Los totonacas de Tajín, de Papantla, Veracruz, son acróbatas de altos vuelos. En Aguascalientes usan uno de los palos (postes) de mayor altura -40 metros- en todo el país y lo hacen sin ninguna protección, atenidos a que cuidan de ellos Tláloc, el dios de la lluvia, origen de este ceremonial, y San Miguel Arcángel.
Por eso, antes de cada ascenso danzan alrededor del poste el “Son del Perdón” –dos vueltas en sentido contrario a las manecillas del reloj y dos a la inversa, mientras el caporal o sacerdote marca el ritmo con su flauta y su diminuto tambor.
El poste se plantó sobre un gallo negro, siete blanquillos, unas flores blancas y aguardiente y tabaco, para que cuide a los voladores./
Pedro García, el que estuvo en aquella ceremonia, tiene una plaza en España./
Un niño de 12 años es caporal o sacerdote, baila de pie sin protección alguna
en lo alto del poste./
Esto empezó con puros varones, pero ya, uno que otro
grupo trae mujeres”./
En Aguascalientes
se tiene el poste más alto que se puede utilizar./ En el extranjero se les
reconoce más el valor del espectáculo./
Evidentemente el poste significa algo especial para
los Voladores de Papantla.
“Así es. Porque el poste, cuando la primera vez lo plantas,
hay que enterrar un gallo negro, siete blanquillos, unas flores blancas y
aguardiente y tabaco, es la ofrenda al poste para que no pase nada, para que se
alimente el poste, es la creencia que nosotros traemos, y una vez hecha la
ceremonia, nos subimos y no pasa nada”, refiere nuestro entrevistado, Rogelio
Jiménez.
Este ritual se hizo en Aguascalientes cuando se colocó el
poste actual, de metal, en la explanada de San Marcos.
De los Voladores que vinieron esta Feria, ninguno estuvo en
la ceremonia aquella, cuya fecha no pudimos recordar ni averiguar, pero al
parecer ocurrió en el gobierno de Rodolfo Landeros.
“El que lo plantó fue uno de los nuestros (de su grupo), un
tío mío, Pedro García Sánchez, horita anda en España, allá tiene una plaza, en
un parque que se llama Terranatura; se va nueve meses y a veces descansa dos o
tres meses y se va otra vez; se va cambiando la gente, una temporada unos y
otra temporada otros”.
La permanencia de voladores e incluso de caporales o
sacerdotes en un grupo depende de cómo se conserven sus facultades.
“Sí, es hasta donde uno dice, hasta aquí… la edad más que
nada, muchos de nosotros queremos seguir pero aunque todavía nos guste, ya la
edad no deja, es mucho riesgo, por las alturas; ya no es la misma fuerza que
lleva uno para subirse”.
Ciertamente, aún cuando el descenso se hace atados a una
cuerda, por lo que a los voladores se refiere, el ascenso es sin ninguna
protección, escalón por escalón, en un poste que no es de 13 metros sino de 40,
que se mueve mucho, y que cualquier titubeo puede ser funesto.
“La fuerza lo decide todo”.
En este grupo, el más joven de los voladores tiene 15 años,
Víctor Manuel, y el de más edad es don Aureliano Jiménez. “Tengo 48 años”.
En algún lugar de México, en uno de los muchos grupos de
voladores de Papantla que actúan en las ferias, remonta las alturas para
ejecutar la tarea más difícil, la de sacerdote o caporal –pararse sobre la
manzana, en lo más alto del poste y danzar y tocar a un tiempo la flauta y el
tambor- un niño de 12 años, el más joven de cuantos ejecutan el ritual.
“Hay escuelas para preparar los niños, a los que les llama
la atención esta danza, ellos se preparan en un poste bajito, uno de diez
metros, y así va perdiendo el miedo, y conforme se le quita el miedo, se le da
un poste más alto, y cuando llegan a un poste como este, es porque ya están
bien preparados”, informa don Aureliano.
“Nosotros decimos que ya sabemos todo, pero no, tenemos
fallas. No cualquiera lo puede hacer. No todos pueden”.
De diez, ¿cuántos se quedan?
“De diez, puede salir el 50 por ciento, o el 60. No todos
salen con ganas, con capacidad”.
¿Hay mujeres voladoras?
“Mujeres, poco las hay, pero sí, uno que otro grupo trae
mujeres, aunque esto se ha compuesto como que de puros varones, así empezó,
pero ya vemos que hay una que otra mujer”.
Para los “grandes”, para los que ya son
profesionales ¿todos los postes son de esta altura?
“Bueno, esto ya nosotros lo traemos como un espectáculo, que
ya se hizo reconocer a nivel nacional e internacional, la altura de los postes
depende de los patronatos que nos contratan; ciertamente, entre más alto el poste,
dura un poco más el evento, aproximadamente de 5 a 6 minutos desde que te
avientas al vacío hasta llegar abajo; en cambio, uno de 13 o 18 metros, no
disfruta nada la gente, porque en menos de dos minutos estamos abajo.
“Los postes deben ser de 40 metros máximo, más no se puede,
no puede ser de 50 porque ya no llegas, por el mismo circulo, al aventarse va abriendo, pero en el medio
empieza a cerrar otra vez, entonces, siendo de 40 metros como máximo, caemos a
buena distancia de la base”, dicen, al alimón, Aureliano y Rogelio Jiménez, tío
y sobrino, ambos caporales o sacerdotes de este grupo, quienes explican que con
un poste de más de 40 metros, los voladores podrían pegar en el poste antes de
llegar al piso. .
¿Lo que les pagan, justifica el riesgo que corren?
“Nos paga un poco el patronato, venimos contratados, pero no
nos paga mucho, por eso nosotros tambien dependemos de la gente, de sus
colaboraciones, para ir más que nada manteniendo las vestimentas, y dar una
buena presentación, porque todo esto cuesta.
“Si, gracias a Dios nos han estado apoyando”, asegura, pero
no dice cuánto les paga el Patronato, y con ello confirma lo que al respecto
sabemos, que el Patronato les pone como condición que nunca digan lo que se les
paga por presentar su espectáculo todos los días; argumentan tío y sobrino, que
el representante del grupo no está en ese momento, y no insistimos, pero queda
claro que no reciben lo justo.
“Es un espectáculo que así como dices, aquí en la república
no te pueden pagar más, a veces los patronatos dicen que no hay presupuesto
para traernos. En donde un poquito te pagan más es fuera de México, en el
extranjero es donde aprecian mucho más la cultura que México tiene, nosotros
hemos estado en varias televisoras en los Estados Unidos y en otros países y
como dicen ellos, hay muchos que no son famosos, pero se van a hacer famosos en
México, y a nosotros, que somos de México, no nos valora mucho la gente.
“Muchos dicen –agrega Rogelio- que debemos defender nuestra cultura, que
debemos rescatar nuestras raíces, pero muchos jóvenes ya no saben ni lo que es
la cultura, ha cambiado mucho, sobre todo por la modernización, más que nada,
la música y todo eso”.
La Explicación del Ceremonial
Antes de subir al poste, los voladores dan dos vueltas
alrededor del poste y se regresan otras tantas, “que son cuatro partes, luego
suben los cuatro voladores, jalan la cuerda y dos van enredando, y dos le van
dando vuelta. Se enreda toda la cuerda y ya sube el caporal o el sacerdote, que
es el que lleva el control del ritual; llega, se sienta en la manzana y convoca
a los cuatro puntos cardinales; luego, de pie, al bailar hace otro tanto, es el
complemento de todo el ritual, con la flauta y el tambor”, dice Rogelio
Jiménez.
“Nosotros nos turnamos como caporales –dice refiriéndose a
su tío Aureliano-, porque, no cualquier persona lo hace, habrá muchos
voladores, pero los que se paran en el centro, hay muy pocos, a la vez uno dice
–“A la mejor ya trae el don”, porque es el único que no se amarra, todo el
tiempo anda suelto arriba.
Víctor Manuel García, el más joven del grupo, tiene 15 años
de edad, pero es muy alto, no parece tan joven, tampoco lo parece al escalar el
poste y al descender volando.
¿Cómo se sabe en que momento pueden meter un niño o
un joven al grupo?
“La cosa es de que sepa todo, pues; que tenga valor”.
¿Cuál ha sido el más hico que ha sido aceptado en
algún grupo?
“Horita tenemos dentro de la organización de danzantes y
voladores, un niño de 12 años y es un caporal que se para arriba, se llama
Guillermo.
“Aproximadamente somos veinte grupos en la organización, y
tenemos las escuelas para toda la gente de Papantla que quiera participar, ahí
se le dan los ensayos, ahí van aprendiendo, horita hay otra escuela de niños,
que creo que los está apoyando el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera
Beltrán. El los impulsa, los apoya, y les hace publicidad. Se está manejando
con puros niños, de once a 14 años. Los niños llaman más la atención, jalan un
poquito más de público, por lo mismo, pero lo hacen en un poste más chico, de
14 o 13 metros, pero igual tienen que subir dos o tres que ya sepan y dos
nuevos, y así te los vas llevando, y poco a poco van aprendiendo”.
El poste debe ser de alguna árbol en especial?
“Hay un palo que se llama palo volador, pero en el dialecto
totonaca se llama Tacátchuhue (según nuestro entender), que es un árbol que
crece derechito, como si fuera un tubo, que no lo vemos en ninguna otra parte
mas que en Papantla”, dice don Aureliano.
“Ferias hay muchas, pero cuando no hay presupuesto, no
participamos, aunque a veces a los patronatos se les dificulta conseguir el
poste, sale caro, y no nos contratan Aguascalientes ya tiene su propio poste,
ya nomás nos contratan y no se batalla. Nosotros no podemos trasladar el poste,
porque no nos pagan lo que es el espectáculo y no nos conviene transportarlo,
es mucho dinero para nosotros. No nos resulta”, dicen los entrevistados, al
tiempo que se encaminan hacia el poste que mató al gallo para que no se
saliera, y que igualmente rompió los huevos y desparramó el aguardiente y
apisonó las flores blancas y revolvió con el tabaco haciendo una mezcla de la
cual se nutre, y a cambio de lo cual protege a los voladores en sus danzas y
sus andanzas.
1 Comentarios