·
·
Las mujeres más expuestas a la violencia
de cualquier agresor son las de 30 a 39 años: 68% ha enfrentado al menos un
episodio de violencia o abuso. Chihuahua registra 80% y el Estado de México el
78 por ciento.
·
47 de cada 100 mujeres de 15 años y más
que han tenido al menos una relación de pareja, matrimonio o noviazgo, han sido
agredidas por su actual o última pareja a lo
largo de su relación.
·
La violencia de
pareja está más extendida entre las mujeres que se casaron o unieron antes de
los 18 años (52.9%) que entre quienes lo hicieron a los 25 años o más (43.4 por
ciento).
·
Entre las mujeres con dos o más uniones
o matrimonios el nivel de violencia es mayor (54.6%), que entre aquellas que
solo han tenido una unión o matrimonio (48.7%).
·
32% de mujeres
han padecido violencia sexual por parte de agresores: actos de intimidación,
acoso o abuso sexual.
·
En 2013, las
tasas de defunciones por homicidio de mujeres más altas se ubican entre 13 y 6
defunciones por cada 100 mil mujeres en los estados de Guerrero, Chihuahua,
Coahuila, Zacatecas, Morelos y Durango.
·
En promedio se
estima que durante 2013 y 2014, fueron asesinadas siete mujeres diariamente en
el país.
·
Entre 2011 y
2013, las entidades que presentan las tasas más altas en homicidios de mujeres
son Guerrero, Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila, Durango, Colima, Nuevo León,
Morelos, Zacatecas, Sinaloa, Baja California y Estado de México.
ANTECEDENTES
En el mes
de julio de 1981, se celebró en la ciudad de Bogotá, Colombia el Primer encuentro feminista de Latinoamérica
y el Caribe, con participantes de México, República Dominicana, Puerto
Rico, Panamá, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile y Colombia, con el objetivo de
intercambiar experiencias y analizar la situación de las mujeres de la región.
En dicho encuentro se propuso organizar actos en toda América Latina contra la
violencia que sufren las mujeres y declarar el 25 de noviembre el Día
Internacional de la NO Violencia contra la Mujer, en memoria de las hermanas
Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, asesinadas en 1960 durante la dictadura
de Rafael Trujillo, en República Dominicana[1].
A la
postre, el 17 de diciembre de 1999 la Organización de las Naciones Unidas en su
Resolución A/RES/54/134, declara el
25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer, mediante la cual insta a los gobiernos, los organismos, órganos, fondos
y programas del sistema de las Naciones Unidas, y a otras organizaciones
internacionales y organizaciones no gubernamentales, a que emprendan ese día
actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto del problema
de la violencia contra la mujer y que consideren que “…por
violencia contra la mujer se entiende, todo acto de violencia basado en la
pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o
sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de
tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se
producen en la vida pública como en la vida privada”.
Asimismo se señala que la violencia
contra las mujeres no es un problema de índole personal o privado, sino social
y que “…constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente
desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de la
mujer y a la discriminación en su contra por parte del hombre e impedido el
adelanto pleno de la mujer”[2]
A 15 años de esa histórica e importante
resolución, el INEGI continúa contribuyendo y se suma a esta jornada –como lo
ha hecho desde hace más de diez- con la
finalidad de contribuir a que las instituciones encargadas de las políticas
públicas cuenten con información que les permita diseñar y definir acciones
para prevenir, atender y eliminar la violencia contra las mujeres y para
promover que la población en general cuente con la información estadística
sobre la situación de la violencia que enfrentan las mujeres en nuestro país.
LA EXTENSIÓN DE LA
VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN MÉXICO
Desde principios del siglo XXI se
han hecho grandes esfuerzos en el país para producir información que permita
conocer qué tan extendido está el problema de la violencia que se ejerce en
contra de las mujeres, por ello diversas instituciones públicas han efectuado
encuestas a nivel nacional, entre ellas el INEGI, quien ha coordinado y realizado
tres encuestas con el apoyo del Inmujeres, de ONU-Mujeres, de la Cámara de
Diputados y de la Fiscalía Especialiazada sobre violencia contra las mujeres,
de la Procuraduría General de la República.
Actualmente se reconoce que la
fuente por excelencia para dar cuenta de la situación general de la violencia
contra las mujeres son las encuestas, porque permiten tener el panorama
prevaleciente en todo el país y de cada una de las entidades federativas, sobre
la proporción de mujeres que han vivido situaciones de violencia, así como
sobre las características de la misma, y sobre su gravedad, los tipos de
violencia ejercidos en su contra, entre algunos de los tópicos que aborda.
Si bien otras fuentes como los
Registros Administrativos de Salud, de Procuración de Justicia y de los
Tribunales de Justicia son una fuente muy valiosa y fundamental, aportan
información referida a las situaciones de violencia que las mujeres reportan o
denuncian ante las autoridades o bien cuando acuden a los servicios de salud
para ser atendidas por las lesiones causadas por la violencia de la que son
objeto.

Los resultados de la última encuesta levantada por el INEGI a finales de
2011, permiten determinar
la prevalencia[3] de la violencia por cada 100 mujeres de
15 años y más. A partir de esta
información es posible afirmar que la violencia contra las
mujeres es un problema de gran dimensión y una práctica social ampliamente
extendida en todo el país, puesto que 63 de cada 100 mujeres de 15 años y más,
residentes en el país, ha experimentado al menos un acto de violencia de
cualquier tipo, ya sea violencia emocional, física, sexual, económica,
patrimonial, y discriminación laboral, misma que ha sido ejercida por cualquier
agresor, sea la la pareja, el esposo o novio, algún familiar, compañero de
escuela o del trabajo, alguna autoridad escolar o laboral o bien por personas
conocidas o extrañas.
Cerca de la mitad del total de
mujeres de 15 años y más (47.0%) que tienen o tuvieron al menos una relación de
pareja –ya sea de cohabitación por medio del matrimonio o la unión de hecho, o
bien alguna relación de pareja o noviazgo sin vivir juntos- ha enfrentado
agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación.
Asimismo 45% de las mujeres
declaró que al menos una vez ha sido agredida de diferentes formas por personas
distintas a su pareja: ya sea por familiares, conocidos, o extraños en
diferentes espacios.
De acuerdo con el tipo de
violencia[4],
la emocional es la que presenta la prevalencia más alta (44.3%), y ocurre
principalmente por la pareja o esposo (43.1%). Por el contrario, la violencia
sexual ha sido experimentada por poco más de un tercio de todas las mujeres
(35.4%), pero particularmente la ajercida por agresores distintos a la pareja y
en sus distinta formas, desde la intimidación, el abuso sexual o el acoso
sexual, no obstante que el nivel de este tipo de violencia donde el agresor es
la pareja es menor, los actos de violencia sexual son de mayor gravedad. La
violencia física está principalmente circunscrita a las agresiones de la
pareja.
La violencia económica incluye:
el control y abuso económico por parte de la pareja; el
despojo por parte de otros agresores; la discriminación en el trabajo ocurrida
en el último año, y la discriminación que en algún momento han enfrentado las
mujeres al limitar sus posibilidades para ingresar o acceder a un trabajo
requiriéndoles pruebas de embarazo como condición para ello, con lo que se da
por sentado que esta situación es un impedimiento para que ocupen o permanezcan
en un empleo remunerado.
Con excepción de una entidad, en
las 31 restantes más de la mitad de las mujeres residentes ha sido agredida de
alguna manera por cualquier agresor y en al menos un espacio de su vida.
Resaltan dos hechos importantes:
la violencia contra las mujeres está ampliamente extendida en todo el país y no
se trata de actos aislados sino de un patrón general, ya que aun cuando en
entidades como el Estado de México, el Distrito Federal, Sonora y Baja
California se observan las prevalencias más altas, todas están por encima del
50 por ciento.

Las
mujeres que se encuentran más expuestas a la violencia de la pareja o de
cualquier otro agresor son las jóvenes y de edades medias (entre 20 y 39 años).
Particularmente de las mujeres de 30 a 39 años, 68 de cada 100 han enfrentado
al menos un episodio de violencia o abuso, llegando al 80% en Chihuahua y al
78% en el Estado de México.
Si
bien se observa una tendencia a disminuir a medida que la edad avanza, ésta aún
se mantiene alta alcanzando a más de la mitad de las mujeres de 60 años y más.
Entre
las mujeres más jóvenes, a su corta edad, más de la mitad han enfrentado algún
tipo de abuso físico, sexual o intimidación emocional. En entidades como el Estado
de México y el Distrito Federal, alcanza a 65 de cada 100 chicas de entre 15 y
19 años.

Si
bien en general 63 de cada 100 mujeres ha sido víctima alguna vez de cualquier
tipo de abusos, incluyendo la discriminación, al combinar las dimensiones que
lo integran, se aprecia que el 33.5% de ellas ha recibido agresiones ya sea
solo de la pareja (18 de cada 100), de
cualquier otro agresor (12 de cada 100), o una menor proporción (3.7%) fue
discriminada en el trabajo o le pidieron constancia médica de no gravidez. El
restante 28.3% ha sido violentada por distintos agresores, incluyendo a su
pareja o ex-pareja.
Ello muestra
que las mujeres están sometidas a agresiones múltiples, que se ejercen por muy
diversos agresores, desde los más cercanos hasta por extraños o ajenos a su
espacio y relaciones cercanas.

De
acuerdo con la situación de su actual o última relación de pareja, la violencia
que ejercen dichas parejas en contra de las mujeres es de distinto tipo y
magnitud. Los datos señalan que:
·
Entre las mujeres que tienen o tuvieron pareja
sin cohabitar con ellas, la violencia alcanza a un tercio de quienes sostienen
actualmente una relación y llega al 40% entre quienes la tuvieron. La principal
violencia que han experimentado es de tipo emocional, mientras que la violencia
económica es casi inexistente. La violencia física y/o sexual alcanzó a 7.2% de
las mujeres con ex-pareja.
·
La mayoría de las mujeres separadas o
divorciadas (77.7%) ha sido sometida a agresiones de todo tipo por parte de sus
ex-parejas o ex-esposos, principalmente a violencia física y/o sexual junto con
alguna de los otros tipos de violencia (45.4%).
·
Entre las mujeres que cohabitan con su pareja,
casi en igual medida enfrentan solo violencia emocional o, emocional y/o
económica; 13.6% violencia física y/ sexual en menor medida.
VIOLENCIA QUE MATA
La
expresión más brutal de la violencia es aquella que pone en riesgo la vida de
las personas y que en muchos casos tiene la intención de terminar con su vida.
Esta violencia extrema tiene características diferentes si la víctima es una
mujer o un hombre.
Cuando
ocurre un deceso se determina la causa que lo provocó, y cuando éste se debió
no a una falla orgánica o enfermedad, entonces la muerte fue ocasionada por una
causa es externa. Las defunciones pueden ocurrir por una causa de este tipo,
cuando las personas sufren un accidente en el que pierden la vida, o bien por
agresiones provocadas intencionalmente.
Durante
2013 murieron 65 mil personas por causas externas. De ellas, el 55.6% se debió
a causas accidentales y cerca de 29 mil personas (44.6%), fallecieron a causa
de las agresiones intencionales infligidas en su contra por otras personas o
por sí mismas con la intención de provocar un daño letal.
En
2013 se registraron 12,214 defunciones por causa accidentales y violentas;
21.7% de ellas fueron por homicidio y el
8.9% por suicidio.
Distribución
de las defunciones accidentales y violentas registradas en 2013, por sexo y
tipo de causa
|
Cuadro
1
|
|||||||||
2013
|
||||||||||
|
TOTAL
|
|
|
Defunciones por agresiones
intencionales
|
|
Distribución porcentual
|
||||
Accidente
|
|
Total
|
Homicidio
|
Suicidio
|
Accidentes
|
Homicidios
|
Suicidios
|
|||
NACIONAL
|
65,267
|
36,295
|
28,972
|
23,063
|
5,909
|
55.6
|
35.3
|
9.1
|
||
HOMBRES
|
52,871
|
27,775
|
25,096
|
20,273
|
4,823
|
52.5
|
38.3
|
9.1
|
||
MUJERES
|
12,214
|
8,485
|
|
3,729
|
2,647
|
1,082
|
|
69.5
|
21.7
|
8.9
|
NOTA:
El total de muertes accidentales y violentas ascendieron 69,585, que
incluyen, además de los accidentes, homicidios y suicidios, 4,198 decesos que
se ignora la causa específica y 120 muertes por intervenciones legales y de
guerra y secuelas por causas externas.
|
||||||||||
FUENTE:
INEGI. Estadísticas de mortalidad.
|
En
el periodo de 2000-2014, se registraron 235 mil defunciones por homicidio,
11.2% de las cuales fueron contra mujeres.
En
promedio se estima que durante 2013 y 2014 fueron asesinadas siete mujeres diariamente
en el país.
La tendencia en los homicidios de mujeres muestra un patrón
diferente: pocas variaciones, manteniéndose en un rango constante de entre dos
y tres homicidios por cada cien mil mujeres y con un importante aumento entre
2008 y 2012. Otra diferencia importante es que mientras que la tasa de
defunciones por homicidio de hombres desciende a partir de 2011 mientras que en
el caso de las mujeres inicia en 2013.
De acuerdo con la información de los últimos 15 años, se aprecia
que los homicidios de mujeres están menos sujetos a los cambios de contexto o
coyunturales, e indican que se trata más de un fenómeno estructural, mismo que
sin duda, se ve afectado por las coyunturas, pero no lo determina. Es decir,
los asesinatos de mujeres derivan de un patrón cultural y menos de los cambios
de la violencia social por el crimen organizado.
Gráfico 6
Sin
duda el periodo de mayor violencia en el país se ubica entre 2008 y 2011, observándose
los principales cambios en el estado de Chihuahua, que pasó de una tasa de 15 a
75 defunciones por homicidio de 2007 a 2008 y alcanzó su nivel más alto en 2010
al llegar a 126 defunciones por cada 100 mil habitantes. Si bien esta tasa es
mayor entre los hombres (334 en 2011), entre las mujeres ascendió a 34 por cada 100 mil mujeres, que representa el nivel
más alto en la historia reciente del país.
En
los últimos tres años (2011-2013), las entidades que presentan las tasas más
altas en homicidios de mujeres son Guerrero, Chihuahua, Tamaulipas, Coahuila,
Durango, Colima, Nuevo León, Morelos, Zacatecas, Sinaloa, Baja California y estado
de México.
Las
entidades que presentaron el mayor aumento en la tasa de homicidios de 2012 a
2013 son: Guerrero, Zacatecas y el estado de México. En tanto, aquellas que se
ubicaban entre las más altas y presentaron una disminución son: Chihuahua,
Coahuila, Durango, Tamaulipas, Colima, Oaxaca y Nuevo León.
Por
el contrario las entidades con las tasas más bajas son: Hidalgo, Aguascalientes
y Yucatán.
Gráfico 7
En
2013 las tasas más altas de homicidios de hombres se ubican en los estados de
Guerrero y Chihuahua con más de 100 homicidios por cada 100 mil habitantes
hombres en el estado, seguidos con una diferencia amplia por Sinaloa, Morelos y
Colima con tasas de entre 79 y 63 defunciones por cada 100 mil hombres.
Las
tasas de defunciones por homicidio de
mujeres más altas se ubican entre 13 y 6 defunciones por cada 100 mil
mujeres en los estados de Guerrero, Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Morelos y
Durango.
Guerrero
y Chihuahua presentan las tasas más altas, tanto en hombres como mujeres,
seguidos por Morelos.
Gráfico 8
Gráfico 9
Una
de las características más importantes a tener en cuenta para el análisis de la
violencia extrema es la edad, ya que derivado de los patrones de género, ésta
constituye un factor determinante pues, por un lado, los hombres jóvenes están
más expuestos debido los patrones de masculinidad imperantes que definen la
hombría en función de la agresividad y su defensa por medios violentos.
Comparando
los niveles de las tasas de defunciones por homicidio del año 2000 con la
información más reciente disponible, que corresponde a las defunciones
registradas durante el año 2013, se aprecia que las tasas más altas se ubican
entre las mujeres de 20, 23, 25 y 30 años de edad y estas tasas se
incrementaron en más del 100% de 2000 a 2013.
La
violencia homicida tiene una característica central, que según algunos
historiadores se mantiene similar desde hace siglos en el mundo occidental,
alcanzando su máxima intensidad entre los hombres jóvenes de 20 a 29 años, y
también entre las mujeres, aunque con tasas más bajas, es en estas edades donde
existe un mayor riesgo de morir por causas violentas.
Es
por ello que la violencia cobra más vidas entre la población joven,
particularmente entre quienes tienen de 15 a 30 años. Entre las mujeres la tasa
más alta se ubica entre quienes tienen entre 20 y 30 años, donde ocho por cada cien mil mueren por agresiones
intencionales, mientras que entre los hombres de 25 a 30 años, 80 por cada cien
mil.
La
saña, distintivo de la violencia feminicida
De
acuerdo con la Ley General para el acceso
de las mujeres a una vida libre de violencia, se deberá entender por
violencia, “…cualquier acción u omisión,
basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico,
patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en
el público.” Asimismo determina que la violencia feminicida, es la forma
extrema de violencia, conformada por el conjunto de conductas misóginas que
pueden conllevar impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio y
otras formas de muerte violenta de mujeres.
Para
Marcela Lagarde, el feminicidio, no solo se trata de un homicidio de mujeres,
sino ante todo es un crimen de odio contra las mujeres, el conjunto de formas
de violencia que en ocasiones, concluyen en asesinatos o suicidios y, además,
que ocurren ante la inexistencia o debilidad del estado de derecho, donde se
reproduce la violencia sin límite y los asesinatos no se castigan. Para
Lagarde, se trata del conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los
crímenes, los secuestros y las desapariciones de niñas en un contexto de
fractura del estado de derecho que se traduce en impunidad.
En
este sentido, los aspectos considerados para identificar un homicidio de un
feminicidio, son que se trata de homicidios de mujeres que ocurren en
circunstancias específicas y se perpetran con saña, pero sobre todo en
condiciones donde el estado y sus agentes no lo castigan, sino por el contrario
existe impunidad ante estos hechos.
Un
acercamiento al problema para estimar su magnitud es a partir de la información
de las defunciones por causas, y con la información de los medios utilizados
para asesinar a las mujeres y a las niñas, a partir de ella es posible
identificar el grado de violencia y sufrimiento causado, lo que da cuenta de la
saña con fueron cometidos.
Un
acercamiento al problema para estimar su magnitud es a partir de la información
de las defunciones por causas, y con la información de los medios utilizados
para asesinar a las mujeres y a las niñas, a partir de ella es posible
identificar el grado de violencia y sufrimiento causado, lo que da cuenta de la
saña con fueron cometidos.
La información
muestra aspectos altamente relevantes:
a.
Las mujeres asesinadas durante 2013 son
predominantemente niñas, adolescentes y mujeres jóvenes: siete de cada 100
mujeres asesinadas eran niñas de 0 a 14 años.
b.
Una cuarta parte de las mujeres ultimadas
tenían entre 15 y 24 años y 42% tenían entre 25 y 49 años; 17% eran mujeres
mayores de 50 años.
c.
Entre los hombres, la proporción de infantes
menores de 15 años asesinados es del 1.4%; mientras que los jóvenes de 15 a 24
años que murieron por una agresión fueron el 22.1%; y el 57.2% de los
fallecidos tenía entre 25 y 49 años.
Gráfico 10
Otro elemento a
tener en cuenta es que mientras una proporción importante de las mujeres y
niñas son agredidas predominantemente en sus viviendas (29.4%), solo el 10% de
los varones recibieron lesiones mortales en su vivienda. Ellos son agredidos en
su mayoría en la vía pública (calle o carretera).
Es
importante señalar que entre 2006 a 2013, el patrón de lugar donde ocurrió la
lesión o agresión, que era mayoritariamente en la vivienda, se ha ido
desplazando y en 2009 estaban casi en el mismo nivel, pero a partir de ese año más
mujeres son asesinadas en la vía pública, esto ocurrió particularmente de 2010
a 2012, tiempo durante el cual casi la mitad de las mujeres fue asesinada en
espacios públicos.
Distribución de las
defunciones por homicidios por sexo y lugar de ocurrencia según año de
registro
|
||||||||
2006-2013
|
||||||||
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Sexo
y lugar de ocurrencia
|
2006
|
2007
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
2013
|
Hombres
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Total
de homicidios
|
9 145
|
7 777
|
12 575
|
17 838
|
23 285
|
24 257
|
22 986
|
20 273
|
Vivienda particular
|
15.3
|
21.6
|
15.4
|
16.0
|
12.6
|
8.3
|
9.5
|
10.0
|
Vía Pública
|
50.0
|
50.0
|
52.2
|
56.0
|
57.2
|
59.8
|
65.3
|
56.6
|
Otro
|
7.2
|
7.9
|
12.8
|
9.2
|
12.4
|
9.8
|
9.7
|
10.4
|
No
especificado
|
18.8
|
12.5
|
12.0
|
10.3
|
9.1
|
13.9
|
8.9
|
15.6
|
Área
comercial, de servicios, industrial, granja o trabajo
|
6.8
|
6.8
|
6.4
|
6.0
|
6.1
|
5.8
|
5.4
|
6.1
|
Mujeres
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Total de homicidios
|
1 298
|
1 083
|
1 425
|
1 926
|
2 418
|
2 693
|
2 764
|
2 647
|
Vivienda particular
|
41.3
|
42.3
|
38.8
|
36.2
|
29.0
|
24.8
|
25.8
|
29.4
|
Vía Pública
|
28.8
|
29.3
|
30.6
|
35.7
|
42.6
|
43.5
|
49.1
|
37.9
|
Otro
|
7.7
|
6.8
|
12.0
|
9.6
|
11.8
|
10.6
|
9.7
|
11.2
|
No
especificado
|
15.6
|
13.1
|
12.8
|
11.2
|
8.9
|
12.8
|
9.2
|
15.2
|
Área
comercial, de servicios, industrial, granja o trabajo
|
5.2
|
6.7
|
4.7
|
5.6
|
5.5
|
6.5
|
5.5
|
5.5
|
Nota:
Se excluyen las defunciones ocurridas en áreas deportivas, viviendas
colectivas, y escuelas u oficinas públicas.
|
||||||||
Fuente:
INEGI. Estadísticas de mortalidad por causas
|
Aunado
a lo anterior, los datos muestran que las mujeres son asesinadas con mayor
violencia o saña, utilizan medios que produce mayor dolor y que lo prolonga
antes de fallecer.
En
2013 a 32 de cada 100 mujeres las ahorcaron, las estrangularon, las ahogaron,
las quemaron o las lesionaron con objetos punzocortantes o a golpes con
objetos; mientras que la mayoría de los homicidios de hombres fueron con arma
de fuego (65.2%)
De
2004 a 2013 la proporción de homicidios de mujeres con arma de fuego aumentó
considerablemente, al pasar de 28.8% a 43% en 2013.
Suicidios
Durante
2013 se registraron 5 923 defunciones por violencia autoinfligida (373 más que
el año anterior), 4,470 de hombres y 1 077 de mujeres, lo que representa en
conjunto el 1.0% del total de las defunciones registradas durante ese año y el
8.5% de las defunciones accidentales y violentas.
Distribución de las defunciones por
suicidio registradas en 2013, por grupos de edad y sexo
|
||||
2013
|
|
|
|
|
Edad
|
Total
|
Hombre
|
Mujer
|
No especificado
|
Total
|
5923
|
4836
|
1083
|
4
|
Menores de 10 años
|
13
|
13
|
0
|
0
|
10 a 19
|
954
|
644
|
310
|
0
|
20 a 29
|
1623
|
1340
|
283
|
0
|
30 a 39
|
1226
|
1036
|
189
|
1
|
40 a 49
|
919
|
782
|
136
|
1
|
50 a 59
|
547
|
458
|
89
|
0
|
60 a 69
|
314
|
268
|
46
|
0
|
70
y más
|
278
|
256
|
22
|
0
|
Edad no especificada
|
49
|
39
|
8
|
2
|
Fuente: INEGI. Estadísticas de mortalidad.
|
Las
defunciones por lesiones autoinfligidas ocurren particularmente entre los
jóvenes de 10 a 29 años (41.3%) y sobre todo entre las mujeres que en más de la
mitad (54.8%) eran jóvenes de ese grupo de edad.
A
diferencia de lo que ocurre en las muertes por homicidio, las diferencias en
las tasas entre mujeres y hombres son amplias, pero lo son menos que en el caso
de las defunciones por homicidio.
Es
de suma relevancia observar que las tasas de suicidios más elevadas entre las
mujeres se observan en estados donde las tasas de homicidios están por debajo
de la media nacional, mientras que en suicidios ocupan los primeros lugares;
tal es el caso de entidades como Campeche, Aguascalientes, Quintana Roo, Baja
California Sur, Tabasco, Querétaro y Yucatán.
El
único estado que se ubica con las tasas más altas tanto de homicidios como de
suicidios de mujeres es Chihuahua.
En
el caso de los suicidios de hombres, las tasas más elevadas también se ubican
en Quintana Roo, Sonora, Yucatán, Aguascalientes y Chihuahua.
Gráfico 11
En los últimos
25 años, la tasa de suicidios ha ido aumentando de manera sostenida año con
año. Entre la población de 10 años y más, la tasa pasó de 3.0 por cada 100 mil
habitantes en 1990 a 6.1 en 2013.
A diferencia de
los homicidios, el patrón de suicidios entre mujeres y hombres es muy similar:
·
la tasa de suicidios se duplicó en ambos casos
durante estos últimos 25 años.
·
El principal medio o arma utilizada es el ahorcamiento,
estrangulamiento y sofocación, cerca de 8 hombres y 7 mujeres por cada 10 que
logran suicidarse lo hacen por este medio.
·
En segundo lugar se ubica el arma de
fuego y en este caso, la diferencia entre mujeres y hombres es mayor: 11% de
hombres utilizan un arma de juego mientras que entre las mujeres solo el 4.3%.
Gráfico 12
Distribución porcentual de suicidios por sexo y causa (agrupada) según
año de registro
2000-2013 |
|
|
|
|
Medio o arma que causó la defunción
|
2010
|
2011
|
2012
|
2013
|
Hombres
|
||||
con arma de fuego
|
12.4
|
12.1
|
10.5
|
10.9
|
con objeto cortante
|
1.0
|
1.2
|
1.2
|
1.2
|
por ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación
|
78.3
|
78.1
|
79.5
|
78.8
|
por ahogamiento y sumersión y Lesión autoinfligida con humo, fuego y
llamas
|
0.3
|
0.5
|
0.4
|
0.5
|
con objeto romo o sin filo
|
0.0
|
0.0
|
0.0
|
0.0
|
por medios no especificados
|
1.0
|
1.0
|
1.2
|
1.1
|
Otros
|
7.0
|
7.1
|
7.2
|
7.5
|
Mujeres
|
||||
con arma de fuego
|
4.3
|
3.4
|
5.1
|
4.3
|
con objeto cortante
|
0.9
|
0.8
|
0.8
|
0.7
|
por ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación
|
69.7
|
72.4
|
68.4
|
69.4
|
por ahogamiento y sumersión y con humo, fuego y llamas
|
0.5
|
0.3
|
1.3
|
0.5
|
con objeto romo o sin filo
|
0.0
|
0.0
|
0.0
|
0.1
|
por medios no especificados
|
1.5
|
1.7
|
1.8
|
1.3
|
Otros
|
23.0
|
21.4
|
22.6
|
23.8
|
Fuente: INEGI, Estadísticas vitales de mortalidad
|
|
|
|
|
Donde sí se
observan algunas diferencias entre mujeres y hombres en torno a la manera de
comisión de los suicidios, es en los lugares donde ocurre la agresión.
·
La gran de las mujeres y los hombres que se
suicidaron en los últimos 14 años, lo han llevado a cabo en viviendas
particulares, aunque en mayor proporción las mujeres.
·
Alrededor del 5.0% de las mujeres que se han
autoagredido, lo han hecho menos en lugares públicos, como la calle, la
carretera, espacios comerciales, de servicio, en el trabajo o en una granja, en
tanto que entre los hombres esta proporción asciende al 11.0%
Distribución porcentual de suicidios por sexo y lugar de ocurrencia de
la defunción según año de registro
2000-2013 |
||||
Lugar de ocurrencia de la defunción
|
2010
|
2011
|
2012
|
2013
|
Hombres
|
||||
Vivienda particular
|
70.9
|
70.3
|
72.6
|
72.0
|
Vía pública
|
5.1
|
6.8
|
9.0
|
6.5
|
Área comercial, de servicios, industrial, granja o trabajo
|
5.6
|
5.1
|
3.8
|
4.5
|
Otro
|
7.8
|
8.3
|
7.0
|
8.4
|
No especificado
|
8.9
|
7.8
|
5.5
|
6.2
|
Mujeres
|
||||
Vivienda particular
|
80.3
|
80.6
|
79.9
|
80.9
|
Vía pública
|
2.2
|
2.5
|
5.4
|
2.8
|
Área comercial, de servicios, industrial, granja o trabajo
|
1.7
|
1.7
|
1.7
|
2.0
|
Otro
|
4.9
|
4.7
|
5.2
|
5.8
|
No especificado
|
10.0
|
9.9
|
6.2
|
7.4
|
Nota: Se excluyen las defunciones ocurridas en áreas deportivas,
viviendas colectivas, y escuelas u oficinas públicas.
|
||||
Fuente: INEGI, Estadísticas vitales de mortalidad
|
Con esta información, el INEGI busca aportar elementos para que la
sociedad en su conjunto no solo conozca la situación que enfrentan las mujeres,
sino particularmente para llamar a la acción a todos los sectores, para que implementen
acciones orientadas a prevenir, atender y sancionar la violencia contra las
mujeres.
[1]
Navarro, Marysa. “El primer encuentro feminista
de Latinoamérica y el Caribe”, en León, Magdalena (ed.) Sociedad,
subordinación y feminismo. Debate sobre la mujer en América Latina y el Caribe:
Discusión acerca de la Unidad Producción-Reproducción, Vol. III, Asociación
Colombiana para el Estudio de la Población, Bogotá, 1982, pp. 261-266.
[2] ONU.
Asamblea General de las Naciones Unidas, Resolución 48/104 “Declaración sobre
la eliminación de la violencia contra la mujer”
[3] La Prevalencia o Tasa
de violencia, es la proporción de mujeres de 15 años y más que declararon haber
experimentado al menos un evento de violencia (del tipo y relación en
cuestión), durante el periodo de referencia, dividido entre el total de mujeres
de 15 años y más, multiplicado por cien. Puede expresarse como fracción (por
ejemplo, una de cada diez) o como porcentaje (por ejemplo, 10% del total).
[4] La violencia total de cualquier agresor (62.8%) se refiere a la
proporción de todas las mujeres de 15 años y más, que hayan declarado al menos
un acto de violencia de pareja, de cualquier otro agresor distinto a la pareja,
discriminación en el trabajo en el
último año y discriminación por embarazo en cualquier
momento de la vida.
La
violencia de pareja considera a todas las mujeres de 15 años y más que tienen o
hayan tenido al menos una pareja a lo largo de sus vidas.
La
discriminación en el trabajo por razones de embarazo considera a todas las
mujeres de 15 años y más que hayan trabajado o solicitado trabajo al menos una
vez en su vida.
La discriminación en el trabajo incluye a
todas las mujeres de 15 años y más que trabajaron como asalariadas (empleadas,
obreras o jornaleras) durante los 12 meses anteriores a la entrevista.
0 Comentarios