*La crisis federal y Trump nos contaminan
Y Fitch nos elimina condición de “estable”
Juan Manuel Rodríguez (19 dic 16)
A 14 días de haber tomado posesión, la nueva administración estatal panista recibe la noticia de que, sin menoscabo de su calificación de “BBB+” en Escala Internacional y en Moneda local, que ha sido ratificada, los estados de Aguascalientes y Guanajuato, sufrieron un revés en su Perspectiva Crediticia al ser modificada por Fitch Ratings con lo que perdieron su condición de “estable” para pasar a perspectiva “negativa”, según informó este fin de semana la calificadora.
Los estados de Aguascalientes y Guanajuato, que han sostenido un fuerte crecimiento económico en los últimos años superior a la media nacional y una estabilidad financiera digna de encomio, recibieron este revés realmente de rebote por las graves condiciones que padece México a nivel federal y que, al través de las transferencias federales, puedan repercutir a nuestras entidades federativas.
Fitch Ratings con firmeza ratificó que “las fortalezas crediticias de Aguascalientes y Guanajuato se mantienen: Aguascalientes registra un desempeño operativo sólido”, sin embargo no deja la calificadora de reconocer que “la dependencia alta de los ingresos federales, una característica común de los estados de México, limita las calificaciones de las dos entidades”.
En su exposición, Fitch Ratings no sólo enumera las graves condiciones por las que internamente pasa México como país, sino que también evalúa el “efecto Trump” que, sin tomar aún posesión de su cargo, ya repercutió cuando menos en las calificaciones de México y ahora, en la de los estados como los dos mencionados.
El centralismo mexicano repercute
a través de transferencias federales
A nivel nacional, Fitch recuerda los ”factores claves” en la Perspectiva Negativa de la calificación de México que refleja riesgos mayores por persistente aumento de la deuda, bajo crecimiento económico, el propio triunfo de Trump en EU y sus alusiones sobre renegociación o terminación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), control de la inmigración incrementando la incertidumbre y, sobre todo, la propia acción de Fitch, el pasado 9 de diciembre, sobre la calificación soberana de México y que, de acuerdo con su metodología, “las calificaciones de los gobiernos locales y regionales por lo general están limitadas por la calificación soberana reconociendo un grado alto de control e intervención potencial por el gobierno central”.
La dependencia de los Estados respecto a la transferencias federales es muy diferente al grado de que algunos rebasan el 90 por ciento de su presupuesto local y otros, como la CDMX tiene ingresos propios que casi pasan del 50 por ciento de su presupuesto, tomando en consideración que del total de impuesto predial nacional, solamente la CDMX recauda casi la tercer parte. Hace tiempo se informó que las entidades federativas, en promedio, tenían ingresos propios del 4 por ciento de su presupuesto, más del 84 por ciento de transferencias federales (Aguascalientes rebasaba ligeramente el 90 por ciento) y el resto eran por financiamiento, aunque esto debió cambiar con la ley que controla los endeudamientos estatales.
El boquete financiero de principios de año en las participaciones federales a los estados y municipios, alcanzó los 14 mil millones de pesos en el primer trimestre de este año, por lo que se tuvo que acudir al Fondo de Estabilización (FEIEF) que aportó 10 mil millones que tendrán que pagar las entidades federativas en 2017. Aunque hay buena recaudación, la prudencia aconseja esperar qué pasará con el aumento al precio de gasolinas, paradoja en un país petrolero que tiene que importar sus energéticos.
Sin embargo, gracias a las buenas recaudaciones para septiembre de este año, la prensa calificaba de una”fiesta” de Participaciones federales, puesto que se habían repartido ya 477 mil millones, o sea 30 mil millones más a lo que se había presupuestado para las participaciones a estados y municipios y se pronosticaba que para 2017 el proyecto de presupuesta afirmaba que se darían poco más de 59 mil millones más de lo presupuestado.
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