plena unidad de todo el movimiento obrero
¿Cómo queda el empresariado de Ags sin
alianza con 100 mil sindicalizados de FTA?
Juan Manuel Rodríguez (10 abr 17)
La pregunta es plausible porque en días pasados, con el gobernador Martín Orozco Sandoval como testigo, firmaron un pacto los factores de la producción estatal, el Capital y el Trabajo, en el donde, por primera vez, fue desplazado el sempiterno líder obrero cetemista Alfredo González González, dirigente de la más numerosa organización obrera, la Federación de Trabajadores de Aguascalientes (FTA) y representante del poderoso sector obrero dentro del otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional (No ha ganado local ni federal una elección en 6 años, incluida la derrota del mencionado líder obrero priista cuando fue candidato a un puesto de elección popular).
El organismo cúpula empresarial signante del Pacto, el Consejo Coordinador Empresarial de Aguascalientes (CCEA) representado por Pedro de la Serna, aceptó firmar el documento con J. Refugio Martín Ruiz, líder de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), de fuerza local relativa que podría controlar no más del 15 por ciento de los sindicalizados locales.
A falta de explicaciones, surgen las especulaciones y uno puede intuir que la acción tiende a un trabajo oficial digno de Hércúles para limpiar los establos de Augías priistas locales, con tan baja calificación a nivel federal como la del ejecutivo o tan corrupta a nivel de gobiernos estatales (salvo contadas excepciones, que las hay) con una lista de unos quince ex gobernadores investigados por la Procuraduría General de la República y algunos con órden de aprehensión y hasta boletinados a la Interpol en 190 países, prófugos que más bien parecen protegidos oficiales (no pueden hacerme esto,si aporté 2,500 millones a la campaña presidencial, expresaba Duarte el desaparecido veracruzano).
Y esto podría explicar la “limpia” de priistas en la burocracia local, la que no se ha limitado en la separación de altos funcionarios y ejecutivos del equipo del anterior régimen o los que laboraban bajo el sistema de n honorarios, sino incluso en sindicalizados con base y derechos y “barridos” para generar espacios para quienes trabajaron en la campaña del actual gobierno ganador, lo que explica las mantas de protesta que la sección 38 del Sindicato de Salud expuso afuera del Instituto de Servicios de Salud de Aguascalientes (ISSEA), lo que al parecer está obligandó a hacer rectificaciones con algunos que habían sido separados por el simple hecho de ser priistas, lo que implica una sangría de gente trabajadora, algunas muy capaces y que dejarán huecos difíciles de llenar en las administraciones locales (se dice que algunos están siendo reinstalados, pero la ínfima información señala que en el Gobierno estatal afectará a mil 500 empleados y el palacio municipal de la capital indicaron que afectaría entre 10 y 15 por ciento del personal.
Porque cambiar a fondo un régimen no sólo es pintar de azul las patrullas repartir camisas o chamarras con logotipos prohibiendo usar las del sexenio anterior, como le hacen algunos alcaldes competidores de Romero, el “alcalde de Lagos” del siglo XVII que puso un letrero que decía: “este puente se hizo en Lagos y se pasa por arriba”, porque los arrieros para no pagar la alcabala, prescindían del puente y hacían a sus recuas cruzar la corriente del río.
Aunque no se menciona, la Alianza cimbró a un conglomerado empresarial hidrocálido incluso a inversionistas extranjeros. Ignoramos si el presidente de la cúpula empresarial CCEA, consultó a dirigentes de las 34 organizaciones que representa, porque algunos inversionistas hacen manifiesta su preocupación porque sus sindicatos, cetemistas de la FTA, no estén incluidos en la Alianza Capital--Trabajo—Gobierno. La pregunta es ¿sólo estuvo ausente el líder cetemista, y la CROC firmó por TODO el sindicalismo estatal, incluidos los de la FTA?
Si bien la FTA se fundó dos años después que la CTM en el DF, fue en 1948 que llegó Roberto Díaz Rodríguez como líder y se eternizo como lo hizo su maestro Fidel Velázquez. Alcanzó tanta fuerza que al oponerse a los incrementos de impuestos en 1959, estuvo a punto de paralizar al gobierno de Luis Ortega Douglas quien se salvó gracias al movimiento vallejista que en esta enorme plaza ferrocarrilera desplazo cualquier otro problema social.
La Federación de Trabajadores de Aguascalientes (FTA) se fundó dos años después que la CTM en el DF y su fuerza fue tal que se le atribuye, reclamándole, el cierre de empresas tan importantes como Productos de Maíz S.A,: “La Perla” que se nos fue a Guadalajara, y la Jabonera del Centro.
Fue en 1948 que llegó a la secretaría General de la FTA Roberto Díaz Rodriguez cuya fuerza fue tal que estuvo a punto de paralizar el gobierno de Luis Ortega Douglas en 1959, oponiéndose a la alza de impuestos. A Ortega Douglas lo salvó el ”vallejazo” que conmnocionó al país y más a un centro ferroviario de la magnitud de Aguascalientes, pues desplazó cualquier otro problema.
A Ortega Douglas le sucedió como gobernador el profesor Enrique Olivares Santana (1962-68), a quien se le atribuye favorecer tal correlación de fuerzas sociales en la entidad que “ha propiciado una imagen de tranquilidad laboral y paz social para la inversión y el trabajo” dice en un importante trabajo el investigador de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Carlos Reyes Sahagún en su libro “Movimiento Obrero Cetemista en Aguascalientes, 1937-1962”, (Instituto Cultural de Aguascalientes, 1ª edición 1993),
Y en el último párrafo de sus conclusiones, el autor del libro dice: “Sin embargo, así como tendría que hablar de otros grupos –empresarios, iglesia, etc,-- una parte del crédito debe otorgarse a la FTA y con ella a (Roberto) Díaz Rodríguez, en la medida en que pudieron infundir confianza en los inversionistas, controlar a los trabajadores en ocasiones callándo esporádicas protestas, moderar las demandas laborales, aún a costa de la persistencia de los bajos niveles de bienestar, producto de políticas salariales restrictivas”(Subrayado nuestro).
Ése era el trabajo de Roberto Díaz y es el de su sucesor Alfredo González González.
Quizá el 1 de mayo sabremos si en la alianza o pacto sólo se prescindió de un líder pero no se puede soslayar al mayor grupo sindicalizado del estado, en cuya fuerza se sustenta la producción que favorece el desarrollo económico y social y con ello, el bienestar de los aguascalentenses.
Los trabajadores deben rechazar manipulaciones que les dividan y consideren que solo con su unidad, podrán revertir las reformas laborales que tanto daño les han causado, al grado de convertir “huelgas” en sólo “paros técnicos”, en hacer cada vez más precario el salario y ofrecer al extranjero mano de obra barata, multiplicando los bajos ingresos del trabajador y disminuyendo los de mayor percepción, para atraerlo, sacrificando a nuestros esforzados trabajadores.
Que las luchas partidarias no sean pretexto para dividir a los gremios unciéndolos a uno u otro partido, ni inmiscuir las luchas laborales con intereses de grupos político; hoy, más que nunca, los trabajadores organizados del país, deben estar unidos para defender sus derechos consagrados enla Constitución y ahora dislocados en leyes secundarias.
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