ACALAMBRA A
MEXICO CRISIS
DEL YUAN CHINO
*Habrá menos divisas y
prevén baja del PIB
*Y Ags busca recursos para
obras paralizadas
Juan Manuel Rodríguez
No se requiere ser
un experto para corroborar que las condiciones económicas nacionales no son favorables
y que necesariamente tienen repercusiones a nivel local. Las más recientes
noticias son en el sentido de la paralización de diversas obras públicas que ya
estaban en proceso.
Se trata de una
serie de proyectos presentados por el gobierno estatal y que fueron aprobados
por el Congreso dentro del presupuesto para 2015 y que supone una inversión global federal por más de 2 mil
millones de pesos.
La realidad es que
muchas de esas obras ya tenían un avance en general de dos terceras partes y
aun cuando se han detenido, su avance está dentro de los calendarios y
generalmente, es en el segundo semestre cuando arriba el resto del presupuesto.
Algunos de los proyectos, presentados desde marzo, ya aprobados, encuentran
observaciones o cuestiones que hay que precisar, pero funcionarios locales han
afirmado que esto se resolverá dentro de lo planeado y tendrán una respuesta
precisamente en este mes de agosto.
Existen obras
municipales, como la rehabilitación de la alameda, pavimentación de avenidas,
pasos a desnivel, segunda etapa del Campus Sur de la UAA y el propio edificio
de once pisos, la remodelación del parque “Rodolfo Landeros”, el complemento
hípico de la Isla San Marcos, Ficotrece, la primera etapa de las puertas norte,
sur y oriente de acceso al Estado, así como otras del Fondo Metropolitano que
incluye además del municipio de la capital, los de Jesús María y San Francisco
de los Romo.
Existe obras
públicas ya licitadas por unos 800 millones y el propio jefe del Ejecutivo ha
confirmado que del presupuesto para este año, en lo que se refiere a recursos
federales aprobados por el Congreso, no han sido recibidos alrededor de 600
millones en obras ya licitadas y se están haciendo gestiones para acelerar la entrega de recursos.
Miguel Ángel Romero Navarro, de Comunicaciones, recordó
que están por llegar 130 millones del Fondo Metropolitano y están pendientes
los recursos de Fondo de Desarrollo Regional (Fondo Prodere), y están en tiempo
para ejercerse en el segundo semestre del año.
“Ya éramos
muchos y parió la abuela”
El anterior refrán
popular queda justo para ser aplicado ahora, cuando a nivel nacional, estatal y
municipal, la incertidumbre se generalizaba, y precisamente cuando circuló la
versión de que había la expectativa de un nuevo ajuste fiscal para aplicarlo en
el segundo semestre de este año, debido a la situación global de los mercados
petroleros, precisamente ante este incierto panorama, sorprendió la devaluación
del yuan , la moneda de China.
Se trata de la más
fuerte devaluación que en 20 años haya aplicado China para favorecer sus
exportaciones que el mes anterior habían caído más de 8 por ciento y su efecto
de inmediato repercutió en todo el mundo, con devaluaciones generalizadas en
los países emergentes, incluído México y caída en las bolsas.
La primera
reacción en México fue anunciar un retroceso en la perspectiva de crecimiento
del Producto Interno Bruto (PIB) de este año, entre 1.7 y 2.5 por ciento. Para
México significará además, menor ingreso de divisas por la baja en los precios
del petróleo, es decir, menos recursos para el presupuesto “Base Cero” de
2016 cuyo recorte del gasto público ya
se había previsto que va a ser mayor que el de este año, todo lo cual
repercutirá en el crecimiento económico.
Además, si la
primera etapa de la subasta de la Ronda Uno, fue considerada un fracaso pues
sólo colocó dos de las 14 ofertadas, surgen más dificultades para la licitación
de la segunda fase de la famosa Ronda Uno de la reforma energética.
Y estamos en
vísperas de que EU normalice su política monetaria con un aumento de tasas de
interés previsto para septiembre, aunque ahora habrá que esperar la reacción de
EU ante un “superdólar”, tan fortalecido que dañará las exportaciones
estadunidenses.
El ya de por sí
incierto panorama mundial se ensombrece aún más y coloca a todos ante una
“guerra de divisas”, es decir, que los países manipulen monedas con
devaluaciones para favorecer su comercio, o que acudan al temido proteccionismo
que, todos fenómenos que, si se generalizan, dan al traste con el intercambio
mundial, creando un caos del que nadie saldrá inmune.
México no está
exento de sufrir las consecuencias, como ya lo está, y todo repercute en las
entidades federativas y los municipios, quienes tienen, además de las
exportaciones, la necesidad de fortalecer el mercado doméstico y nuestras
industrias, tan abandonados hasta ahora.
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