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¡Qué ironía": Los médicos no tienen donde ni a quien quejarse



“Nos están obligando a hacer
Medicina Defensiva”: Laura Ramírez



Se acrecienta el “negocio” de las denuncias contra
 los médicos y no tienen a nadie que los defienda

Sólo una mínima cantidad se formaliza y unas cuantas se van a juicio, civil o penal


La mayoría terminan en “conciliaciones” entre las partes con la entrega de dinero

Los demandados prefieren pagar aunque toda la apariencia de un  chantaje 

Los Colegios de Médicos prefieren mantenerse al margen; ¿Y los Legisladores?


Por Matías Lozano Díaz de León




Pocos médicos, de los muchos que han sido objeto de una denuncia por presunta negligencia acceden a contar su experiencia, uno de ellos es Laura Ramírez. Sus revelaciones podrían acarrearle represalias y sin embargo, optó por hacerlas públicas, ya que no hay organismo alguno de vea por ellos en caso de una denuncia ante la Comisión Estatal de Arbitraje Médico, ni siquiera los Colegios de Médicos se atreven a ver por ellos. Hasta para los asuntos electorales se cuenta con una Fiscalía, pero siempre que un médico es sentado en el banquillo de los acusados por la COESAMED, está indefenso con todos los factores en su contra.

“Primero que nada, esa experiencia me dejó tristeza, quienes ejercemos la profesión, confiamos ciegamente en lo que nos refiere el paciente para poder ayudarle y resolver su problema, porque se supone que a eso van, a que les resolvamos un problema. Las decisiones que vas tomando es con base en lo que te dicen, y si no son verdad o están enmascaradas de alguna manera, por alguna situación que ocultan, obviamente nunca habrá una resolución favorable, siempre pasará algo que no esperas.

Además, cada paciente es único, los hay que son alérgicos a algo y no lo saben, nosotros hacemos nuestro mejor esfuerzo para ayudarlos, pero es realmente complicado saberlo todo”.

-¿Que opinión o sentimiento te deja la carrera de medicina?



-“Pues,  realmente yo amo mi carrera, porque me gusta ayudar tanto a las demás personas como poder resolver algunas situaciones que otras personas no pueden. Pero el sentir de la carrera de Medicina pues, es humanista , lo malo es que nos están obligando a hacer medicina defensiva,  ahora cualquier acción o decisión
que tomemos, hagamos o deshagamos tenemos que justificarla con muchísimos estudios, documentos en papel.

“Por supuesto que hacemos caso a la clínica, pero en mucho la dejamos de lado, porque ahora cuenta más una resonancia o un resultado de laboratorio, que encarecen la atención médica, que los hallazgos clínicos que pueda haber en el paciente,  porque esos no están escritos más que en mi nota...

-¿Que efectos tienen ese tipo de acontecimientos o esos cambios, esas novedades, esas nuevas técnicas de diagnosticar, ese tipo de problemas inclusive, ese ponerse en alerta ante los mismos pacientes, que son en quienes repercute, a fin de cuentas el costo?

-“El bolsillo del paciente, porque prácticamente, con  todos los pacientes vamos a buscar justificar nuestro actuar y nuestra decisión, para evitar posibles problemas legales; por lo tanto, si viene por un cuadro sencillo que se puede diagnosticar con clínica, nos abstenemos y para cubrirnos la espalda, ordenamos; laboratorios, placas, estudios, ultrasonidos y algunos otros que posiblemente ya ni siquiera sean necesarios; pero como tenemos que justificar nuestra decisión, pues se encarece el servicio por el pago de los estudios y además la atención clínica , los honorarios del doctor y aparte, los medicamentos porque, genéricos o no genéricos siempre es un gasto.

-Advierto que eres una persona sensible, obviamente a las personas sensibles les pega mas ese tipo de situaciones. ¿Es bueno ser sensible, y médico?

-“ Es bueno ser sensible, porque te humanizas y te pones en el lugar del paciente; hay quienes creen que los vemos como ‘productividad’, pero no es así: estamos viendo seres humanos, no vacas, aunque incluso los irracionales necesitan atención; pero también se debe aprender a ser fuerte en otras situaciones, porque tienes que llegar a tomar resoluciones y más, por ejemplo: yo me dedico al servicio de Urgencias y como lleguen los pacientes debes saber qué hacer, pues tengo que pensar que estoy viendo un humano.

“Lo malo es que las situaciones adversas también repercuten en tu trabajo, en tu persona: cuando supe que había una denuncia en mi contra, me la pasé llorando por todos lados, y más por comentarios negativos que escuchaba y ni modo de apagar mi teléfono”.

Laura Ramírez afirma que durante el trance por el que pasó, nunca pensó o se arrepintió de su carrera, sabe que habrá muchas más, situaciones derivadas de su trabajo; “Me ha hecho arrepentirme de ser tan confiada de lo que me dice mi paciente, más no de estudiar Medicina, porque para ser médico se ocupa una vocación y con las situaciones tanto legales como laborales que se dan, pues si lo puedes pensar dos veces, aunque te guste mucho la medicina, pero no pienso en cuántas situaciones se me puedan presentar en la vida”.

¿Te fue fácil estudiar la carrera?
“No: Me aventé siete u ocho años estudiando la carrera. Tanto en internado y el servicio, yo soy médico general, pero no es fácil, es dejar tu casa, es dejar tus amigos, dejar las fiestas, dejar toda tu vida, nada más por dedicarte a prepararte y cuando sales y encuentras que el señor de la tienda tiene más poder de opinión que tú, pues, si pesa”.

-Aparte de las dificultades académicas, ¿tuviste algunas otras, digamos económicas?

“Sí, económicas y más porque hay veces que en casa llega un momento en el que ya no te pueden apoyar, desde quinto y sexto semestre tuve que empezar a trabajar para mantenerme y para mi escuela, estudiaba todo el día y en la noche me iba a trabajar, en el servicio igual, en el internado igual. Cuando vas adquiriendo otras habilidades en tu preparación médica, algunos doctores te echan la mano, te invitan a participar o ver algún paciente, obviamente ejerciendo bajo la cédula de ellos, pero pues si, yo no dejé de trabajar desde el quinto semestre, toda la carrera para mis libros, incluso para comer; tengo un hermano, que también dependía de mi, hasta hace poco más de un año que dejé de mantenerlo,  porque pues no se puede trabajar y mas cuando te mandan a una comunidad, muy lejos, allá ¿donde trabajas?

“No me arrepiento, me gusta lo que hago, si bien, ahora lo hago con más precaución, pienso dos veces antes de proceder con un paciente, porque tienes que averiguar o tratar de intuir qué intención lleva esa consulta, ahora ya no es cuestión de ayudarlo, sino de prever por dónde te llega el golpe”.

¿Todos los pacientes mienten, por naturaleza?

La mayoría no tiene la  confianza de decir las cosas de manera acertada y más cuando van acompañados de algún familiar, y generalmente en una consulta médica les preguntas cosas muy personales, incluso el hecho de fumar, tomar, o usar algún tipo de estupefaciente; no te dicen la realidad y hay muchos casos en los cuales posteriormente se someten a algún procedimiento quirúrgico o algún analgésico  y no les hace efecto, porque son usuarios de algunas drogas, de mucho tiempo, pero lo callan porque está presente la mamá, el papá, el cónyuge.

¿Por qué no procuran consultar en privado?




“Ah, pues porque depende del paciente: si es menor de edad, nadamos se nos permite un momento para platicar con él, no lo puedo tocar, pero sí lo puedo interrogar de manera privada; temen que los pervirtamos.

“Casi a nadie le gusta entrar solo con el doctor, llegan con toda la comitiva y dependiendo donde estés ejerciendo, hay veces que llegan con cinco alrededor o con el vecino, y se niegan a esperar fuera del consultorio, y obviamente, siendo mujer debo estar acompañada de alguien cuando voy a revisar a un caballero; en el caso de una mujer, no es tan complicado, pero mis compañeros tienen que hacerse acompañar de una dama para poder revisarla.

“Es complicado entrevistar al paciente, y es complicado hacer empatía con el paciente para que sea sincero, porque hay veces que “ordena” qué medicina darle, y rechaza cualquier otra cosa, pero si obtiene resultados contrarios, culpan al médico.

-¿No es mejor decirle, que vaya a otra parte?

“Tenemos derecho de hacerlo, pero hay veces que no lo hacemos por dos razones, una es que si estás en institución pública o privada, la queja llega en automático.

-Esta demanda, es lo peor que te ha ocurrido?

“Sí, y es una sensación que no le deseo a nadie, porque tu haces lo mejor que puedes para atender a un paciente y de repente dice que no lo hiciste adecuadamente: ¿como te defiendes? Todo mundo te tacha de culpable hasta no demostrar lo contrario; tú argumentas, dices y haces, incluso meten detalles que no tienen nada que ver con la atención: si te sentaste de un lado o del otro, si estabas tomando café o si venias molesta de tu casa; esos fueron los argumentos en mi contra: “yo no sé si la regañaron en su casa, o si la regañó el marido o estaba castigada porque estaba molesto y se desquitó conmigo”; siendo que en la realidad, esas situaciones personales, creo que a ninguno de los médicos nos afectan ni tienen que ver con  nuestras decisiones médicas”.

-¿Y lo mejor que te ha ocurrido?   

“Lo mejor es que aprendí a no ser tan confiada, y aprendí que no estamos solos, tenemos muchos compañeros médicos; y recibí apoyo de personas que en mi vida me había esperado, de mi jefe, de los hospitales a los cuales pertenezco, compañeros, amigos. Lo peor del caso fue que dentro de la reunión que tuve con la paciente, resultó que la mal aconsejaron, y que fue otro médico, ese le dijo que la culpa de lo ocurrido era del médico previo, o sea, yo, y le sugirió que me demandara, y que demandara a la institución. Eso no se vale, se supone que somos un equipo.

¿Cómo terminó el asunto?

“La conclusión legal fue que no hubo  acuerdo, así me detallaron el acta, que no hubo acuerdo y que la paciente se quedaba con sus derechos a salvo, que iba a intentar otra vía, ya sea la civil o la penal; que la explicación que yo di a la  COESAMED había sido clara y quedaban conformes, pero que ellos querían el reembolso económico, y tenía que pagar yo; y así se quedó.

“Yo insisto: no veo la causa, no los obligamos a ir a otra institución o con un particular, se les da la opción y la decisión última la tiene el paciente: bien o mal, decide el paciente.

-¿Cuánto te pedían?

“Veintiocho mil seiscientos cincuenta pesos”.

-¿Porqué esa cantidad?

“Porque eso les costó la atención privada de la paciente, ella terminó en una cirugía donde le hicieron una histerectomía, le quitaron la matriz
por el padecimiento que tenía, no había forma de salvar su matriz, pero ella decidió atenderse ahí por situaciones que  ya no dependían de mí; yo nada más la vi una vez, le di una opinión y no regresó. Si nomás por eso soy culpable, para la próxima vez ya no les digo nada”.
Los médicos ¿qué piensan de la  Comisión de Arbitraje Médico?

“A mí me dio la impresión de que está apoyando la atención del paciente, más no como organismo neutral”.

“No busca la verdad, precisamente?

“No; busca obligarnos a darle una explicación más clara al paciente, tratando de poner a salvo los derechos del paciente, más no apoya el hecho de que el médico actúa de buena fe sin dolo: incluso hasta el último momento por rutina o por lo que sea, le insistían a la paciente  ¿”Segura que ya está conforme? porque puede irse por otros medios, puede demandarla por otro lado y puede irse al peritaje”; y estuvieron así, como presionando  a la paciente. En mi caso, esa fue mi impresión, y a nosotros nos dejan indefensos”.

-¿Inducen al paciente contra el médico?

"ico?﷽﷽﷽﷽﷽l paciente contra el msosa pesos!.
ene resultados contrarios, a ayudarlos, pero es rio demandantes no obtienen lo que Inducen



“””Exacto y no es el único ejemplo; conozco casos de compañeros que les han dicho que más les conviene pagarle al paciente. Pero ¿por qué, si sólo dieron una opinión, como en mi caso”.

-Los mismos médicos propician eso, al no defenderse.

“El problema es que no se nos permite llevar un abogado, vas tu solito y el representante institucional si hay institución de por medio; te leen tus derechos, te informan de la queja y posteriormente te reunen con el paciente: ‘¿que tienes que decir al respecto en tu defensa? Y si el paciente no está conforme con la explicación, ellos (personal de la COESAMED) hacen una especie de juicio, y aconsejan al paciente sobre lo que puede hacer contra el médico, pero realmente en lugar de defenderte o hacer un acuerdo entre las dos partes, nada más están promoviendo que el paciente se siga quejando, como si nosotros nos saliéramos de la raya, pero sí sabemos que son seres humanos.

“Realmente no te apoyan, yo no sentí que lo hicieran, y no te explican nada sino hasta la sesión informativa, y mientras, tu estás pensando veinte mil cuatrocientas cosas porque no sabes ni de que te acusan”.

¿Los médicos necesitan a alguien que los defienda de la COESAMED?

“Yo creo que necesitamos que no se nos esté persiguiendo casi que ‘de oficio’; que no nos estén marcando como culpables a priori, porque nosotros actuamos como cualquier otro profesionista, y nos hacen sentir que es pecado opinar sobre un paciente, y si se puso mal, peor tantito: entonces ya no nos sentimos seguros de estar  ejerciendo de esa manera, por eso tratamos de hacer una unión entre todos los doctores, porque nos están agarrando uno por uno”.

-¿Y los Colegios de médicos?

“Realmente han participado poco aquí en Aguascalientes, se declaran en posición neutral, y no opinan.

“No se me hace justo que un paciente o un usuario del sector salud culpe a su médico por situaciones que le son ajenas; la vida y la muerte nadamos dependen de Dios, nosotros hacemos lo humanamente posible para ayudar al paciente pero que sobreviva o muera, no depende de una decisión, depende de cual sea la condición del paciente. En poco más de 10 años que he  estado cerca de la medicina, no he conocido a un doctor que actúe con dolo; podemos ser lo que usted quiera: enojones, mal encarados; cobrar mucho o cobrar poco, pero nadie actuamos de mala fe”.




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