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Mercado Interno Sociedad Vs. Delincuencia



APOYO DE LA
SOCIEDAD VS.
DELITO COMÚN



*Para conservar la tranquilidad ganada
*Claves, hogar, escuela y organizaciones

Juan Manuel Rodríguez

La decisión del secretario de Seguridad Pública municipal, Pablo Godínez Hernández, de adoptar un operativo especial de vigilancia, ante la comisión de múltiples delitos del orden común, fundamentalmente el asalto y el robo en comercios  establecidos, es una acción de la autoridad que debe encontrar todo el respaldo de la sociedad hidrocálida.
Sabemos que Aguascalientes se encuentra, junto con Yucatán, entre los estados que menor índice delictivo ha registrado en lo que se refiere a delitos federales y del crimen organizado, porque hemos sido pioneros en la aplicación del mando único que coordina toda acción de autoridades federales, estatales y municipales, con el éxito de que no se hayan registrado secuestros, proliferación de extorsiones o asaltos en carretera y un mínimo número de homicidios; la lucha contra el narcomenudeo ha sido constante para evitar la incursión de cárteles del crimen organizado en nuestro territorio.
El punto débil ha sido la comisión de delitos del fuero común y fundamentalmente el robo de autos, a casa habitación, a expendios y comercios establecidos y hasta asaltos a algunas sucursales bancarias o a cuentahabientes al acudir a los cajeros automáticos.
No pueden atribuirse a la falta de vigilancia, pues son delitos que se cometen en segundos que con facilidad permiten la fuga de los responsables.

Avanza Ags vs. desigualdad que
persiste en muchos sectores sociales

Más patrullas y policías pueden inhibir esos delitos, pero no terminar con un problema generalizado y cuyo germen está en un modelo de desarrollo económico inherente a todo el país, su política salarial perversa y falta de políticas industriales nacionales, que han generado tanta pobreza y desigualdad, éxodo de campesinos y proliferación del crimen y la violencia en amplias regiones del país.
Aguascalientes ha empezado a romper el precario desarrollo de tres decenios, sobre todo con nuestras manufacturas que ya representan el 32 por ciento del PIB estatal que casi mordió el 12 por ciento de crecimiento en 2014, según análisis de Banamex.
Es tal el desarrollo de la política económica estatal, que se pone de ejemplo y autoridades federales ya proponen replicarla en el sur y sureste mexicano, que son las zonas de mínimo desarrollo nacional y que esperan impulsar en los próximos años.
Pero aún nos falta. Tenemos ciertamente más empleo, bajamos de 33 mil  711 a sólo 24 mil 133 desempleados en los 12  meses recientes (INEGI, Encuesta de empleo para el 2T2015); existe un fuerte núcleo de trabajadores en el sector manufacturero, como en la industria automotriz, entre los mejor pagados localmente (unos 3.95 dólares la hora a obreros de la línea de producción, pero que son de los peor pagados internacionalmente, porque pagan el doble en Taiwán o Polonia y casi el triple en Brasil y República Checa, ya no digamos EU o Canadá que anda en cerca de 40 dólares la hora).
No podemos combatir ese tipo de delincuencia mientras no se rompa con la inequidad y desigualdad en el país con casi la mitad de mexicanos en la pobreza, problema social agudo y que en Aguascalientes se ha reducido en algo, pero existe todavía un tercio de nuestra población (442 mil, dice Coneval) con algún rango de pobreza; más de 117 mil ocupados en el sector informal (subió 2.9 por ciento en el último año) y si les sumamos más de 18 mil en el servicio doméstico, más 22 mil del sector agropecuario y casi 70 mil ocupados en empresas, el gobierno e instituciones y que no tienen prestaciones ni seguridad social, la cifra total del sector informal rebasa los 217 mil hidrocálidos (INEGI, Enoe 2T2015).
Existe una desigualdad que no es privativa de Aguascalientes, sino de todo el país que ha llevado a jóvenes a buscar ingresos en el narcotráfico, a regiones enteras a la violencia. Aguascalientes ha logrado convertirse en una ínsula de seguridad que debemos conservar y acrecentar, los padres de familia en el hogar, los maestros en la escuela, y la sociedad toda coadyuvando con la autoridad para conservar la paz y tranquilidad que ya estamos gozando.
        



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