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“Como aprender a vivir sin el poder”






Por: VOC*

  Sexta parte.-  "No eres tú, soy yo"

 

Antes que nada, quiero decirles que me siento muy agradecido porque pudimos llegar a los 10 Likes, dos comentarios y una compartida. Tal vez no parezcan muchos pero si nos remitimos al análisis porcentual literario de que muy pocas personas en nuestro país son quienes  aprovechan parte importante de su vida a nutrir el alma con las bondades del conocimiento que brinda no cualquier tipo de lectura, sino una que logra impactar o llamar la atención al menos y que hoy nos defiere con el favor de su atención, muchas gracias en verdad.

 

Pues bien,  "No eres tú, soy yo", en verdad no saben que gacho ha de ser eso de que le digan a alguien que es el efectivo, el sucesor, el ungido y que lo orillen a gastarse hasta la quincena, empeñar la mitad del sueldo de la señora o el detalle  que tenga en turno, porque también se da eso; y a la mera hora le salgan con que la candidatura no recae en su persona, por lo menos NO en esta ocasión, y ya muy encabritado por la noticia siente que el mundo se derrumba a sus pies, su mente se fragmenta en partes y por un lado no atina a pensar que le va a decir a la familia, que le va a decir a los amigos, a los que te fiaron hasta los cacles (zapatos), y lo peor, creo que hasta se aventó a pedir fiado en la tienda de la esquina, total, si no llegaba a ganar como candidato, sabía o por lo menos era lo que ya estaba pensando, le podía encajar la uña a los recursos que se destinan por lo regular a quien se avienta a jugar el pellejo en una campaña y con ello ponerse parejo con sus primeros "compromisos", después se va enterando que el ungido fue el mismo que lastimosamente le dio la noticia.

 

Pues mire usted amiga, amigo lector… Vaya que me tocó ver muchas situaciones así, donde la película de Cantinflas de "El señor ministro" se quedaba corta con la actitud que asumían algunos de los que sin enunciar sus nombres, jamás sus rostros serán olvidados por mi memoria, por lo menos hasta que Don Alz ó el mismísimo señor Heimer así lo requieran.  

 

Ya íbamos y veníamos en un vehículo de por si feo todo desconchinflado porque se había acabado durante las cuatro o cinco campañas anteriores, charchina que más parecía transporte público por los olores que despedía a menudo o porque igual nos servía como lugar de pernocte cuando escatimando en gastos decidíamos comer bolillo doble con crema, cuerito, su chile y un poco mas de gasolina al cacharro  por haber gastado de más al habernos perdido dos comunidades atrás por culpa del galán chofer de rancho que traíamos y que andaba prometiendo no  se qué tantas cosas a las muchachas  una vez llegando al poder; todo el tiempo sucede, el gato del asistente del secretario del amigo del patrón.

 

Pues me dice mi padrino que ahora si va la nuestra, que nomás que hable con "Don señor" y los palomee y ya estuvo, cosa de ponerlo medio pedernal al terminar la comida que le estamos organizando allá en el rancho donde marca con una palomita quien va de propietario y quien va de suplente; dos veces me tocó asistir a la misma dirección del aspirante a "Don señor", casa prestada por cierto, de esas cortesías que se avientan los políticos encumbrados nomás para que se vayan amarrando los compromisos, si, así son las cosas amigo lector, aunque lo duden. Los verdaderos liderazgos, los de las comunidades alejadas, los de las colonias populares son maquillados con posiciones de importancia mínima, nomás para el relleno y la fotografía de que el partido cumple con su militancia… Continúo, pues ni la primera, ni la segunda, como quien dice, gracias por participar mi distinguido y fino amigo, el partido cree que es conveniente que las mujeres comiencen a ocupar espacios dentro de la escena política, y como sabemos que tu mi compadre eres un caballero en toda la extensión de la palabra, militante de hueso colorado y de más sangre azul que quienes dicen tenerla, te pido que declines a favor de una de las compañeras de este glorioso y triunfante partido nacional. No pues…. Siendo así compadre, yo me disciplino y atiendo a las indicaciones de mi partido, que para eso estamos, descocido estaba.

 

Antes de que te vayas, ten, mira… te lo hace llegar el propio "Don señor", sabedor que de antemano ibas a ceder a la petición que te ha sido expuesta, y para que veas que nuestro partido jamás deja de pagar sus deudas, aquí te manda estos papeles para que los firmes y de paso, te vayas a pasear unos días con tu familia, que bien merecido te lo tienes. Hooombreeee, compadre, que esplendido Don señor, hazle llegar mi saludo y gratitud eterna, y ya solo por mera curiosidad, quien es la mujer que habrá de ocupar mi candidatura… Ejemmm, ejemm, pos quien va a ser, la hija de "Don Señor", ah, ta bueno pues ¡!

 

Cosas así eran las que se llegaban a ver, a lo mejor les pareció muy exagerado, pero si se detienen a reflexionar un instante, eso mismo lo podemos ver  en estos tiempos y no tan lejos, aquí cerquitas estamos viviendo la misma historia.

 

Y vuelve la burra al trigo, pero que afán? Oiga compadre, en caso de cualquier contingencia, y que a la mera hora la muchacha no quiera por la razón que sea entrarle al toro, usted me avisa? Ya sabe que yo por mi partido, haría lo que fuera.  Claro compadre, claro, claro que de ser así la jugada, usted como quiera que sea, está adentro; Ta bueno compadre, no se hable más.

 

Y con la novedad de que a los días, la muchacha haciendo berrinche y con el consentimiento de la señora madre, no le iba a seguir el juego al compadre del compadre de "Don Señor" y ándale que nos quedamos sin candidata, así como usted lo oye. Presto y atento como era el protagonista de este capítulo acudió a ver a su compadre con la esperanza de que el destino y no la voluntad del dedo índice de "Don Señor" por fin le hiciera justicia el movimiento como ellos le dicen, y tómala chango tu mecate. Pues en ésta ocasión "tampoco eres tú, es ella, mi vieja"…

 

Amigo lector, la ficción y la realidad chocan en este mundo que más que imaginario es una invitación a la reflexión, a cuestionarnos el cómo hemos hecho las cosas, y lo peor, de porque lo hemos permitido.

 

Por su atención, muchas gracias ¡

 

 

Atte.

 

V.O.C.

 

 

 

*Ver, Oír y Callar.

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