Las Instituciones de Educación Superior,
sin capacidad para formar emprendedores
Alicia Sánchez Muñoz
EN LA ACTUALIDAD, ser emprendedor es una idea que
las universidades públicas les inculcan a sus alumnos, pero parece ser sólo
cuestión de discurso o para integrarlos a las actividades y eventos que las
instituciones dedicadas a impulsar a los emprendedores y nuevos
empresarios desarrollan, como por el ejemplo el Instituto Nacional del
Emprendedor y las dependencias que tiene cada estado para esta actividad..
SE TIENE LA percepción de que las Instituciones de
Educación Superior (IES) “cumplen” con la formación
emprendedora de manera superficial, atendiendo a los programas oficiales
que están determinados en el Plan de Desarrollo Nacional y no como debería de
estar sucediendo, a sus planes de estudios...
EL MEOLLO DEL asunto parece estar en que las IES no
cuentan con planes de estudios para formar este perfil. Por más que sus
rectores y directores lo griten a los cuatro vientos para que los capten los
periodistas y los difundan en las redes sociales, lo cierto es que sus
contenidos no dan para ello...
MUCHO SE DICE en el ambiente empresarial, sobre todo
entre quienes lideran empresas innovadoras a nivel internacional, sobre las
deficiencias del sistema de educación superior, y no sólo de México, sino a
nivel internacional y han cuestionado el papel de éstas en la
formación de empresarios con visión innovadora. Pero esto no se queda solo en
palabras, porque las han puesto en evidencia los llamados Chief Executive Officer (CEO´s por
sus siglas en inglés) de empresas tecnológicas altamente rentables en poco
tiempo de haberse fundado (aunque a estas personas en México los
conocemos como los directores generales, fundadores o emprendedores ya consolidados), que
han dejado sus estudios universitarios para formar sus empresas que ahora
están valuadas por miles de millones de dólares.
Lo cierto es que los jóvenes universitarios mexicanos, y
hablemos sólo de los que cursan sus estudios con enfoque tecnológico, o sea,
ingenierías; generalmente son emprendedores de pupitre, cuando se gradúan
difícilmente continúan con sus proyectos emprendedores que iniciaron en la
universidad, pocos, muy pocos, llegan a hacerlo; prefieren dedicarse
a las actividades para lo que fueron formados: obreros altamente calificados.
Esto también nos lleva a otra reflexión: el Gobierno
Federal tiene programas de financiamiento para realizar eventos que se ocupen
de promover el espíritu emprendedor, la mayoría de ellos está dirigida a los
jóvenes estudiantes, verbigracia, la Semana Nacional del Emprendedor, que se
realiza a nivel nacional, y el
Campamento Emprendedor, que lo lleva a cabo el Estado de Aguascalientes.
Ambos implican un costo monetario muy alto y por supuesto dirigido
completamente a los jóvenes, pero el problema es que con actividades muy
superficiales, finalmente entendemos que no son de formación, sino de mera
promoción y fomento, aunque algunos piensen lo primero.
Vemos cómo los jóvenes se abalanzan a esos eventos y se
enorgullecen del estatus que les da sentirse emprendedores, porque en la
actualidad, ser emprendedor da prestigio, pero la realidad es que para ser
emprendedor, lo primero que debe contar no es tener una idea
de negocio, sino tener detectada una necesidad en el contexto social, como
dijera recién un experto, y ese es un paso importante...
Yo agregaría que el tener detectada esta
necesidad sigue ausente en la conciencia de emprendedor, si la
persona que lo lleva a cabo no es la indicada porque no tiene,
en primer lugar, un espíritu resistente; luego, una mentalidad humilde y
le siguen, una férrea tolerancia a la frustración,
aceptación y capacidad para aprender del fracaso y una
perseverancia, valga la redundancia, constante.
En resumen, quien no tiene competencias actitudinales
para ser un emprendedor, por más buena que sea la necesidad que ha detectado,
no podrá levantar una empresa.
Eso es sólo en lo que se refiere a la condición humana,
no quiero ni pensar quá hay de la formación técnica, donde caben temas como la
educación financiera, la toma de decisiones, el liderazgo, el conocimiento del
mercado, pero no hablamos de una concepción como la que tienen los programas de
estudios de materias como finanzas, mercadotecnia, psicología, etc. ¡No! hablamos
de una realidad, de lo que estamos viviendo, porque es difícil cambiar una
mentalidad colectiva para posicionar un nuevo producto o marca en el mercado.
Conocer el mercado en los términos de un emprendedor
real, es tropezar tantas veces como sea necesario, para enfocar su producto a
su segmento; es conocer la corrupción que existe en los mercados, (Porque
desafortunadamente también aquí se da) entre los clientes y proveedores, para
introducir tus productos en una cadena de tiendas. Y créanme, esto no se
enseña en las Instituciones de Educación superior, porque para empezar,
los profesores son meramente académicos, la mayoría nunca han vivido una
experiencia de este tipo. Personalmente pienso que ni siquiera saben que
existen este tipo de situaciones en el área de conocimiento que ellos
tienen. Aunque no generalizo. También están en la academia emprendedores y
empresarios que saben de esto, pero son contados, son los del grupo
minoritario.
Bajo estas circunstancias, y habrá que meterse
cuidadosamente a los planes de estudios, pero de algunos que he analizado,
definitivamente las IES no son formadoras de emprendedores, lo reitero y
sé que es muy conocido y repetitivo: son formadores de empleados con
todo y esa mentalidad.
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