 vinícolas, que todas tenían tanques de acero inoxidable, se dio por las circunstancias del mercado, pero prácticamente todos los mostos o el vino se fermentaba generalmente utilizando el hollejo (piel) u orujo (bagazo) de la uva, y sobre estos se fermentaba el azúcar.
En el uso del azúcar de caña había un
triple “delito”: El dulce era subsidiado
Las mezclas hidroazucaradas se hacían de azúcar subsidiada, Y eso fue lo que dio lugar a una campaña muy grande de Hacienda en los primeros años de la década de los 80s, en que llegó a esta ciudad una gran cantidad de inspectores de Auditoría Fiscal Federal, que se metieron a todos lados. Eso significó el cierre completo de muchas vinícolas, porque se comprobó que realmente aquí se utilizaba azúcar, que además era subsidiada, para hacer vinos; azúcar que la industria vinícola no tenia autorización para comprar”. (Cabe recordar que un importante comerciante de la entidad, que con el paso de los años llegaría a la gubernatura del Estado, estuvo involucrado en el acaparamiento de grandes cantidades de azúcar subsidiada, que vendía a los productores de vino).
Aguascalientes no es Zona vitícola: Ni fue
el Emporio Vitivinícola que Suponíamos
"El único producto que podíamos utilizar, para hacer correcciones en los grados del vino, era el azúcar mascabado, pero era una proporción muy pequeña, sin embargo - muchas personas aquí en Aguascalientes se enriquecieron utilizando el azúcar subsidiada como sustituto de uva, entre ellos, yo", reconocía el profesionista-. "No me da pena decirlo, era el común denominador. Nosotros fuimos de los principales productores, producíamos mosto fermentado y después aguardiente, para Domecq y Vergel, que eran los principales compradores. En esa época Domecq vendía 2 o 3 millones de cajas al año. Vergel fue el primero: y vendió un montonal de cajas pero, insisto, era el común
denominador aquí, y la vitivinicultura en
Aguascalientes era incipiente, se utilizaban variedades que no eran las adecuadas, porque eran parras que tenían hasta dos ó tres brotaciones al año, eran
variedades buenas para hacer concentrado de uva, como es la "Salvador", pero
no para hacer aguardiente, y mucho
menos para mesa.
“Las mejores uvas de
mesa que había eran la "Cardenal", la
uva blanca Thompson sin semilla... había muy pocas variedades pero, además,
el clima y la región de Aguascalientes no
son adecuadas para la producción de
uva, excepto una parte muy pequeña al norte del Estado, que es la parte colindante con Zacatecas, por eso muchas personas de Aguascalientes pusieron viñedos en el Estado vecino, porque el clima sí es idóneo: semidesértico, para que pueda tener muy buena calidad de uva; yo tengo registros de los últimos diez años de los máximos y mínimos de temperatura, llegamos a tener disminución de temperaturas abajo de 17 grados bajo cero en alguna ocasión, y aquí en Aguascalientes, después de la apertura tan grande a las importaciones que se dio con Miguel de la Madrid, se vino al traste la vitivinicultura, porque todos los grandes productores de brandy ya no quisieron aumentar el precio y dejaron de comprar el aguardiente de uva, querían puro aguardiente mezclado, o aguardiente de caña, y sobre todo porque empezaron a introducir mucho aguardiente supuestamente de mosto (uva), procedente de Argentina, pues era falaz, eran mezclas hidroalcohólicas, con alcohol fundamentalmente de remolacha.
RPP.- Entonces, Aguascalientes nunca fue el emporio vitivinícola que se nos hizo creer? Preguntamos a Eduardo de la Cerda .
“Sí existió, es un hecho que existió, pero fue muy mal planeado, porque no se pusieron las variedades adecuadas para el clima y, además la superficie plantada que se dice que hubo, de 30 mil o 35 mil hectáreas, nunca existió, cuando mucho, y yéndonos muy alto, habrá sido de entre tres mil y cinco mil hectáreas. No necesitaban más, todo lo demás era facturas “de papel”, que era lo único que se requería para Hacienda y para la Secretaría de Comercio: que hubiera el comprobante de que habían comprado uva. Se compraban las facturas “de papel”, no se compraba la uva, y se compraba el azúcar para hacer el aguardiente o el mosto, fermentado de azúcar de caña. (Continuaremos)...
0 Comentarios