COSA DE PRENSA
· La Carta Pastoral del Obispado
· Mensaje: “La Patria somos todos”
· Un país que escuche a los pobres
AGUASCALIENTES,
Ags., martes 12 de septiembre de 2017.- ¿Cuántos periodistas podremos presumir
del don de la oportunidad? Ahí estuvimos en 2016, en el mismo lugar donde
surgiera una Carta Pastoral de la Diócesis de Aguascalientes, con
recomendaciones a la clerecía sobre el proceso electoral, de resonancia
nacional e internacional; otra vez, ahí estuvimos ayer después de muchos meses
de ausencia, a 72 horas de iniciado el proceso de Sucesión Presidencial, y
surge otra Carta Pastoral en la que el Obispado hidrocalidense fija su posición
–sin decirlo ni detallarlo ni aludirlo, por supuesto, pero la pone en claro- en
torno a las elecciones presidenciales de 2018. Y naturalmente, no fue monseñor
José María de la Torre Martín el encargado de proclamarla, de leerla, sino su
vocero, un joven prelado de muy alto nivel intelectual, que en el ámbito de la
comunicación social institucional ya lo quisiera cualquier ínsula del poder
político para un día de fiesta cualquiera: Carlos Alvarado Quezada. Como se
sabe, Usted cheque y corrobore su significado, pero la Carta Pastoral, entre
otras cosas, instruye a sacerdotes y clero en general, en este caso, sobre
“cómo comportarse en circunstancias particulares”, por lo que dilucidar o
discernir qué quiere decir es ocioso. “Al buen entendedor pocas palabras”… A
diferencia de aquella carta pastoral de mayo del año pasado, ésta brilla en altura de miras, son mucho más elevadas y de
auténtico interés general. Júzguelo Usted mismo, porque la transcribiremos en
este espacio hasta agotar el tema. Se titula “La Patria somos todos”, fechada
en septiembre el mes de la Patria 2017 y dirigida a sacerdotes, miembros de la
vida consagrada y fieles laicos de la Diócesis de Aguascalientes: “Nuestra
patria es esta tierra nacional donde hemos nacido y vivimos. Patria son nuestros
padres e hijos, nuestras generaciones que han hecho historial en este suelo. Es
la gran familia nacional, con todo lo que nos une, por encima de lo que nos
divide. Es la conciencia que nuestra nación posee de sí misma. Y es el
patrimonio espiritual del pueblo mexicano, los sentimientos más nobles de los
mexicanos de todos los tiempos”.
Lo
anterior fue el primer párrafo y luego sigue un enlistado: “La patria somos
todos. El Señor nos ayude a ir creando el México del futuro: Un país justo,
fraterno, solidario, plural, armónico. Un país que ofrezca vida digna para
todos. Un país donde todos seamos corresponsables. Un país que sabe dialogar y
donde, entre todos, nos enriquecemos con nuestras ideas: grupos sociales,
partidos políticos, pueblo y gobierno, se escuche la voz del débil, del pobre,
del campesino, del indígena, de la mujer marginada…” (Continuamos mañana).
LA COSA ES QUE…
A
Marco Antonio Oliva y Sergio Reyes Reséndiz los conocimos en la fuente de la
Presidencia, cuando Otto Granados Roldán era su jefe; incluso viajamos con
él a un lugar que Carlos Salinas de
Gortari bautizaría como “La fascinación del Este”. Se refería a la inminente caída del Muro de Berlín que
vendría a finales de 1989. En aquella ocasión aterrizamos en Lisboa, Londres,
Ginebra, Bonn y Bruselas. Muchos años atrás, en 1975 y de la misma tropa,
teníamos como invitado a nuestra boda
civil a Fernando Lozano Galindo (hijo de aquel reportero de El Día, Pedro Lozano) que este domingo
se despidió. Ya platicaremos aquellas anécdotas; qué tal.
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