Muy buenos días mi querida familia.
Hoy es el último domingo de Pascua y celebramos la SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS.
En términos coloquiales, podemos decir que este día conmemoramos el nacimiento de la Iglesia. En términos más formales, podemos afirmar que se empieza a escribir un nuevo capítulo de la historia de la salvación.
Es el tiempo de la Iglesia, que será guiada por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia la plenitud de los tiempos.
La primera lectura de los hechos de los apóstoles nos narra de una manera maravillosa este acontecimiento de la venida del Espíritu Santo.
Por su parte en la segunda lectura, el apóstol Pablo en su I Carta a los Corintios nos dice: “Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo”.
Es una formidable descripción de la vitalidad de la Iglesia, en la que es posible servir a Dios de múltiples maneras o vocaciones. Por eso los diversos carismas no pueden competir entre ellos o sentir celos. Todos son importantes para la construcción de la comunidad, como son importantes todos los órganos para el adecuado funcionamiento del cuerpo.
En esta fiesta de Pentecostés pidamos que los dones del Espíritu desciendan sobre todos los miembros de la Iglesia, para sacar a la Iglesia de su zona de confort y llevarla a las fronteras de quienes más nos necesitan. Que el Espíritu Santo ilumine a los dirigentes políticos para que sepan interpretar las necesidades de la gente.
Él es Espíritu Santo ilumine a nuestros candidatos para percibiendo las necesidades del pueblo presenten iniciativas en favor de los más necesitados y dejen de atacarse con guerras sucias. Que los maestros (a quienes hoy felicitamos) y padres de familia tengan el don del discernimiento para poder decir lo que más conviene para la formación de los niños y los jóvenes.
Buona domenica dell Singore. Dio con noi
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