le he visto matar muriendo.
Fue un torito traicionero
de la raza de Miura
que le llamaban Islero…”
de Pedro Julio Jiménez Villaseñor
DECÍA EL mismísimo “Manolete”, a Eleuterio Verdes de la Villa, alias “Juan de Gredos”, lo siguiente.
“¿LAS MANOLETINAS?”... Gracioso calificativo. La primera vez que yo las vi escritas reí de buena gana. Esa suerte, en la que hay desde luego mucho de espectacular, yo la he empleado y la empleo en aquellas faenas de verdadero adorno, cuando el público pide más y más, y yo materialmente me he hartado de ensayarlo todo. Desde luego puedo asegurarte, que siempre que la ejecuto me sale limpiamente y que la practico con demasiada prodigalidad.
Diríamos que he conseguido una acabada ejecución. Y el lance es sencillamente infeliz. Tiene una gran vistosidad, mucha emoción, y todo depende, de la salsa le ponga uno. Yo creo que al primero que se la vi dar fue a Domingo Ortega -¿A quien se la vio hacer Domingo Ortega?- Porque en una vieja colección de “Sol y Sombra”, publicada en 1900 he visto una fotografía de aquel “Minuto” pinturero y magnifico, realizando con toda limpieza esa misma suerte y al pie la explicación que decía: Pase de frente por detrás ejecutado por “Minuto. ¡Atame esa mosca por el rabo!
EL HIJO de doña Angustias –único hijo varón- nació el 4 de julio de 1917 en la Córdoba de Los Califas, lo que nos marca que murió a la temprana edad de tan solo 30 años. Gabriel Salvador Ruiz de Luna Arroyo vio la luz primera en Talavera de la Reina el 18 de marzo de 1908, falleció en Madrid el 5 de agosto de 1978, él le cantó la conocida Elegía…
¡Pero si no puede ser
lo vi con mis propios ojos
y no lo puedo creer!
¿Sabe usted una cosa, mare?
¡Hoy ha muerto Manolete
en la plaza de Linares!
Qué momento más tremendo.
Lo he visto morir matando
le he visto matar muriendo.
Fue un torito traicionero
de la raza de Miura
que le llamaban Islero.
Mucha casta, más bravura
¡Malhaya sea la fama
de los toros de Miura!
Pero si no puede ser.
¡lo vi con mis propios ojos
y no lo puedo creer!
¡Linares, Linares!
enluta tu corazón
con crespones y alamares
que ha muerto de la afición
el pilar de los pilares.
Tiene los ojos cerraos
el mejor de los toreros
también se llamó Manuel
lo mismo que el Espartero
El as de los ases fue
mezcla de gitano y moro
Manolete el cordobés
su vida dejó en un toro.
En Córdoba se ha enlutao
el más alto minarete
que en la plaza de Linares
mató un toro a Manolete.
DENTRO DE la confidencias contadas al señor “De Gredos”, “Manolete” se sincera diciéndolo que prefiere al toro normal en lo que e peso se refiere, que el astado gordo no funciona, pone como ejemplo a dos caballos, uno muy delgado y al otro corpulento en exceso, apuesta la imaginativa carrera por el primero de los mencionados cuacos. ¡Lógico lo es!
POR CIERTO que…
A “MANOLETE” le gustaba leer temas técnico-taurinos, nunca biografías de los grandes espadas, declaraba así aprender más de los vericuetos de la lidia, además recordaba con cierto desecho sus años de ayudante de choferes de grandes camiones, trabajo al que se vio obligado a ejecutar para aminorar las carencias económicas por las que se pasaba en casa, en la misma donde un día doña Angustias descubrió la falta de un pañuelo, una reliquia para ella, del difunto padre del próximo cercano IV Califa, seña para ella que a su hijo ya le había dado por recorrer capeas en los pueblos circunvecinos, desde luego era una pena recordar los sinsabores que pasa la esposa al ver al esposo jugarse la vida. El padre de “Manolete” dejó la profesión por fallas con la visión.
HEMOS DE continuar con las historias de este hombre que dejara la vida el 29 de agosto de 1947 en la plaza de Linares, torero que debutó en Tetuán al lado de un desconocido mexicano llamado Silverio Pérez… Nos Vemos.
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