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ABCdario. Carlos del Castilo




ABCdario

Carlos del Castillo

 

HOMENAJE. En el fondo de estas cuantas líneas subyace, no una nota de sociales, sino que está matizada por el agradecimiento de la familia taurina de Aguascalientes, México y España, a una figura que trascendió en su tierra y allende las fronteras. Se trata de Jesús Delgadillo López, "El Estudiante", para mayores señas. Aún el tiempo transcurrido de grandes tardes, como aquella en Bilbao, en que cortó las orejas y el rabo, puso en lo más alto del cielo español el nombre de esta pequeña entidad, que los necios le regatean los méritos, y no me refiero a estas tierras semiáridas, sino a su gente, más buena que el pan de huevo. Gente sencilla, brillante, inteligente, como las hay en otras partes del mundo, y es que, para que impere la justicia social, no somos más ni menos que otras personas… ORÍGENES. Me cuentan que Jesús nació en la calle de la Alegría, hoy llamada Alfonso Ramírez Alonso, esas calles que se entrecruzan en el corazón del barrio de Triana, el 8 de octubre de 1935. Fue hijo de don Guillermo Delgadillo González y doña María López, quienes formaron una prolífera familia de diez hijos: Antonio, Cenobio, Josefina, Guillermo, J. Guadalupe, Rubén, Anita, Jesús –torero hasta el tuétano-, Rosa y Dolores… EDUCACIÓN. Jesús estudió en la primaria Benito Juárez -enclavada en el barrio castizo en donde les cuida el Cristo Negro de El Encino-, y también en la escuela Melquíades Moreno; terminó su primaria e hizo la carrera comercial en la academia Rodríguez Dávila, para después pasar a la Preparatoria, esa querida Prepa del Instituto de Ciencias que nos marcó a muchos de por vida. Luego de ahí siguió su formación en la Universidad de la Vida, esa que enseña las verdades más difíciles que tenemos que aprender a fuerzas, porque en caso contrario, nos hace dar más tumbos y fracasos que en volantín de feria… CUATES. Sus amigos de la infancia y juventud estuvieron ligados al mundillo taurino de Aguascalientes, y sus nombres lo dicen todo: Víctor y Armando Mora, José Sánchez, Andrés Díaz, Héctor de Granada, Rubén Salazar y Fernando Brand, sólo por mencionar a algunos. Yo le conocí de oídas, de taurinos de pura cepa. Se hablaba de sus hazañas, de ser un hombre de bien y una persona buena, propia de esta ciudad que otros se empeñan en denostar, pero que sin embargo, se aferran al terruño, sabedores de que en otra parte, la vida les cobraría muy caro… AMISTADES. En Aguascalientes hay gente agradecida, y en este caso, muy modestamente, Pedro Julio Jiménez Villaseñor levantó la mano y en el último tercio se ha entregado, con pasión, de rendir homenaje a los grandes taurinos de aquí, o hechos aquí, que es lo mismo, sin importar en que función se hayan desempeñado. El primero de la lista lo será "El Estudiante", al que muchos amigos le reconocen su don de gentes y bonhomía, como los jóvenes empresarios que se dan el gusto atendiendo a sus amigos y clientes en La Puerta Grande, allá por donde empieza la avenida Universidad… DIFICULTADES. Me quedo corto en hablar de la gente que se ha entregado a la fiesta y a su Aguascalientes. Los nombres de los homenajeados, a su tiempo, irán apareciendo como luz, atrás del cerro del Muerto… VOX POPULI: Los dones hay que ganarlos… (celcastillo @hotmail.com

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