Los universitarios
Las sucesiones rectorales en la UAA
Héctor de León
Entre los años de 1949 y 1951 se presentó un conflicto serio en el Instituto de Ciencias, lo que dio origen a que la institución se dividiera en dos, y todo a causa de la designación de rector, cuando los intereses que estaban en juego involucraron a dos maestros distinguidos, como lo fueron el ingeniero Eusebio Sánchez Zarzosa y el doctor Carlos Aguilera de Anda. El atolladero no lo pudieron solucionar ni siquiera dos gobernadores, Jesús Ma. Rodríguez y Edmundo Gámes Orozco, y tuvo que mediar la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior (ANUIES). El río volvió a su cauce, sin embargo, a partir de entonces quedó una impronta que bien pudiera repetirse en el futuro cuando sea rebasado nuevamente el proceso de sucesión rectoral, en donde impera una “democracia” sui generis.
Después del anterior suceso, los cambios de rector en el Instituto de Ciencias se dieron tranquilamente. Vino el cambio de Instituto a Universidad, con una nueva legislación y modificaciones sustanciales en el fondo y forma de un proceso que interesa, aun fuera de la Universidad, por lo que representa la fuerza y misión social de una casa de estudios como la Autónoma de Aguascalientes. Cada proceso que se ha dado por trienios –eso dura un periodo rectoral con la opción a ser reelecto-, de alguna forma han estado matizados por circunstancias políticas y académicas acorde a la situación que ha guardado la institución, y con la creencia muy extendida de que el fiel de la balanza interviene desde el Palacio Mayor de Aguascalientes.
Las historias, las leyendas, los rumores han ido y venido en cada sucesión de rector, aspecto que ha sido resuelto directamente por un cuerpo colegiado de máxima importancia, como lo es la Junta de Gobierno, para unos, un grupo de nueve notables que resuelven en lo oscurito lo que previamente votaron los profesores y alumnos, no como sufragio definitivo sino como una forma de consulta de opinión. Desde luego que el modelo de elección de rector que impera en la casi totalidad de las universidades públicas mexicanas, ha sido marcado y diseñado por la Universidad Nacional Autónoma de México y, al menos en el futuro cercano, no se vislumbran cambios radicales. La “democracia” universitaria será definida por la Junta de Gobierno.
Con esta visión de las sucesiones rectorales, se realiza un análisis de los acontecimientos que han rodeado a los cambios de rector en los últimos periodos del Instituto de Ciencias y en los 9 procesos electorales que se han dado en la Universidad. Lo relevante de este estudio es que ha sido apoyado desde la Rectoría, sin recomendaciones ni línea de parte de Mario Andrade Cervantes, que por lo demás, habría que seguir la máxima popular de que si lo sabe Dios, que lo sepa el mundo. Como responsable del proyecto, puedo adelantar que si el diablo no mete la cola, en las páginas de Hidrocálido tendremos algunos relatos como primicias de lo que será “Las sucesiones rectorales en la UAA”. Un último apunte: esto también es indicativo de la apertura y transparencia que debe existir en nuestra máxima casa de estudios. (hmdeleon terra.com.mx)
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