Mercado Interno. Populismo y encuestas
PRI, SALVADO POR
VOTO DE CASTIGO
ABSTENCIONISTA
*Si fuera voto activo, cae la mayoría tricolor
*Crítica al populismo, por el temor a AMLO
Juan Manuel Rodríguez (9 X 15)
No es gratuito que en las semanas recientes se haya
desatado una verdaqdera campaña contra el llamado populismo y que el propio
presidente de la Repúbnlica haya tocado el tema en la máxima tribuna de las
Naciones Unidas, como previamente lo habían hecho a nivel nacional Manlio Fabio
Beltrones todavía como legislador y el flamante líder del panismo nacional.
Sin mencionar a Andrés Manuel López Obrador (AMLO)
critican populismo y mesianismo, a sabiendas que son adjetivos dirigidos a él y,
como se empieza ya a ubicarlo en primera posición para 2018 (y no pueden
repetir que es ”un peligro para México”) a algún genio se le ocurrió abrir en apariencia,
machacona y sigilosa, pero abiertamente una campaña mediante los atributos que
le achacan al dos veces candidato a la presidencia de la República. Por lo
pronto AMLO se puso el saco y dijo que si es populista por ser honesto, actuar
con responsabilidad social y luchar por la vía pacífica, “apúntenme en la
lista”.
Seguramente las encuestas
que continuamente levantan los partidos políticos e incluso en Los Pinos , ya
lo ubican en buena posición entre los posibles candidatos --él por tercera vez— al cargo del Poder Ejecutivo
Federal. Solamente la semana pasada SDP Noticias divulgó una encuesta levantada
en las 32 entidades por Desiderio Morales (Opinión
Pública, Marketing e Imagen) en la que, a la pregunta ¿Quién le gustaría
que fuera el próximo presidente de México?, el 80.4 por ciento dijo “no saber”,
y AMLO quedó en primer lugar de los que sí contestaron con 7.5 por ciento, casi
3 veces y media arriba del segundo lugar (Margarita Zavala, 2%) y superando a
los otros 15 posibles mencionados que no lograron ni el uno por ciento.
El cuestionario reveló nítidamente el desprestigio a que
han llegado los partidos políticos y, seguramente, el por qué llaman la
atención los independientes. A la pregunta si les gustaría ¿alguien del PRD?
Sólo logró el 0.7 por ciento. Pero lo peor, a la misma pregunta ¿alguien del
PRI?, alcanzó sólo ¡¡el 0.5 por ciento!!
Sobre las preferencias de los partidos, si en este
momento fueran las elecciones, PRI y PAN tendrían empate técnico (14.9 y 14.2 %
respectivamente), Morena 7.7, casi el triple del PRD, 2.6 %. Pero un tercio de
encuestados, 33.2 % todavía no decidía por que partido votar.
Gracias a declaraciones como la de “El Bronco”, quien
dice que la mafia es AMLO, o las continuas noticias anti-AMLO de los medios, la
encuesta de Desiderio Morales comprobó que el 79.1 por ciento de los entrevistados
señalaron que conocen o han oído hablar de AMLO colocándose en primer lugar
sobre Gustavo Madero, Miguel Angel Mancera y Margarita Zavala en práctico
empate técnico alrededor del 60 por ciento. En quinto lugar con 53.1 por ciento
Osorio Chong, el más conocido del gabinete por sobre Videgaray (8° lugar) y en
el último lugar de los 16, el ahora tan mencionado Aurelio Nuño de la SEP con
poco más de 14 %.
Interesantes
conclusiones de expertos,
en FLACSO, sobre
elecciones de 2015
Sería lamentable que los partidos políticos, y la clase
política en su conjunto, no entiendan que la caída estrepitosa de la confianza
en ellos, no es sólo producto del conflicto de interés por la “casa blanca” en
el caso de Peña Nieto o de Malinalco de Videgaray, que sí influyeron, pero es
el hartazgo de una sociedad que ve a un sector que abusa impunemente de los
recursos públicos y se auto-privilegia cada sexenio arrojando camadas de
millonarios en medio de un país que vive en su mayoría en la miseria. Que los
delitos de cuello blanco permanecen impunes, mientras que, al que roba un pan,
termina en las mazmorras.
Los aspirantes a puestos públicos o de elección popular
se enfrascan en luchas intestinas en todos los partidos, desde el partido
hegemónico, sin observar que está en total declive, o en el resto de los
llamados mayoritarios o lo mismo en los mini-partidos con tal de participar en
el reparto del pastel.
En las pasadas elecciones el PRI se mantuvo en el primer lugar gracias a que los votantes que
pudieron emitir voto de castigo, no acudieron a las urnas, afirmó el
especialista Rodrigo Salazar Elena. En un análisis presentado la semana
pasada dijo que en medio del descontento social, “el voto de castigo
en 2015 fue de una magnitud considerable y aún así al PRI le fue más que bien”.
Si los votantes
que están insatisfechos con el desempeño de su gobierno, y que se abstuvieron,
hubieran conocido de antemano las consecuencias de no acudir a votar, habrían
cambiado el rumbo de las votaciones federales de 2015.
Salazar Elena
aseguró que mediante el voto
de castigo se puede
consolidar un cambio en las tendencias electorales, en la medida en que se
enfrente al voto nulo o al voto partidista. El
voto de castigo, aseguró, corresponde directamente a la insatisfacción del
electorado con el desempeño del poder en turno y es una vía para emitir un
mensaje claro a los gobernantes.
En
Aguascalientes, tras tres elecciones con resultados adversos, al interior del
PRI se ha desatado una lucha que incluyó bajas en su militancia, al salir el
exalcalde y ex diputado local Gabriel Arellano dispuesto a buscar la
gubernatura, quizá de forma independiente; mas la amenaza de la ex también
alcandesa Lorena Martínez, de que si es vetada, ya está apoyada por otros 4
partidos políticos. Mientras, en la oposición se barajan otros muchos nombres.
Es interesantes
observar los datos más relevantes del seminario Las
elecciones de México 2015: continuidades y rupturas, realizado en la Facultad Latinoamericana
de Ciencias Sociales, FLACSO, sede académica de México. Dentro de las
principales conclusiones de los analistas destacan que el PRI perdería mayoría
si el voto de castigo no fuese abstencionista; la abstención se da entre
estudiantes, profesionistas independientes y desempleados; el éxito de los
partidos políticos mexicanos, está asociado a malas prácticas electorales;
Guerrero, el estado más anulista en elecciones 2015 y, finalmente, que la Reforma Electoral
diseñada sin sustento y sin diagnóstico, traerá altos costos económicos e
institucionales.
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