En la Opinión de Mario Mora Legaspi 🖊️

Los periodistas de ayer (LXV) 

Continuamos con la vida laboral y profesional del periodista Jaime Arteaga Novoa, quien tiene una dilatada trayectoria en los medios de comunicación, tanto en prensa, radio y televisión, además de ser autor de varios libros que han tenido buena aceptación entre los lectores. 

En la parte final del capítulo anterior señalamos que, durante muchísimas tardes en la redacción de EL SOL DEL CENTRO, en las horas dedicadas a elaborar las notas informativas del día, reportajes, entrevistas o crónicas, hubo tiempo para la convivencia armónica y para las bromas entre nosotros, lo que provocaba espontáneas carcajadas y risas que resonaban en otros departamentos. 

Sin equívocos fueron tardes inolvidables e irrepetibles, que resultan difíciles y hasta complicadas de narrar, pero que nos hacían la jornada menos pesada. Era un ambiente de gran compañerismo y amistad. 

Don Juan Esparza Rodríguez, gran reportero deportivo, era blanco predilecto de bromas y chascarrillos por parte de nosotros, sobre todo de Jaime Arteaga Novoa y del que esto escribe. 

Por mencionar un solo ejemplo, Don Juan (QEPD) era el cronista titular de la fiesta brava, por lo que cubría una corrida de toros o una novillada, ya fuera en la Plaza Monumental de Aguascalientes, en el Coso San Marcos, en Jesús María, en Encarnación de Díaz y Teocaltiche, Jalisco. 

Sus crónicas eran puntuales y objetivas. Sin embargo, Jaime lo hacía desatinar cuando decía que su reseña no era equilibrada ni justa, porque anteriormente si lo eran, pero como los matadores de toros o novilleros, los ganaderos o los empresarios le reclamaban, ahora decía que el festejo había sido un fiasco por culpa del sol, de la lluvia o del viento, pero nunca de los alternantes ni de la falta de embestida de los bureles -porque entonces la reclamarían los ganaderos- y si culpaba a los pobres animales, pues éstos ya habían sido sacrificados. “Ni modo que los toros vengan a reclamarte”, le decía Jaime a Juan, quien no ocultaba su coraje y contrariedad por esas palabras. 

Lo mismo sucedía con las crónicas de beisbol profesional, principalmente del Rieleros de Aguascalientes y del equipo Diablos Rojos del México, pero principalmente de su manager Benjamín “Cananea” Reyes. Le decíamos que, ante los reclamos de los beisbolistas por haberlos criticado por un error o mala actuación, ahora los culpables de haber perdido el partido eran la lluvia y el viento, pues como los partidos eran por lo regular nocturnos, ni modo de echarle la culpa al sol. 

En suma, todos tienen la culpa menos los toreros ni los beisbolistas, así todos contentos, le decía Jaime a Juan, quien se defendía a capa y espada, como si fuera eso verdad, cuando todo era broma. 

Otra que recordamos gratamente no fue con Juan Esparza Rodríguez, sino con la reportera de la primera sección, Sandra Luz Muñoz Santana. Una de esas tardes todos estábamos frente a la computadora, menos Sandra, pasaban las cinco de la tarde y no llegaba, recordamos que no había ninguna comida por cubrir de alguna cámara empresarial, ella atendía las fuentes del sector privado, incluso el director de ese entonces José Ángel Martínez Limón, ya había preguntado por ella, pero ni sus luces. 

Casi al filo de las seis de la tarde Sandra Luz llegó precipitadamente ala redacción, pero toda despeinada y con polvo en zapatillas y en su ropa, y solamente acertó a decir que había tenido un “contratiempo”. 

Y nosotros, buenos para la tijera, comenzamos a bromearla y a decirle que muy raro su “contratiempo”, dejando entrever que había sido otra cosa. En ese tiempo andaba de novia con otro colega, Humberto Rivas Dueñas, reportero del entonces canal 6 de Radio y Televisión de Aguascalientes, con quien finalmente contrajo nupcias y ahora son abuelos felices. 

Hay algunas anécdotas más. 

Pero seguimos con la trayectoria de Jaime Arteaga Novoa. “Cabe señalar que nunca pensé trabajar en televisión y fue hasta que un día el licenciado Eduardo González Jiménez me invitó a hacer la serie llamada ‘Origenes’. Esto sucedió cuando Lalo era director general de Cablecanal, ahora Te Quiero TV”. 

Por esos años Jaime publicó un libro que le llevó a González Jiménez, “porque es mi amigo y para que me echara la mano con la difusión”, recuerda con agrado.