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La Columna de la Información 07 06 2017

Cortando por Lozano


Empecemos a defendernos de los malos prestadores de servicios

·      Tema 1

·      “Hoy no hay columna”
·      Se fue “la luz” toda la noche
·      Debemos confiar en el personal de la CFE
·      Esos hombres de veras se la “rifan”
·      La oscuridad es propicia para que vaguen los recuerdos
·      Mañana será otro día




TEMA 1.- ESTOY ABOCADO A otras labores antes de entrar a escribir la columna y ¡se va la luz”. Los archivos, ya más o menos ordenados para irlos desgranando se quedan en la computadora y de nada sirve que la portátil tenga un 89 por ciento de reserva de energía. Mis ojitos (el chamuco) me dicen que me duerma, que quizá la luz no vuelva en toda la noche, pero es frustrante quedarse con temas que desde el momento de escogerlos los imaginamos publicados…

SON LAS 3:26 A.M. y la ingrata no llega, me consuela saber que el problema está en varias calles, me lo dijo un operador muy amable hace unos minuto al otro lado de la línea 071,  y ello me “consuela”, sobre todo porque me da la seguridad de que el nunca bien ponderado personal de la CFE estará trabajando para solucionar el problema…

TODOS LOS TRABAJOS son importantes, por supuesto que sí, pero hay algunos indiscutiblemente especiales y entre ellos destaca el de los “kilowatitos”. Sólo de verlos trabajar en lo alto de los postes da escalofríos y despierta admiración, pero cuando sabemos que las más de las veces operan con “líneas vivas”, no queda sino expresarles, a lo lejos, nuestros respetos…

“LINEAS VIVAS”, NO ESTÁ por demás decirlo significa que por circunstancias del trabajo, por la necesidad de mantener en acción, fábricas, oficinas, hospitales, pequeños talleres y gigantescas industrias hay que manejar cables cargados de energía: ¿de cuánta? Imagínese usted. Están tan expuestos al peligro más que un torero ante los cuernos de un toro, pero a ellos no los ovaciona nadie, los vemos con indiferencia, como a cualquier otra persona que cumple con su trabajo. Ellos no se desaniman y cada día salen a la calle “a partirse la madre”, pero con la fe y la esperanza puestas en que no sea una tragedia la que corone su arriesgado trabajo…

SI “SE VA A LUZ”, pensamos en las “deficiencias” de la CFE, en los “flojos” de los trabajadores electricistas, cuando son los menos culpables del incidente, y estadísticamente los usuarios somos los causantes en mayor grado, de los “cortes” que se registran. Un “diablito”, un árbol cuyas ramas no cortamos con oportunidad, algún objeto colgado en los cables (tenis, o zapatos viejos por lo general), acciones que nadie sanciona y por eso lo seguimos haciendo…

SON LAS 3:45… y entre reflexiones, unas cuantas tecleadas y otras distracciones los minutos de oscuridad se extienden; nada hay más allá de la parte superior de la tapa de la portátil, cuya carga se sigue consumiendo más rápido de lo que yo quisiera, la oscuridad es total, por fortuna ya no creo en fantasmas, pero si bajo a la cocina por un café, quizá no lo haga sin llevar una linterna…

NO ES MIEDO, MIEDO era 50 y tantos años atrás al salir de El Heraldo más o menos a estas horas, a mis 14 años, y tener que caminar entre penumbras (a veces la luz de la luna es más traicionera) por un callejón bordeado de grandes  mezquites, luego de dejar atrás las últimas luces de la ciudad justamente donde termina el panteón de La Cruz, de cuya frontera a mi casa me separaban no más de un kilómetro, sin agua, luz, drenaje, teléfono, alumbrado público. Si la hoy prolongación Guadalupe no era ni calle, siquiera, sólo una vereda entre mezquites y escombros….

YO ENTONCES SABIA muchas canciones (las aprendí por necesidad), y las  entonaba a todo pulmón apenas llegando a la orilla del panteón para entrar a la  mezquitera, era una soledad total, que asustaba. Así llegaba a mi casa, con el zaguán tenuemente iluminado por un aparato de petróleo que dejaba mi madre para orientarme en mi escabroso camino, como si fuera el camino de la vida. Ya dentro, una tortilla de huevo con frijoles refritos y un jarro de café, preparados por las  manos amorosas de doña Chabela, me volvían a la vida. Años después, la misma actividad, aunque con mejores condiciones –luz, agua. Calles, aunque de terracería-, y el mismo chiqueo, pero ya a cargo de doña Lula…

POR ESO NO ME ASUSTA (¡de veras!) caminar en la oscuridad; lo que preocupa es que “se vaya la luz”, porque luego empiezan a salir los recuerdos, les gusta la oscuridad, la ausencia de todo , son de otras épocas y se cohíben, les da pena y miedo la luz de los faroles. Sigo a oscuras, procuro moverme lo menos posible para no acrecentar el calor.  Son las 4:15 y   a cada minuto me convenzo más de que hoy no habrá columna, que no hay nada qué contar…

POR FORTUNA  tampoco hay patrón que me descuente el día, pero el compromiso que se adquiere con los lectores es muy fuerte e importante. Por eso me preocupa que hoy no les ofrezca nada para leer…

PUEDO ESPERAR más, pero la carga de la laptop no se recupera  con la oscuridad. Quizá tenga que desistir. Lo haré cuando apenas quede energía para avisar que hoy no hay columna, por causas ajenas a mi voluntad. Mañana será otro día. No Internet ni de Telmex ni de izzi, compartí el del celular para subir este archivo…

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1 Comentarios

Unknown ha dicho que…

Como se nota tu pasión y compromiso con las letras, me encanto la NO columna de hoy!!
Felicidades mil!!