Muy buenos días mi querida familia.
En este tercer domingo del tiempo ordinario ciclo A. Las lecturas nos presentan dos grandes temas: En primer lugar, la luz como símbolo de lo que significa el don de la fe en la vida de los individuos y las comunidades; en segundo lugar, el llamado que Jesús hace a dos parejas de hermanos, que eran pescadores, para que se vinculen al proyecto apostólico que está comenzando.
El mundo sin Dios es sinónimo de tinieblas; por el contrario, el don de la fe llena de luz la existencia humana, y nos ofrece una respuesta coherente y satisfactoria a las grandes preguntas de la existencia. El profeta Isaías lo expresa con elocuencia en la primera lectura: El don de la fe ilumina el camino: “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras, una luz resplandeció”.
o La presencia de Dios es causa de alegría: “Engrandeciste a tu pueblo e hiciste grande su alegría. Se gozan en tu presencia como gozan al cosechar”
o La fe es una fuerza liberadora: “Tu quebrantaste su pesado yugo, la barra que oprimía sus hombros”.
Sin Dios, los seres humanos somos absolutamente vulnerables y frágiles; por el contrario, el don de la fe nos da fuerzas para afrontar los obstáculos de la vida, porque sabemos que Dios no nos abandona a nuestra suerte. Por eso el salmista expresa su petición: “Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida”.
En el segundo tema. Vemos en generosidad de la respuesta de estos sencillos pescadores un motivo de reflexión para los que nos proclamamos seguidores de Jesús. Continuamente, el Señor nos muestra el camino, nos invita a seguirlo; y esto lo hace de muchas maneras: en la meditación de la Palabra de Dios, o en las conversaciones que sostenemos con las personas que nos rodean. Tenemos que reconocer que somos muy lentos y reticentes en dar respuesta a estos llamados del Señor. Rechazamos todo aquello que implique algún sacrificio y que cambie nuestro estilo de vida.
Que el Señor ilumine nuestra vida para que con una respuesta pronto y alegre seamos esa luz que el mundo y la iglesia hoy necesitan en medio de tantas tristes noticias y desesperanzas que vive el hombre de hoy.
Buona domenica dell Signore. Dio con noi.
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