Dr. Enrique Ochoa Reza
Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Presente.
Señor presidente:
Como siervo de un partido que se supone hace revolución, tengo derecho a expresar mis sentimientos que no distan mucho de los fundamentos filosóficos del pensamiento crítico. Recurro al método del análisis crítico como recurso permisible y eficaz para la resolución de problemas en procesos y entornos políticos decadentes o en vías de decadencia.
Como depositario de la corriente ideológica liberal, que no neoliberal, tengo derecho a pensar y compartir mis juicios sobre la organización política en la que milito, la cual ha sido agraviada y deformada por el delirio y la locura de priistas encumbrados traficantes de influencias y profesionales del pillaje que se apoderan de los bienes nacionales y del erario público al amparo del fuero y la cultura de la impunidad.
CONSIDERACIONES
En la justa 2010 la dirigencia local a mi cargo tuvo la fortuna de entregar buenas cuentas electorales. Así, tuvimos carro completo, pues ganamos gubernatura, ayuntamientos y diputaciones locales.
Heredamos un partido grande, fuerte, vigente y valiente con capilaridad social, acción gestionaria y solidez ideológica; un partido imbricado en pactos políticos sectoriales, organizacionales y territoriales que le dieron valor agregado a la unidad orgánica.
Se impulsó la cultura del debate entre propios y extraños. También se toleró la crítica y la autocrítica fue fomentada.
A la improvisación se antepuso el método. En dos años las acciones estratégicas y tácticas fueron planeadas de principio a fin. De esta manera todas las flechas y todas las líneas fueron direccionadas hacia el objetivo: obtener la victoria en 2010.
También con serenidad de ánimo, cálculo de probabilidades, medición de fuerzas, esfuerzo superior y tiempo anticipado se diseñó y operó una política de alianzas y acomodos exitosa.
La tensión y motivación a liderazgos de base fue privilegiada y la armonización de la clase política fue determinante para el cierre de filas y la unidad de propósitos.
LA CRITICA
A casi un año de la elección, hipotéticamente pactada el PRI está vivo, pero estático, con dirigencias irregulares y una clase política disminuida, ausente de las calles y distante de las bases, dejado de la mano de cesares, faraones o príncipes.
Los de afuera nos ven como una oposición inhibida y temerosa; una oposición desbrujulada y desperfilada; una oposición sumisa, muda y cómplice en el sigilo de los intereses individuales. Los priistas debemos tener cuidado y distinguir lo que significan entreguismo, respeto y civilidad política frente a las oposiciones.
Yo no lo se de cierto, pero aún permea la idea de una elección pactada entre elites. Los hechos así lo delatan: una iniciativa de ley sobre matrimonios igualitarios con consecuencias demoledoras; una resolución electoral del tribunal local sobre las rodillas; consejeros impuestos por el CEN del PRI que engañaron a la candidata; personajes conversos del poder central que en el día veneraban el código sagrado del Partido y en la noche adoraban las bondades del Becerro de Oro azul; un fallo definitivo de magistrados electorales domesticados y obedientes; un gobierno priista carente de operadores políticos; priistas pragmáticos que hoy tocan la puerta de la oposición buscando alianzas y cobrando favores.
Muchos priistas nos preguntamos si realmente seremos útiles en los arreglos cupulares y el acomodo de piezas e intereses rumbo a la sucesión presidencial.
Después de la última sesión del Consejo Político Estatal, el priismo de Aguascalientes, ofendido y agraviado espera ser atendido, cuidado y tutelado por la dirigencia nacional.
¿LAS COSAS VAN A MEJORAR?
A este paso que vamos ¿Quién sabe?
Señor presidente:
Como siervo de un partido que se supone hace revolución, tengo derecho a expresar mis sentimientos que no distan mucho de los fundamentos filosóficos del pensamiento crítico. Recurro al método del análisis crítico como recurso permisible y eficaz para la resolución de problemas en procesos y entornos políticos decadentes o en vías de decadencia.
Como depositario de la corriente ideológica liberal, que no neoliberal, tengo derecho a pensar y compartir mis juicios sobre la organización política en la que milito, la cual ha sido agraviada y deformada por el delirio y la locura de priistas encumbrados traficantes de influencias y profesionales del pillaje que se apoderan de los bienes nacionales y del erario público al amparo del fuero y la cultura de la impunidad.
CONSIDERACIONES
En la justa 2010 la dirigencia local a mi cargo tuvo la fortuna de entregar buenas cuentas electorales. Así, tuvimos carro completo, pues ganamos gubernatura, ayuntamientos y diputaciones locales.
Heredamos un partido grande, fuerte, vigente y valiente con capilaridad social, acción gestionaria y solidez ideológica; un partido imbricado en pactos políticos sectoriales, organizacionales y territoriales que le dieron valor agregado a la unidad orgánica.
Se impulsó la cultura del debate entre propios y extraños. También se toleró la crítica y la autocrítica fue fomentada.
A la improvisación se antepuso el método. En dos años las acciones estratégicas y tácticas fueron planeadas de principio a fin. De esta manera todas las flechas y todas las líneas fueron direccionadas hacia el objetivo: obtener la victoria en 2010.
También con serenidad de ánimo, cálculo de probabilidades, medición de fuerzas, esfuerzo superior y tiempo anticipado se diseñó y operó una política de alianzas y acomodos exitosa.
La tensión y motivación a liderazgos de base fue privilegiada y la armonización de la clase política fue determinante para el cierre de filas y la unidad de propósitos.
LA CRITICA
A casi un año de la elección, hipotéticamente pactada el PRI está vivo, pero estático, con dirigencias irregulares y una clase política disminuida, ausente de las calles y distante de las bases, dejado de la mano de cesares, faraones o príncipes.
Los de afuera nos ven como una oposición inhibida y temerosa; una oposición desbrujulada y desperfilada; una oposición sumisa, muda y cómplice en el sigilo de los intereses individuales. Los priistas debemos tener cuidado y distinguir lo que significan entreguismo, respeto y civilidad política frente a las oposiciones.
Yo no lo se de cierto, pero aún permea la idea de una elección pactada entre elites. Los hechos así lo delatan: una iniciativa de ley sobre matrimonios igualitarios con consecuencias demoledoras; una resolución electoral del tribunal local sobre las rodillas; consejeros impuestos por el CEN del PRI que engañaron a la candidata; personajes conversos del poder central que en el día veneraban el código sagrado del Partido y en la noche adoraban las bondades del Becerro de Oro azul; un fallo definitivo de magistrados electorales domesticados y obedientes; un gobierno priista carente de operadores políticos; priistas pragmáticos que hoy tocan la puerta de la oposición buscando alianzas y cobrando favores.
Muchos priistas nos preguntamos si realmente seremos útiles en los arreglos cupulares y el acomodo de piezas e intereses rumbo a la sucesión presidencial.
Después de la última sesión del Consejo Político Estatal, el priismo de Aguascalientes, ofendido y agraviado espera ser atendido, cuidado y tutelado por la dirigencia nacional.
¿LAS COSAS VAN A MEJORAR?
A este paso que vamos ¿Quién sabe?
Espero que después de las elecciones de los estados de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz el Comité Ejecutivo Nacional despierte y se de cuenta que el priismo de Aguascalientes aún existe, está vivo, deprimido y con la moral baja, esperando más que la conmiseración de los dioses del olimpo (CEN), el aliento y el grito de guerra para elevar el espíritu y el orgullo priísta.
Lic. Isidoro Armendáriz García.
Consejero Político Estatal del PRI.
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