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Mercado Interno Juan Manuel Rodríguez

Impactó a la inflación el transporte que
en marzo se disparó 34 veces en un año

Perjudica más inflación a empleado formal
 con salario fijo; informal, flexibiliza ingreso

Juan Manuel Rodríguez (05-06-17)
Si los observadores y expertos analistas están preocupados porque la inflación se convierta en “inercial”, es decir que nos acostumbremos a los continuos aumentos de precios sobre todo los reetiquetadores en el super o los empresarios de cualquier tamaño de negocio, grande o changarro, más se escandalizan por “la velocidad” con que evoluciona la carestía.

Observador e investigador acucioso, el profesor del Tec de Monterrey,  Macario Schettino, ilustra sobre la velocidad y en los tres primeros meses del año considera que ciertamente aumentó la inflación pero estable, salvo en grasas y aceites (9%); en general, ha sido estable. Pero sorprendió que en el ramo de transporte aumentó 8 veces de enero a febrero comparado con 2016, y en marzo lo peligroso fue que disparó su inflación en ¡34 veces! comparado con el mismo período de 2016. Eso repercutió en el resto  (El Financiero, 1 junio 17).

Para el ciudadano común es bien sabido que la inflación es el peór impuesto que se puede aplicar a los consumidores en general y el economista Benito Solís Mendoza nos ilustra del efecto inflacionario sobre el salario real y que no es equilibrado, según la posición que los empleados ocupan en el mercado laboral.

Ubica a uno de los sectores “especialmente perjudicados” cuando se eleva la inflación, en el de los trabajadores y empleados “formales” porque tienen ingresos con poca flexibilidad en el corto plazo; generalmente el  pequeño aumento les llega anualmente. Por su parte, los trabajadores “informales”, productores o comerciantes, pueden ajustarse de manera más rápida (siempre y cuando la demanda del mercado lo permita)”. Una de las consecuencias, es la presión para pedir aumento de salarios, pero si esto se hace de forma  generalizada, puede provocar peores problemas de los que se quieren resolver de los cuales hace una descripción.

Entre los mecanismos que sugiere para reponer el poder de compra de sueldos y salarios, menciona  ”por medio del ajuste de la tabla del ISR (Impuesto Sobre la Renta) para el ingreso de las personas, como la misma ley lo obliga”.  Otro mecanismo, sería  “permitir la renegociación de los plazos o las tasas de interés para los trabajadores con deudas en el mercado financiero formal, a fin de que tengan un menor impacto negativo en sus ingresos disponibles”, pero lo mejor es evitar que regrese la inflación a nuestro país (El Financiero, 30 de mayo 17)

Confía Banxico en resultados por alza
de tasa de interés, en el 2º semestre

Con las declaraciones del viernes que Agustín Carstens (gobernador del Banco Central) emitió en el sentido de que la inflación podría registrar un repunte y llegar al 8 por ciento, añadió que “nosotros pensamos que vamos a entrar otra vez a una tendencia convergente de la inflación de tal forma que estemos muy cerca a nuestro objetivo de 3 por ciento hacia finales de 2018”, nos crea mayor incertidumbre al recordar que él calificó de “catarrito”, lo que en 2009 llegó a ser la peor crisis mundial de la que todavía no salimos.

El nivel máximo de inflación de los últimos 8 años, pues ya alcanzó la de 2009, llegó en la primera quincena de mayo a 6.17% (la meta oficial, es del 3%), se dice que presionada por devaluación del peso y desde luego aumentos en combustibles (“gasolinazo”), transporte y alimentos.

Desde diciembre de 2015, Banxico ha aumentado hasta en cinco veces las tasas de referencia en un esfuerzo por contener la inflación y actualmente la tasa se ubica en 6.75 por ciento después de aumentarle 375 puntos básicos y que, si alguien piensa que ha sido infructuoso, Carstens opinó que, de no haberlo hecho la aceleración inflacionaria hubiera sido peor.

Y por si alguien esperaba que ya no habría más alzas, el subgobernador del propio Banxico Javier Guzmán, desde Nueva York dijo que es imposible decir que el ciclo de aumento de tasas ha terminado. El problema es que, como dicen los analistas, si la mayor inflación obliga al Banco Central a una política monetaria más restrictiva, lo que equivale a elevación de las tasas de interés, reduce el poder de compra de los trabajadores que tengan deudas.

Lo peligroso es que Banxico se limite a lo único que parece tener a la mano, el alza de las tasas de interés que ya vimos que no ha funcionado y corremos el peligro de que la inflación se quede convirtiéndose en algo inercial o, peor, como le sucede a la hermana República de Venezuela

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