Muy buenos días mi querida familia.
*Fiesta de la Presentación del Señor* Lucas 2, 22-40
En la narración que hemos escuchado, Simeón dice a María una frase enigmática que suena a amenaza: UNA ESPADA TE TRASPASARÁ EL ALMA. ¿Qué quiere decir esto?
La piedad ha derivado de ello la figura de la Dolorosa cuyo corazón han traspasado siete dolores (de ahí la consiguiente devoción y la imagen del corazón de María traspasado por siete espadas). Son dolores con los que María ha lidiado por ser madre y creyente en Jesús.
Pero la cosa parece que no va por ahí: según el evangelio, María representa al Israel que quiere dar el paso hacia Jesús. Y eso conlleva dejar atrás aspiraciones, anhelos, que no casan con el mesianismo pobre de Jesús, con su entrega generosa a los demás. Por eso, los anhelos de triunfo y gloria se verán truncados. Se podría traducir así la frase de Simeón: “Una espada truncará tus anhelos”.
O sea: Jesús y su modo pobre de entender el reino truncarán tus anhelos de grandeza, de dominio, de imposición y los transformará en cuidado, solidaridad, acompañamiento, amor, inclusión. Es el cambio de vida que demanda la fe.
Esto nos interesa. ¿Cómo vivir una fe cristiana que anima ciertos anhelos y cercena otros?
*Anima el anhelo de la paz y serena nuestro corazón violento:* no se puede pretender la paz si nuestro corazón alberga la violencia. De lo que hay en corazón habla la boca: si hablamos palabras de paz, que el corazón esté en paz.
*Anima el anhelo de interdependencia y cercena el yo egoísta*: todos necesitamos de todos. Nadie se hace solo a sí mismo. Nos hacemos con los demás. Hasta biológicamente somos un “nosotros”.
Una fe de calidad no puede ser una fe indolora. El evangelio quiere reorientar nuestra vida y eso no se hace sin que nuestros anhelos más egoístas queden intactos. La fe, todos lo sabemos, tiene sus exigencias. Hay que estar dispuesto a pagar ese precio para ser seguidores reales de Jesús. Si ser cristiano no nos cuesta es que, tal vez, nuestra fe es de poca calidad.
Buona Domenica Dell Signore. Dio con noi.
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