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“Como aprender a vivir sin el poder” (Por Indiscreto)




 

Segunda parte.

Antes que nada, un profundo agradecimiento a la usuario de red social Facebook Pina Gutiérrez, sus breves palabras causaron un halago en mi ego, a ella dedico respetuosamente, esta segunda parte.

 

Pues bien, ya de salida de la plaza principal, después de los referidos y singulares halagos de los amigos boleros, me dispuse a ir al encuentro de quien fuera, el chiste era que supieran quien era yo, la verdad es que te invade un sentimiento especial, le tiemblan a uno las piernas cada que alguien no te menciona por tu apodo, sino por el distintivo legal que te toca representar no sin antes el preludio de Señor… Pareciera que todo mundo te quiere tocar, alcanzas a escuchar en ese momento a la distancia, ¿y ese jumento quien es, por qué lo saluda tanta gente? –"Cállate, te va a oír, es de los nuevos, esta re buey, pero es buena gente".

 

Aclarado el punto por lo que respecta al perfil que se requiere en tan alta encomienda, continúas hasta llegar a donde tienes reservado ya un lugar especial para dejar tu vehículo, je, je, je, je, je, je, ¿y si se dan cuenta de que llegué en taxi y pedí que me dejaran dos cuadras antes? Bueno, eso no importa, seguramente como lo habría experimentado un par de horas antes, algún buen samaritano se ofrecería a conducirme en su vehículo a un lugar próximo a mi morada.

 

De pronto suena el teléfono, ahora sí lo contestas de inmediato, no importa que sea una llamada para cobrarte algún pendientillo que dejaste por ahí, pero no…. Era el mismísimo Secretario Particular de Don señor, sí, el mero mero, el que mueve el pandero, el guapo, pues! - Mi estimado Señor, para dos cosas, la primera felicitarle por su nuevo encargo, sabemos que la ciudadanía le ha deferido justamente con su respaldo, será para mi un honor estrechar muy pronto su mano, la segunda no menos importante, de parte del Gran señor, que me instruye ver con usted la posibilidad de afectar un poco su agenda para que nos acompañe a una comida en la que ya están convocados todos sus compañeros en esta nueva etapa, sabemos que puede serle complicado, sin embargo lo estaremos esperando muy gustosos, su presencia resaltará sin duda este evento, ( Si, chucha, aja, y tu nieve? Lo que quieren decir es que vayas o no vayas, ya todos están avisados y de lo que se trata es de leerte la cartilla y saber para donde vas a jalar).

 

Uno, emocionado, colorado, volteando a ver a todos los que sin pensarlo ya tienes a tu alrededor, unos para saludarte, otros para pedirte los 20 pesos pa'l taxi, para la leche del niño, para las medicinas de Doña Meche que por cierto ya se había muerto unos meses atrás, etc., etc.

 

El chiste es que tu expresión reflejaba una emoción similar a quienes se ganan el premio gordo de la lotería, y querías compartirla con quienes estaban atentos, por lo que intentando ocultar emociones como si esto fuese algo normal o natural para ti, te limitas a decir: "Era de parte del Gran señor, me invita a una comida muy "en corto", quiere plantearme una situación y considera que le puedo ser útil, espero comprendan, pero estamos en contacto, en mis oficinas podemos tratar sus asuntos, hablen con mi secretaria, por cierto no recuerdo su nombre, pero si ustedes preguntan por mi en recepción, ahí mismo les dicen cual me tocó…

 

Pues bien, ya encaminado, a pata como les había dicho antes, me dispuse a gastar los 50 pesotes de tiempo aire que me quedaban de una tarjeta de 100, para notificarle a mi familia que podían comer sin mi, que no me esperaren. Comenzaba a partir de ese momento a transitar el camino de la historia que me correspondía en la época que me tocó vivir.

 

 Todavía recuerdo que mis trusas olían a empaque de la comercial mexicana, los calcetines de algodón nuevos ni para que preocuparme. Haciendo acto de presencia en la puerta principal a donde se presentó ante mí un caballero muy amable y que se refirió a mí como Señorrr…  Qué bueno que pudo acompañarnos, aquí la señorita nos hará el favor de conducirlo al lugar que le tenemos reservado.

 

La verdad es que no escatimaban en el casting que hacían del personal, la chica parecía más una modelo o actriz de televisión que alguien con necesidad de un trabajo que si bien noble, era sencillo, ya luego les diré cuales eran las verdaderas tareas de ellas, nomás no sean malpensados, por favor.

 

Ahora si, ya instalado en un mueble que parecía la de los caballeros de la mesa redonda, sólo que cuadrada, comencé a recorrer todos y cada uno de los espacios ahí asignados, era como estar en un foro de televisión, los rostros se me hacían conocidos, a casi todos les conocía pero sólo por televisión, a través de los periódicos y hasta en la propaganda de meses atrás, algunos los veía más delgados de los que aparentaban en la TV y a otros de plano, más feos de lo que se veía en su propaganda, a la fecha creo que por algunos ya no se puede hacer mucho, je, je, je, je.

 

Aquí es donde me sentí parte del elenco de esa cinta del Titanic, sentado junto a grandes personalidades y con un montón de cubiertos y copas, dos  con agua por cierto.  Agradezco a una de esas chicas, a la que me ataría una muy larga y bonita amistad en los siguientes años, fue ella precisamente la que me sugirió comenzar con los cubiertos de afuera hacia adentro, me dijo, usted no se preocupe Señor, comenzarán a servir desde ese punto, le sugiero que en el segundo tiempo escoja la tercera opción, así lo hice. Dos invitados se tomaron la copa de agua con la que se supone debían lavarse los dedos, a otra personalidad más se le escapó una pieza de pollo del plato y se puso a buscarla bajo la mesa, según el nadie lo veía, ahí me di cuenta que si yo estaba indio (respetuosamente) otros decían "Quítate, que ahí te voy".

 

La verdad es que no había nada que demostrar, eran lujos a los que uno no estaba acostumbrado y que sólo le servirían al Gran señor para tomar como referente en ocasiones posteriores, si invitarte a un restaurante cinco estrellas o con el  puesto de carnitas aquí cerca bastaba.

 

No podían faltar los brindis y los a partir de ahí, famosos "digestivos", ja, ja, ja, ja, ja, eso de cambiar de la cheve, el tequila o el tepache de un de repente por el hasta entonces desconocido Whisky es peligroso, te mal acostumbras. Lo bueno que ya estábamos advertidos y tomar en la primera cita no era conveniente, debíamos demostrar que no era un hábito común la bebida espirituosa.

 

Esos postres, curiosamente eran esas chicas las que te lo servían, con una sonrisa angelical, de dientes blancos radiantes y parejitos, un aroma de perfume que sólo conoces cuando por mera casualidad te metes a las tiendas departamentales de caché. ¿Cómo decirle que no quieres postre, como no preguntarles que si están a gusto en su trabajo? No tengo tarjetas todavía, pero no te molestas si te doy mi número telefónico por si algún día requieres algo, en verdad, lo que se te ofrezca, no importa la hora. Obviamente ellas muy amables accedían a proporcionar un teléfono que te contestarían minutos después de que saliste del lugar sólo para escuchar que si les gustaría acompañarte pero que lamentablemente algo ocurrió en su hogar y que tuvo que retirarse antes de tiempo. ¿Cómo la ven?

 

Como a partir de ese momento todo era color de rosa, y piensas que la vida te va a sonreír siempre, te resignas en ese momento pensando en que el fin de semana esa guapa chica si te podrá acompañar, pero afortunadamente esos teléfonos eran desechables, jamás volverían a contestar.

 

La cruda comienza temprano entonces, porque como vas de entrada, tus bolsillos no están lo suficientemente rellenos como para enfrentar los primeros compromisos, je,je, je, je, pero ese no sería problema en el corto tiempo, tratándose de ti, crédito y cuenta abierta donde tú quieras…. Así son las mieles del poder.

 

Recuerden también que mitad verdad, mitad ficción, cualquier semejanza a la vida real es mera coincidencia.

 

 

Hasta la próxima, entonces, si es que así lo siguen pidiendo, porque aquí vamos a estar como Don Vicente Fernández, yo dejo de escribir cuando ustedes dejen de leer…

 

 

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