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"No olvidemos al primer periodista de Latinoamérica": Sergio Candelas



Comparto un artículo que el periodista y escritor Sergio Candelas Villalba escribió para este blog, sobre el fundador del primer periódico en América, "Gaceta de México",  el doctor Juan Ignacio María de Castorena Ursúa Goyeneche y Villarreal, artículo que titula: 


             No olvidemos al primer 
   periodista latinoamericano

 

Por Sergio Candelas Villalba

   

    En la columna semanal de Manuel González Ramírez del 25 de noviembre, publicada en El Sol de Zacatecas, bajo el título de "Crónica de un viaje a la ciudad de México", el cronista se sorprende al ver cómo en la capital del país se le rinde homenaje en sitios públicos al doctor zacatecano Juan Ignacio María de Castorena Ursúa Goyeneche y Villarreal, considerado como el primer periodista del continente americano y fundador en enero de 1722 de la Gaceta de México.

    Manuel dice que fue invitado a una serie de actividades civiles y académicas en el Distrito Federal que se desarrollaron del 18 al 20 de noviembre, y en el quinto párrafo de su artículo escribió:

    "Lo que me emocionó fue al momento de descubrir que ahí estaba registrada una fecha y un acontecimiento histórico que fue protagonizado por un zacatecano "1722 – Aparece la Gaceta de México de don J. Ignacio Castorena y Ursúa". Y, en efecto, el doctor Juan Ignacio María de Castorena Ursúa Goyeneche y Villarreal, originario de la ciudad de Zacatecas, sacó a la luz el primer número de la Gaceta de México, el primer día de enero de 1722, en la ciudad de México.

    "Al día, siguiente, sin buscarlo ni planearlo, mis anfitriones me invitaron a comer al restaurante "México viejo", situado exactamente al costado poniente de la catedral metropolitana. Antes de entrar al establecimiento, me encontré con una placa de bronce que está a un costado de la puerta principal. ¡Ahí estaba escrito con letras en relieve el nombre del doctor Juan Ignacio! Al leerla, me percaté de que fue colocada ahí con un doble motivo. Para rendirle un homenaje a este personaje, considerado el primer periodista de México y de América Latina y, por otra parte, nos da cuenta que el primer número de la Gaceta de México fue impreso en ese edificio."

    A mayor abundamiento de los datos que revela, asombrado, el cronista del Estado de Zacatecas, González Ramírez, debo decir que esa placa fue develada el 15 de julio de 1968 por el general Alfonso Corona del Rosal, jefe del Departamento del Distrito Federal en el gabinete del presidente Gustavo Díaz Ordaz, con motivo del tricentenario del natalicio de nuestro primer periodista, el doctor Castorena Ursúa Goyeneche y Villarreal.

    El que esto escribe, Sergio Candelas, trabajaba como reportero de la revista TIEMPO de Martín Luis Guzmán, corría el mes de febrero de aquel año fatídico (1968) , en el que se cumplirían los trescientos años del natalicio del distinguido obispo zacatecano y primer periodista del continente americano, cuando me enteré que a principios del año se había creado un Comité Organizador de Homenaje Nacional al Primer Periodista de América en el Tercer Centenario de su Natalicio en Zacatecas.

    Entonces mandé una carta al gobernador José Rodríguez Elías, con copia al secretario general de gobierno, el licenciado Alejandro Borrego Acuña, ofreciéndole mis servicios como periodista zacatecano para participar en aquellos festejos.

    El presidente ejecutivo del Comité Organizador y Director de Prensa y Relaciones Públicas del gobierno del Estado, el periodista Herón E. Domínguez, me contestó aquella carta aceptando mi ofrecimiento, y me sugería que me entrevistara con el licenciado don Moisés Ochoa Campos, político guerrerense, biógrafo del doctor Castorena para que nos pusiéramos de acuerdo en lo que podía colaborar con el programa para la conmemoración que se preparaba para el mes de julio.

    Ochoa Campos tenía casi concluida la investigación sobre Castorena pero había una laguna histórica que no se había aclarado ¿Dónde estaba instalada la imprenta de los Herederos de la Viuda de Miguel de Rivera Calderón?

    Salvador Novo, cronista de la ciudad de México no había encontrado el dato requerido, entonces el guerrerense me encomendó que investigara dónde estaba ese lugar. Me metí a revisar documentos del siglo XVIII en el Archivo General de la Nación, en la Biblioteca y Hemeroteca Nacional, en las bibliotecas de las secretarías de Hacienda y de Relaciones Exteriores.

    Todas las mañanas, al filo de las once horas, el licenciado Ochoa acostumbraba tomar café con amigos en un restaurante de la calle República de Brasil, a media cuadra del zócalo capitalino; ahí nos veíamos, una vez a la semana para informarle los datos que había conseguido, los analizábamos, hacíamos conjeturas, deducciones y reflexiones sobre el enigmático lugar donde se había impreso la Gaceta de México.

    Por las tardes era imposible hablar con el diputado federal por Guerrero, pues ese tiempo que dedicaba a escribir en la tranquilidad de su casa; se encerraba en su oficina y no recibía ninguna llamada telefónica.

    Así pasó el tiempo, hasta que Novo y el redactor de este artículo concluimos que la imprenta de los Herederos de la Viuda de Miguel de Rivera Calderón  estuvo en la calle del Empedradillo, en el costado poniente de la catedral, a un lado del edificio del Nacional Monte de Piedad y cuya calle ahora lleva éste nombre, es la casa marcada con el número Uno, casi esquina con la calle Tacuba, donde hace años había una rosticería de pollos.

    Para homenajear al doctor Castorena se editaron dos pequeños libros de 16x11 con la biografía del doctor Castorena: el primero por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en su colección de Cuadernos de Lectura Popular, bajo el nombre de "Juan Ignacio María de Castorena – Primer Periodista Mexicano", con la autoría de Moisés Ochoa Campos, y como parte de la Serie: El Hombre en la Historia"; el otro librito, fue una reproducción por la alta demanda que alcanzó, editado por el Gobierno del Estado de Zacatecas, con el título de: "Segunda Edición, Conmemorativa del Tricentenario del Natalicio de Nuestro Primer Periodista".

    En el capítulo titulado "LA IMPRENTA Y LOS IMPRESORES", Ochoa Campos afirma:

    "Al correr el siglo XVIII, el arte de imprimir contaba ya con una larga tradición en México. La imprenta había sido introducida desde 1539 por Juan Pablos, gracias a las gestiones de Fray Juan de Zumárraga y del virrey don Antonio de Mendoza.

    Al iniciarse la décima octava centuria, funcionaban varias imprentas en la capital de la Nueva España. ¿En cuál de ellas se imprimió y salió a la luz la "Gaceta de México" de Castorena?

    Una minuciosa investigación para la cual hemos contado con la valiosa colaboración de Salvador Novo, Cronista de la Ciudad y del periodista zacatecano Sergio Candelas Villalba, nos ha permitido precisar el sitio que fue cuna del periodismo mexicano y latinoamericano.

    Las fuentes y bases para la localización, han sido las siguientes:

a.      Lo asentado por la propia "Gaceta de México".

b.      Lo que en tal sentido ratifican las máximas autoridades en la materia: Juan B. Iguiniz y José Toribio Medina.

c.     Los datos de localización aportados por Novo y por Candelas Villalba.

De estas tres fuentes se desprende:

a.     Que la "Gaceta de México", de Castorena, se editó en la Imprenta de los Herederos de la Viuda de Miguel de Rivera Calderón.

b.     Que dicha imprenta estaba en el Empedradillo, frente a la llamada Placeta del Marqués, al costado poniente de la Catedral. Dicho lugar es, actualmente, la calle del Monte de Piedad y la imprenta ocupó un local en el antiguo edificio que hoy lleva el número 1 de dicha calle. Pero la imprenta no estuvo en la esquina con Tacuba, sino que el local se encontraba situado al extremo sur del edificio.

c.     Que los impresores de la "Gaceta" de Castorena, fueron los herederos de la Viuda de Miguel de Rivera Calderón y que, en esa época, estaba a cargo del taller don Domingo Sáenz Pablo o Pablos, posible descendiente del introductor de la imprenta en México. En consecuencia, la empresa que editó la "Gaceta" fue la de los herederos de Rivera Calderón y jefe del taller fue el mencionado Domingo Sáenz Pablo.

    Respecto a lo que dice la "Gaceta" en los números 1, 2 y 3, no puede haber duda alguna:

    "Gaceta de México y Noticias de nueva España, que se imprimía cada mes y comienza desde primero de enero de 1722".

    "Con privilegio. En México en la Imprenta de los Herederos de la Viuda de Miguel de Rivera Calderón, en el Empedradillo. Año de 1722".

    Juan B. Iguiniz, en su libro "La Imprenta en la nueva España", asienta que la imprenta estuvo en el Empedradillo y que, de esas prensas, "salió en 1722, durante los meses de enero a junio, la Gazeta de Mexico, primer periódico regular que apareció en la capital, que fundó y dirigió el Dr. Don Juan Ignacio María Castorena, canónigo de la Catedral y después Obispo de Yucatán."

    En conclusión, esa placa que cita el cronista del Estado se debe a la investigación periodística que hicimos Salvador Novo, Cronista oficial de la Ciudad de México y el que esto escribe como zacatecano y reportero de la revista TIEMPO.

    Sobre las Gacetas antiguas, se dice que las primeras informaciones esporádicas circularon por la Nueva España conocidas como "hojas volantes" o "avanzadillas", así como publicaciones históricas y científicas por entregas como el Mercurio Volante (1693) de Carlos de Sigüenza y Góngora.

    Pero el primer periodista mexicano fue el criollo Juan Ignacio María de Castorena Ursúa y Goyeneche (1668-1733), nacido en Zacatecas, alumno de San Ildefonso y de la Universidad, en donde se graduó de doctor en Cánones, teólogo por la de Ávila; dictó la cátedra de Sagrada Escritura por 20 años en la Real y Pontificia Universidad (ahora UNAM), de la que también fue rector.

    Comisario de la Santa Cruzada y calificador de la Inquisición, fue obispo de Yucatán los últimos tres años de su vida. Su retrato al pincel, hoy perdido, mereció estar entre los de los más aventajados hijos de San Ildefonso, en el Salón General (El Generalito).

   Amigo de Sor Juana Inés de la Cruz, el doctor Castorena la defendió alguna vez de ciertos panfletos satíricos que la infamaban. Estando en España, se empeñó "en que fuese mejor conocida en el Viejo Mundo la gran poetisa mexicana", por lo que editó Fama y obras póstumas del Fénix de México (1700). Con motivo de estrenar la Nueva España su tercer siglo (1722), Castorena, a imitación de la Primera Gazeta del año 1667, se decidió a imprimir la Gaceta de México para dejar memorias mensuales impresas, que "es política tan racional, como autorizada de todas las cortes de Europa, dando a la estampa las noticias que ocurren…"

    Castorena pretendía hacer la fiel relación de los sucesos para que pueda "sin trabajo cualquier discreto, con la diligencia de juntarlas, formar unos anales en lo futuro en que sin cuidado de examinarlos logre el aplauso de escribirlos, y los correspondientes el complacer a los que de Europa piden noticias de la América para enriquecer con novedad sus historias.

    El doctor Castorena está esperando en su tierra zacatecana ser reivindicado, después de que los vándalos destruyeron el busto de yeso pintado de color bronce que don Federico Sescosse le mandó hacer y que instaló en un rincón del ex convento de San Francisco.

    Hace pocos años escribí una carta al entonces presidente municipal de Zacatecas, Arnoldo Rodríguez Reyes, solicitándole que se restituyera ese monumento al periodista Castorena y se colocará en lo que fue la antigua plaza Villarreal (hoy Jardín Independencia), lugar donde su padre, el capitán español Villarreal, vivió y él ahí nació, y que luego, por muchos años, fue vecindad, pero nunca recibí acuse de recibo de esa carta.

     Pero, tengo entendido que a principios de este año, se replanteó esa solicitud al gobernador Miguel Alonso y, al parecer, hubo disposición para reponer ese busto en homenaje al zacatecano pionero de la libertad de expresión del ser humano en América.

    Al tiempo.

 

 

 

 

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