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El Exodo de Babilonia (Nabuco, de Verdi)






PERMÍTAME DOS Preguntas, amable lector: ¿Fue usted a misa ayera? Y ¿Le gusta “Nabuco”, El Coro de los Esclavos, de Guiseppe Verdi? Si respondió afirmativamente ambas, habrá hallado la relación de una con la otra en el tema de la Primer Lectura: “La ira del Señor desterró a su pueblo; su misericordia lo liberó”...



LA SEGUNDA LECTURA refiere el motivo por el que Jerusalén fue destruido por el rey de los Caldeos y a los que escaparon con vida fueron llevados a Babilonia, donde fueron esclavos del rey y de sus hijos 70 años, hasta que el reino pasó al dominio de los persas y Ciro, su rey, reconstruyó Jerusalén y dio indicaciones “a todo aquel que pertenezca a ese pueblo”, partir hacia allá...



“ELLOS SE BURLARON de los mensajeros de Dios, despreciaron sus advertencias y se mofaron de sus profetas, hasta que la ira del Señor contra su pueblo llegó a tal grado, que ya no hubo remedio. ·Envió entonces contra ellos al rey de los Caldeos, incendiaron la casa de Dios y derribaron las murallas de Jerusalén, prendieron fuego a todos los palacios y destruyeron todos sus objetos preciosos”...



“JUNTO A LOS RIOS de Babilonia nos sentábamos a platicar de nostalgia; de los sauces que estaban en la orilla colgamos nuestras arpas”. transcurridos 70 años, en el año primero de Ciro, de rey de Persia, “inspirado por Dios”, les dijo que volviesen a su pueblo. Ese castigo refiere el coro de los esclavos de Verdi:...



“VUELA PENSAMIENTO CON alas doradas, pósate en las praderas y en las cimas, donde exhala su suave fragancia el aire dulce de la tierra natal. Saluda a las orillas del Jordán, y a las destruidas torres de Sión.”...



La santidad del Monte Sión para todas las religiones se percibe ya desde lejos en sus monumentos, que destacan en el horizonte de Jerusalén. Sin embargo, la relevancia de esta colina situada justo al sur de las murallas de la Ciudad Vieja de Jerusalén empieza por su propio nombre: "Sión" es uno de los términos más antiguos que aparecen la Biblia para referirse a Jerusalén, cuando David convirtió esta ciudad por primera vez en su capital (2 Samuel, 5:7). De hecho, la antigua Tumba de David  
 en el Monte Sión es lugar de peregrinación desde hace siglos. El edificio que la alberga ha sido a lo largo del tiempo iglesia, mezquita y ahora sinagoga en honor al rey David, "dulce cantor de Israel" y antepasado del Mesías.



En otro lugar de este antiguo conjunto se encuentra la Sala Superior o Cenáculo, d onde la tradición cristiana sitúa la Ultima Cena (Mateo, 26:18–35) y los acontecimientos de Pentecostés (Hechos, 2:1–4).

Al otro lado se encuentra la Abadía de la Dormición,  erigida en 1898 por los benedictinos alemanes, con su tejado triangular tan característico de la ciudad. Éste es el lugar donde según la tradición católica se produjo la Asunción de María al Cielo. El santuario de la iglesia no sólo transmite espiritualidad, sino que alberga conciertos especiales que atraen a los habitantes de Jerusalén, sea cual sea su credo.


Una de las ocho puertas de la Ciudad Vieja, la Puerta de Sión, se abre hacia este monte. En ciertos tramos del paseo de las murallas que comienza en e Museo Torre de David, los visitantes encuentran unas fascinantes vistas del monte, y después bajan a la Puerta de Sión para visitar sus lugares de interés.








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