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Creciente número de demandas contra médicos



Ello se debe al aumento de la confianza de los
pacientes en la Coesamed, dice el Director

Sin embargo es reducido el porcentaje de las que prosperan






Cada vez es mayor el número de las denuncias que se presentan contra los profesionales de la Medicina.  Contra charlatanes y curanderos no hay ninguna y es fácil advertir que van dirigidas a instituciones con posibilidades de pagar significativas indemnizaciones, lo mismo que contra médicos que gozan de prestigio, es decir, que también tienen buenas cuentas bancarias. .


Según el reporte de la Comisión Estatal de Arbitraje Médico, al cierre del primer semestre de 2015 se habían abierto 444 expedientes, contra 423 casos atendidos durante el año 2011 (supongo que es 2014), que fue de 423.

El Dr. José Antonio Medina Rodríguez, Director de la Coesamed opina que el aumento se debe a la confianza que la ciudadanía tiene en la institución y en que ahora existe un mayor conocimiento acerca de las actividades y funciones de ese organismo.

Pero los resultados de los peritajes revelan otros datos de suyo interesantes, más allá de la “confianza” de los denunciantes: El mismo reporte indica, que de los 444 casos recibidos, sólo 24 fueron quejas formales, de las cuales 10 ya fueron cerradas y 14 continúan en proceso, el cual puede durar de 6 a 8 meses.  En cuanto al índice de conciliación, se resuelve favorablemente para ambas partes en el 60% de los casos y cuando no es así, los derechos del paciente se dejan a salvo para que pueda agotar la vía penal o civil.

En el primer semestre de 2015, las especialidades más recurrentes fueron Ortopedia y Traumatología, Ginecología y Gastroenterología. Asimismo, el 83% de los casos pertenecen a servicios médicos del sector público: al IMSS, el 66%, al ISSEA 10% y al ISSTE 7%. Los prestadores de servicios médicos privados, alcanzaron el 17% del total de asuntos atendidos.

Las estadísticas muestran que escasamente un 5% de las quejas, son formales, debido sin duda a múltiples factores, principalmente a que los familiares de los pacientes recapacitan luego del “calentamiento” o reacción inmediata al no salir las cosas como esperan. Todos queremos que nuestros enfermos salgan sanos del consultorio o del hospital.

Como sea, de las 24 quejas, 10 ya fueron cerradas y 14 continúan en proceso, el cual puede durar de 6 a 8 meses.  En cuanto al índice de conciliación, se resuelve favorablemente para ambas partes en el 60% de los casos (la Coesamed no dice que la conciliación implica una suma de dinero) y cuando no es así, los derechos del paciente se dejan a salvo para que pueda agotar la vía penal o civil. Lo que no dice la Coesamed es que muchas veces se debe a que los demandantes no obtienen lo que soñaban obtener, o que en el curso del proceso advierten que carecen de fundamento sus exigencias.

Decía el entonces director de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado Dr. Guillermo Aguilar Lechuga –qepd-, entrevistado por quien esto escribe, que “Los muchos casos de negligencia médica... debe ser un llamado de atención a los médicos, a los directivos de los hospitales y al personal en general, para que en ningún momento olviden lo importante de su labor.

“No debemos dejarnos llevar por las obviedades y como médicos, en lo general debemos dar oportunidad  para que se recupere la confianza en nosotros. Se ha perdido la ética”, decía el galeno recientemente fallecido. “El trabajo del médico es de mucha presión, y quien no esté dispuesto o no esté en condiciones de trabajar bajo esas circunstancias o no esté conforme con el salario que se le paga, debe dejar el lugar a quienes sí quieran trabajar, pero que no hagan su trabajo a regañadientes y que el paciente sea el  sacrificado”.

Inobjetables los conceptos de quien fuera destacado médico legista, sin embargo,  qué reciben a cambio los médicos no obstante ser fieles observantes de la ética, de su espíritu de solidaridad para con los enfermos, su entrega al trabajo no obstante los bajos ingresos en el sector público e igual en las consultas privadas? Que a la menor sospecha, nacida del hecho de que “si el paciente se salva es milagro, y si se muere es por el médico”, es demandado. Lo apoya la institución, que respeta el principio de que todos somos inocentes hasta que no se nos demuestre la contrario, pero en su autoestima el denunciado sufre un daño, y las más de las veces se busca la conciliación con los denunciantes, aún si está claro que carecen de razón, porque se prefiere “un buen arreglo”, que “un mal pleito”, o a la inversa; y el médico queda en entredicho, sólo él sabe que es inocente, porque no recibe apoyo para ir a defender su prestigio...

Es cierto, hay negligencias médicas, aunque difícilmente se puede aceptar que se cometan intencionalmente, muchas veces puede ser por la carga de trabajo, y  no pueden ser atribuibles al  médico —también tendríamos culpa como derechohabientes y beneficiarios, por saturar sin justificación consultorios y hospitales.

Decía Guillermo Aguilar, que ya no es como antes, que la última palabra la decía el médico. Ahora, la gente es más desconfiada de lo que dice el médico, y pide otras opiniones, incluso es frecuente que un médico critique la prescripción del anterior, y hasta la formación profesional del colega, todo lo cual contribuye a generar la desconfianza en la población.

“Debido a ello ahora, con mayor frecuencia, cuando ocurre un fallecimiento, se recurre a la denuncia, ante la sospecha de negligencia médica. Lo primero que se hace es recoger el expediente, de ahí que siempre se recomiende a los médicos, procurar una adecuada integración de los expedientes clínicos porque, por lo general, no se cumple con esa obligación, sobre todo en los hospitales o clínicas particulares., y en ello hay una responsabilidad.

SE DICE QUE “LOS abogados encierran sus errores y los médicos los entierran”,  ahora hay que agregar:  “Y los legistas los desentierran”. ¿Después de cuánto tiempo de sepultada una persona, pueden determinar las causas patológicas de la muerte?

—“Si tiene una lesión en cráneo, en huesos, puede ser en cualquier momento, años después incluso, mientras existan los huesos. En otro tipo de lesiones, cuando mucho, 15 días, quizá un mes, máximo, porque se van deshaciendo los órganos. Si hay una lesión del corazón o del hígado, por ejemplo, cuando muere el individuo las membranas celulares de esa parte del cuerpo se rompen y dejan salir todas las enzimas y se desintegran”, explicaba el entrevistado.


“Las cosas han cambiado”, era mejor cuando había pocos médicos –también había menos pacientes-, se sabía quién era el doctor. Ahora, hay muchos, pero no hay una identificación con los pacientes, incluso en el IMSS, es difícil que los pacientes conozcan al doctor que los atiende, porque muchas veces ni siquiera voltean a verlos ni los auscultan, se concretan a extenderles la receta, según expresiones que con frecuencia escuchamos”, concluyó..

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