Carlos del Castillo
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(Foto de "Chanito", Enrique de Santiago) |
HABITACION 101. Nada de extraordinario. Un espacio si se quiere, reducido, dividido en tres secciones: la principal, una sala de atención no mayor a cuatro metros cuadrados, con una cama de posiciones eléctrica, un pequeño buró, un cómodo sillón de tres posiciones y un pequeño mueble que hace las veces de cama para acompañantes. Un ventanal hacia el lado norte. Otra parte está destinada para un lavabo, wáter y un reducido espacio para el baño de regadera. Una recepción, dividida por una cortina corrediza de plástico, y otros dos muebles de antesala. No más. Esto es la habitación 101 del sector privado del Hospital de Especialidades “Miguel Hidalgo”, sector que se distribuye en un solo pabellón guiado por un breve pasillo. Ahí mismo, otros espacios destinados para el área médica y de enfermería, el espacio administrativo de pagos y dos reducidos consultorios para consultas inmediatas. La habitación 101 se encuentra al fondo del área poniente. Aquí, en el hospital, se dio un milagro, como los que acontecen a diario. Un hospital que por sus propias necesidades, mágicamente se adecuado para atender la demanda que sobrepasa sus capacidades en los distintos servicios. Me viene a la memoria que ese espacio sur del hospital, destinado al sector privado, en una época llegó a ser un jardín con grandes árboles… ENCLAVE. De siempre, el Hospital Hidalgo se ha convertido en un punto clave al centro de la ciudad, en una zona que años atrás únicamente se distinguía por la colonia del Obraje, el barrio castizo de El Encino, y el viejo arroyo que daba límite al desarrollo urbano. La reducida calle de Galeana, contraria a la avenida José María Chávez, se ha significado por ser la calle del hospital, a cuyo frente ha tenido un modesto jardincillo, un refugio para dar albergue a las decenas de familiares de pacientes, que dada la saturación hospitalaria, también se han posicionado de la calle Chávez, en donde por ciento está la entrada al sector privado y los muy solicitados servicios de urgencias… HITO. Pero, ¿qué tiene de particular tanto rollo? Nada que no sea para ubicar el rincón de la salud, y que precisamente el Hospital Hidalgo, hace cinco años, ubicó a Aguascalientes en el corazón taurino mundial por la gravísima cornada al matador español José Tomás, proferida por el toro Navegante, de la ganadería de Santiago. Muchos nos preguntamos cómo fue posible que en el Hidalgo se diera un acontecimiento médico sin parangón en la era moderna. Aquella tarde-noche del sábado 24 de abril de 2010, fue la locura que hizo latir lentamente, no sólo el corazón herido de José Tomás sino de millones de gentes que elevaron sus oraciones por la recuperación de quien ya era una figura histórica del toreo… BUNKER. Una sola persona, trastocó como nunca, la vida de Aguascalientes y, en particular, el ajetreo diario de un hospital de urgencias por excelencia. En ese tiempo el hospital se convirtió en un bunker, y más la habitación 101, en donde permaneció José Tomás su convalecencia, hoy agradecido con Dios y la vida, por la atención de médicos, enfermeras, auxiliares médicos y administrativos del hospital. Todos en su sitio, hicieron posible que ocurriera el milagro. Hoy el acontecimiento y el fenómeno José Tomás, le dio una medalla a Aguascalientes, gracias a todos aquellos que intervinieron para que una urgencia médica excepcional fuera un éxito. Pero el milagro médico merece un capítulo especial. Después del sustazo de hace cinco años, hoy Aguascalientes recobra, como cada año, la fama de la Feria Nacional de San Marcos, que cambia por completo las rutinas citadinas… PRONÓSTICO. Aseguran que al fútbol nacional le conviene el regreso del Necaxa. Infraestructura deportiva y social la tiene Aguascalientes, pero vale más la amistad entre directivos de los rayos con los de la Femexfut… VOX POPULI: El agradecimiento es la memoria del corazón… (celcastillo@hotmail.com)
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