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RESULTADOS DE LA ENCUESTA NACIONAL DE OCUPACIÓN Y EMPLEO


cifras durante el PRIMER trimestre de 2016
El INEGI presenta los resultados trimestrales de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) durante el trimestre enero-marzo de este año.
Para el primer trimestre del año en curso, la Población Económicamente Activa[1] (PEA) del país se ubicó en 52.9 millones de personas, que significan 59.2% de la población de 15 años y más.
En este periodo, un total de 50.8 millones de personas se encontraban ocupadas, cifra mayor en 973 mil personas a la del primer trimestre de 2015.
La población subocupada llegó a 4 millones de personas en el trimestre enero-marzo de 2016, para una tasa de 7.9% respecto a la población ocupada, proporción inferior a la de igual periodo de 2015, que fue de 8.1 por ciento.


En el trimestre de referencia, la población desocupada se situó en 2.1 millones de personas y la tasa de desocupación correspondiente fue de 4% de la PEA, porcentaje menor al reportado en el periodo enero-marzo del año pasado, que fue de 4.2 por ciento.


Con series desestacionalizadas, en el trimestre en cuestión la tasa de desocupación registró un ligero descenso frente al trimestre anterior (4.2% vs 4.3%).

NOTA TÉCNICA
RESULTADOS DE LA ENCUESTA NACIONAL
DE OCUPACIÓN Y EMPLEO
cifras durante el PRIMER trimestre de 2016
·       El INEGI presenta los resultados trimestrales de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) durante el trimestre enero-marzo de este año.
·       Para el primer trimestre del año en curso, la Población Económicamente Activa[1] (PEA) del país se ubicó en 52.9 millones de personas, que significan 59.2% de la población de 15 años y más.
·       En este periodo, un total de 50.8 millones de personas se encontraban ocupadas, cifra mayor en 973 mil personas a la del primer trimestre de 2015.
·       La población subocupada llegó a 4 millones de personas en el trimestre enero-marzo de 2016, para una tasa de 7.9% respecto a la población ocupada, proporción inferior a la de igual periodo de 2015, que fue de 8.1 por ciento.
·       En el trimestre de referencia, la población desocupada se situó en 2.1 millones de personas y la tasa de desocupación correspondiente fue de 4% de la PEA, porcentaje menor al reportado en el periodo enero-marzo del año pasado, que fue de 4.2 por ciento.
·       Con series desestacionalizadas, en el trimestre en cuestión la tasa de desocupación registró un ligero descenso frente al trimestre anterior (4.2% vs 4.3%).

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) da a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), correspondientes al trimestre enero‑marzo de 2016.
Población económicamente activa
Durante el primer trimestre del presente año, la población de 15 años y más disponible para producir bienes y servicios en el país fue de 52.9 millones (59.2% del total), cuando un año antes había sido de 52 millones (59.2%).  El incremento de 911 mil personas es consecuencia tanto del avance demográfico, como de las expectativas que tiene la población de contribuir o no en la actividad económica.
Mientras que 77 de cada 100 hombres en estas edades son económicamente activos, en el caso de las mujeres 43 de cada 100 están en esta situación.
Las comparaciones entre el primer trimestre de 2015 e igual trimestre de 2016 de la Población Económicamente Activa y su división en población ocupada y desocupada se muestran en el siguiente cuadro:


Población ocupada
Al interior de la PEA es posible identificar a la población que estuvo participando en la generación de algún bien económico o en la prestación de un servicio (población ocupada), la cual en el trimestre enero-marzo de 2016 alcanzó 50.8 millones de personas (31.5 millones son hombres y 19.3 millones son mujeres), cantidad superior en 973 mil personas respecto a la del mismo lapso de un año antes.


Poco más de la mitad de la población ocupada (50.6%) se concentra en las ciudades más grandes del país (de 100 mil y más habitantes); le siguen las localidades rurales (menores de 2 500 habitantes) donde se agrupa 20.6% de la población ocupada total; los asentamientos que tienen entre 15 mil y menos de 100 mil habitantes (urbano medio) albergan 14.8%, y finalmente, el resto de los ocupados (14%) residen en localidades de 2 500 a menos de 15 mil habitantes (urbano bajo).
Por sector de actividad
Al considerar a la población ocupada con relación al sector económico en el que labora, 6.4 millones de personas (12.7% del total) trabajan en el sector primario, 12.8 millones (25.3%) en el secundario o industrial y 31.2 millones (61.5%) están en el terciario o de los servicios.  El restante 0.5% no especificó su actividad económica.  Los montos correspondientes que se presentaron en el periodo enero-marzo de 2015 fueron de: 6.5, 12.2 y 30.8 millones de personas, en el mismo orden.


Por posición en la ocupación
Si se observa a la población ocupada en función de la posición que guarda dentro de su trabajo, se tiene que poco más de dos terceras partes del total (68.5%), esto es, 34.8 millones son trabajadores subordinados y remunerados; 11.4 millones (22.4%) trabajan por su cuenta, sin emplear personal pagado; 2.4 millones (4.7%) son trabajadores que no reciben remuneración, y 2.2 millones (4.4%) son propietarios de los bienes de producción, con trabajadores a su cargo (ver gráfica 3).
De las anteriores categorías se desprende que los trabajadores subordinados y remunerados aumentaron en 859 mil personas entre el primer trimestre de 2015 e igual periodo de 2016, los trabajadores por cuenta propia avanzaron en 155 mil personas y los empleadores lo hicieron en 67 mil personas, en tanto que los ocupados que no perciben una remuneración por su trabajo descendieron en (-)108 mil personas, en el periodo en cuestión.
Algunas otras condiciones de trabajo
La población ocupada desempeña una gran variedad de tareas que realiza con distinta intensidad: mientras que por un lado el 6.4% de las personas trabaja menos de 15 horas semanales, en el otro extremo se ubica un 27.3% que labora más de 48 horas semanales.  En promedio, la población ocupada trabajó en el primer trimestre de 2016 jornadas de 42 horas por semana.
Otro enfoque desde el cual puede caracterizarse a la población ocupada es el que se refiere al tamaño de unidad económica[1] en la que labora.  En función de ello, si sólo se toma en cuenta al ámbito no agropecuario (que abarca a 42.6 millones de personas) en el primer trimestre de este año, 20.4 millones (47.8%) estaban ocupadas en micronegocios; 7.6 millones (18%) lo hacían en establecimientos pequeños; 5 millones (11.7%) en medianos; 4.7 millones (11.1%) en establecimientos grandes, y 4.9 millones (11.4%) se ocuparon en otro tipo de unidades económicas.
Entre el lapso enero-marzo de 2015 y el mismo periodo de 2016 la población ocupada en el ámbito no agropecuario se elevó en 976 mil personas, siendo en los micronegocios donde se presentó el mayor incremento con 615 mil personas, seguidos por los establecimientos pequeños con 265 mil personas, los establecimientos medianos 101 mil personas y en los grandes establecimientos 53 mil personas, mientras que en el grupo de “otros” se registró una reducción de (-)58 mil personas.
Trabajadores subordinados y remunerados
Del total de los trabajadores subordinados y remunerados, el 8.3% se desempeñó en el sector primario de la economía, 28.3% en el secundario y 62.7% en el terciario, quedando sin especificar el 0.7% restante, en el trimestre que se reporta.
Un total de 18.6 millones de estos trabajadores, que constituyen el 53.6 del total, tienen acceso a instituciones de salud como prestación por su trabajo; esta cifra fue mayor en 352 mil personas a la observada en el primer trimestre de 2015.  A su vez, disponen de un contrato por escrito 18.4 millones (cantidad superior en 461 mil personas a la de un año antes) y 16.1 millones no cuentan con el mismo.
Población subocupada
Otra forma de caracterizar a la población ocupada es en función de su condición de subocupación, entendida ésta como la necesidad de trabajar más tiempo, lo que se traduce en la búsqueda de una ocupación complementaria o de un nuevo trabajo con mayor horario.  Al respecto, durante el periodo enero-marzo de este año la población subocupada en el país fue de 4 millones de personas y representó 7.9% de las  personas ocupadas, tasa inferior a la de igual periodo de 2015 que fue de 8.1% (véase gráfica siguiente).    
Por otra parte, al eliminar el factor estacional, la tasa de subocupación como proporción de la población ocupada disminuyó (-)0.6 puntos porcentuales frente a la del cuarto trimestre de 2015.
Informalidad laboral
El empleo informal, o medición ampliada de informalidad, añade a la definición de trabajo informal las siguientes categorías: el trabajo no protegido en la actividad agropecuaria, el servicio doméstico remunerado de los hogares, así como los trabajadores subordinados que, aunque trabajan para unidades económicas formales, lo hacen bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social.
De esta manera, la medición de la ocupación en el sector informal se considera el punto de partida y un componente del cálculo de una medida más amplia: el empleo informal.
Los resultados de la ENOE indican que en el primer trimestre de 2016, todas las modalidades de empleo informal sumaron 29.1 millones de personas, para un crecimiento de 1.5% respecto a igual periodo de 2015 y representó 57.4% de la población ocupada (Tasa de Informalidad Laboral 1).  De manera detallada, 13.7 millones conformaron específicamente la ocupación en el sector informal[1], cifra que significó un aumento de 1.7% anual y constituyó 27.1% de la población ocupada (Tasa de Ocupación en el Sector Informal 1); 2.3 millones corresponden al servicio doméstico remunerado; 5.7 millones al ámbito agropecuario, y otros 7.4 millones al de las empresas, gobierno e instituciones.
De acuerdo con datos desestacionalizados, la tasa de informalidad laboral 1 registró una caída de (-)0.4 puntos porcentuales y la tasa de ocupación en el sector informal 1 de (-)0.5 puntos porcentuales respecto a la del cuarto trimestre de 2015.
Población desocupada
La ocupación muestra distintos grados de intensidad según sea la perspectiva desde la cual se le observe.  Una de éstas, es la que se refiere a la población con trabajo cero que se ubica entre la población ocupada y la no económicamente activa; es decir, población desocupada, la cual no trabajó siquiera una hora durante la semana de referencia de la encuesta, pero manifestó su disposición por hacerlo e hizo alguna actividad por obtenerlo.
En el primer trimestre de este año la población desocupada en el país se situó en 2.1 millones de personas y la tasa de desocupación correspondiente (TD) fue de 4% de la PEA, porcentaje menor al 4.2% de igual trimestre de 2015.  Al estar condicionada a la búsqueda de empleo, la tasa de desocupación es más alta en las localidades grandes, en donde está más organizado el mercado de trabajo; es así que en las zonas más urbanizadas con 100 mil y más habitantes la tasa llegó a 4.6%; las que tienen de 15 mil a menos de 100 mil habitantes alcanzó 4.4%; en las de 2 500 a menos de 15 mil fue de 3.7%, y en las rurales de menos de 2 500 habitantes se estableció en 2.6 por ciento.
Según cifras desestacionalizadas, en el trimestre en cuestión la TD a nivel nacional registró un descenso respecto a la del trimestre inmediato anterior (4.2% vs 4.3%).  Tanto en las mujeres como en los hombres la tasa de desocupación se redujo en (-)0.1 puntos porcentuales frente a la del trimestre precedente.
Tasas complementarias
Con el fin de proporcionar a los usuarios mayores elementos que apoyen el análisis de las características del mercado laboral de nuestro país, además de la información sobre la ocupación en la informalidad y sobre la subocupación, el INEGI genera un conjunto de indicadores complementarios sobre la calidad de inserción en el mercado laboral, tomando en cuenta distintos aspectos que van más allá de las mediciones tradicionales y que recogen la heterogeneidad de circunstancias que se presentan específicamente en México. Es importante subrayar que el resultado de estas tasas no es sumable a lo que se desprende de otras, ya que un mismo grupo o segmento poblacional puede estar presente en más de una de ellas y porque no todos los porcentajes que a continuación se mencionan quedan referidos al mismo denominador.
La ocupación en las entidades federativas
Además de registrar de manera permanente el comportamiento del empleo a nivel nacional y para los cuatro tamaños de localidades a los que se acaba de hacer referencia, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo proporciona información para las 32 entidades federativas.  De esta forma se puede conocer la complejidad del fenómeno ocupacional en un nivel de desagregación más detallado.
Las entidades federativas que tienen las mayores tasas de participación en la actividad económica (cociente entre la PEA y la población de 15 o más años de edad) son: Colima con 67%, Quintana Roo 66.9%, Baja California Sur 66.3%, Nayarit 63.6%, Yucatán 63.2%, Jalisco 62%, Sinaloa y Sonora 61.9% de manera individual, Ciudad de México 61.7% y Tamaulipas con 61 por ciento.  Congruentes con el tamaño de su población, el estado de México y la Ciudad de México constituyen los mercados de trabajo más grandes del país, con 7 y 4.1 millones de personas ocupadas, en ese orden, y representan en conjunto el 22% del total nacional; les siguen Jalisco con 3.5 millones, Veracruz de Ignacio de la Llave 3 millones, Puebla 2.6 millones, Guanajuato 2.4 millones y Nuevo León con 2.2 millones.  En el otro extremo y obedeciendo a su estructura poblacional se encuentran las entidades con los menores tamaños del mercado laboral: Colima con 349 mil personas, Baja California Sur 359 mil, Campeche 397 mil, Aguascalientes 530 mil, Tlaxcala 534 mil y Nayarit con 550 mil ocupados.
Por otra parte, las entidades que durante el primer trimestre de 2016 observaron las tasas de desocupación más altas fueron Tabasco con 7.2%, Ciudad de México 5.7%, Sonora 5.1%, Tamaulipas 4.9%, el estado de México 4.8%, Baja California Sur 4.6%, Coahuila, de Zaragoza, Durango, Nuevo León y Querétaro 4.5% de manera individual, Colima y Tlaxcala 4.4%, y Sinaloa con 4.3% respecto a la PEA.  En contraste, las tasas más bajas en este indicador se reportaron en Yucatán con 2%, Oaxaca 2.1%, Guerrero 2.6%, Michoacán de Ocampo 2.7%, Morelos y San Luis Potosí 2.8% cada una, y Baja California con 2.9 por ciento.  Cabe aclarar que este indicador no muestra una situación de gravedad en el mercado de trabajo, sino más bien de la presión que la población ejerce sobre el mismo, lo cual está influido por diversas situaciones como son principalmente las expectativas y el conocimiento que tienen las personas que no trabajan sobre la posibilidad de ocuparse, así como por la forma como está organizada la oferta y la demanda del mismo.  Es por ello que se recomienda no considerarlo de manera aislada, sino como complemento de toda la información de que se dispone sobre la participación de la población en la actividad económica.
Población no económicamente activa
La población no económicamente activa (PNEA) agrupa a las personas que no participan en la actividad económica ni como ocupados ni como desocupados.  Durante el primer trimestre del presente año, 36.5 millones de personas, equivalente al 40.8% del total de la población de 15 años y más, integraba este sector, del cual 30.5 millones declararon no estar disponibles para trabajar debido a que tenían que atender otras obligaciones, o tenían interés pero se encontraban en un contexto que les impedía poder hacerlo (tiene impedimentos físicos, obligaciones familiares o están en otras condiciones).  Por su parte, 6 millones se declararon disponibles para trabajar, pero no llevaron a cabo acciones al respecto, por lo que se constituyen en el sector que eventualmente puede contribuir en el mercado como desocupado u ocupado.
Aspectos metodológicos
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) se aplica a los miembros del hogar de una vivienda seleccionada por medio de técnicas de muestreo.
El esquema de muestreo es probabilístico, bietápico, estratificado y por conglomerados; tiene como unidad última de selección las viviendas particulares y como unidad de observación a las personas.
Una vez que una vivienda ha sido seleccionada se le vuelve a visitar cada tres meses hasta completar un total de cinco visitas.  Llegado a este punto todo el grupo de viviendas que completó ese ciclo es sustituido por otro grupo que inicia su propio ciclo.  A estos grupos de viviendas según el número de visitas que han tenido se les denomina paneles de muestra y en cada momento en campo hay cinco paneles, es decir cinco grupos de viviendas que se encuentran por entrar ya sea en su primera, segunda, tercera, cuarta o quinta visita.  Así, siempre hay una quinta parte de la muestra que es totalmente nueva en tanto que las otras cuatro quintas partes ya habían sido visitadas tres meses atrás.  Este esquema permite darle a la muestra una combinación de estabilidad y renovación al tiempo que favorece a los investigadores especializados tanto en la temática laboral como demográfica rastrear los cambios que han tenido los hogares a lo largo del tiempo que permanecieron en la muestra (estudios longitudinales).
El hecho de que cada vivienda tenga una probabilidad de selección se traduce en que todos sus residentes son representativos de otros muchos en su área de residencia (dominio de muestra) tanto en sus características sociodemográficas como socioeconómicas, de modo que los resultados obtenidos se generalizan para toda la población que representan, lo cual se hace mediante los denominados factores de expansión, que son el inverso de las probabilidades de selección de las viviendas.  Cada factor de expansión toma pues en cuenta el estrato socioeconómico y el ámbito geográfico que corresponde a la vivienda seleccionada.
Cabe señalar que los factores de expansión se corrigen por el porcentaje de viviendas habitadas y seleccionadas en muestra, más las seleccionadas pero no entrevistadas ya sea por rechazo o por no encontrarse nadie al momento de la visita.  Además, para asegurar que se obtenga la población total, los factores de expansión ajustados por la no respuesta se ajustan nuevamente por las proyecciones de población que elabora el Consejo Nacional de Población (CONAPO).  Los Indicadores estratégicos de ocupación y empleo están ajustados a la modificación de las proyecciones demográficas 2010‑2050, que publicó el CONAPO el 16 de abril de 2013.
La encuesta está diseñada para dar resultados a nivel nacional y el agregado de 32 áreas urbanas para cada trimestre del año.  También permite que el nivel nacional pueda desagregarse en cuatro dominios: I) localidades de 100 000 y más habitantes, II) de 15 000 a 99 999 habitantes, III) de 2 500 a 14 999 habitantes y IV) menos de 2 500 habitantes.  A su vez, en cada trimestre se acumula un número suficiente de viviendas (120,260) para tener representatividad por entidad federativa, en tanto que el agregado de 32 áreas urbanas puede arrojar datos para cada una de ellas.  Como preliminar de la información trimestral se proporciona asimismo información mensual con un tercio de la muestra; ese tercio no permite la desagregación arriba descrita para el trimestre pero sí garantiza tener, para cualquier mes transcurrido, el dato nacional y el del agregado de 32 áreas urbanas, de modo que puedan contrastarse para uno y otro ámbito (nacional y urbano) los niveles que respectivamente presentan la desocupación y la subocupación. 
En el calendario de difusión del INEGI -disponible en su página de Internet- se indica en qué fecha será proporcionada la información correspondiente a un mes de levantamiento y en qué otra la información de un trimestre, más abundante y a detalle.
En el plano conceptual, la ENOE toma en cuenta los criterios que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) propone dentro del marco general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), lo que permite delimitar con mayor claridad a la población ocupada y a la desocupada, además de facilitar la comparabilidad internacional de las cifras de ocupación y empleo.  La ENOE asimismo incorpora el marco conceptual de la OIT y las recomendaciones del Grupo de Delhi relativas a la medición de la ocupación en el Sector Informal.  La encuesta está diseñada para identificar sin confundir los conceptos de desocupación, subocupación e informalidad, así como también para tomar en cuenta y darles un lugar específico a aquéllas otras personas que no presionan activamente en el mercado laboral porque ellas mismas consideran que ya no tienen oportunidad alguna de competir en él (mujeres que por dedicarse al hogar no han acumulado experiencia laboral, personas maduras y de la tercera edad, etc.).
A lo anterior se añade el que el diseño de la ENOE está enfocado a proporcionar abundantes elementos para caracterizar la calidad de la ocupación en México al considerarse que este aspecto es analíticamente tan relevante como el de la desocupación misma o cualquier otro fenómeno de desequilibrio entre oferta y demanda de trabajo.  No menos importante es que el diseño de la encuesta ha abierto más posibilidades para el enfoque de género relativo tanto al ámbito del trabajo como a la marginación con respecto a dicho ámbito.
Es importante destacar que la gran mayoría de las series económicas se ven afectadas por factores estacionales. Éstos son efectos periódicos que se repiten cada año y cuyas causas pueden considerarse ajenas a la naturaleza económica de las series, como son las festividades, el hecho de que algunos meses tienen más días que otros, los periodos de vacaciones escolares, el efecto del clima en las diferentes estaciones del año, y otras fluctuaciones estacionales como, por ejemplo, la elevada producción de juguetes en los meses previos a la Navidad provocada por la expectativa de mayores ventas en diciembre.
En este sentido, la desestacionalización o ajuste estacional de series económicas consiste en remover estas influencias intra-anuales periódicas, debido a que su presencia dificulta diagnosticar o describir el comportamiento de una serie económica al no poder comparar adecuadamente un determinado trimestre con el inmediato anterior.  Analizar la serie desestacionalizada ayuda a realizar un mejor diagnóstico y pronóstico de la evolución de la misma, ya que facilita la identificación de la posible dirección de los movimientos que pudiera tener la variable en cuestión, en el corto plazo.  Las cifras desestacionalizadas también incluyen el ajuste por los efectos calendario (frecuencia de los días de la semana y, en su caso, la Semana Santa o el año bisiesto). Cabe señalar que las series desestacionalizadas de los totales se calculan de manera independiente a la de sus componentes.
Información mucho más amplia sobre los resultados publicados en este comunicado puede obtenerse en los centros de información del INEGI y en los sitios en Internet del propio Instituto
(http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/encuestas/hogares/regulares/enoe/default.aspx) y de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (www.stps.gob.mx), instituciones que se esfuerzan en proporcionar a la sociedad, cada día, más y mejor información sobre el comportamiento del mercado laboral mexicano.

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