-verdades y rumores-
Por Socorro Ramírez O
Awitas en riesgo. Como bien refiere en su columna “A Opinión” de hoy, el siempre puntual (de que va al punto) Aníbal Salazar; Aguascalientes no la tiene nada fácil.
Aquí donde el agua termal es caliente, nuestro querido Aguascalientes; resentiremos de manera particular las tarifas arancelarias que el émulo de Hitler (llamado así por el actual vicepresidente de los EUA) Donald Trump impone desde ayer 04 de marzo, a los productos que México vende a Estados Unidos.
La vocación industrial de Aguascalientes, dada hace casi cuatro décadas por Otto Granados Roldán, puede volverse hoy en nuestra contra: la industria automotriz; producción directa, de auto partes y componentes.
URGE volver los ojos hacia otros linderos. La dependencia del sector automotriz y particularmente de NISSAN, puede convertirnos en el nuevo Detroit, ciudad muerta.
Aguascalientes debería aprender de su pasado, cuando enfrentó el cierre de los talleres locales de Ferrocarriles Nacionales de México, bajo el decreto infame de uno de los más nefastos presidentes que tuvo el país: Ernesto Zedillo Cola de León (por aquello de que sólo sirvió a leoninos intereses extranjeros) ¡Ah! Era Ponce de León.
Negar la realidad no ayudará. Aguascalientes debe voltear hacia nuevos y productivos horizontes. El negacionismo, postura que muestra el gobierno del estado ante lo inevitable, es el primer puño de tierra en la tumba que, tarde o temprano será en Aguascalientes la industria automotriz.
A un paso de la tumba. Está en plena agonía, el que fuera el partido político más importante de México: el Partido Revolucionario Institucional, PRI. Ayer cumplió noventa y seis años. Un aniversario prácticamente desapercibido.
En lo nacional, el sepulturero del PRI es su propio presidente, quien, tras reducirlo a su mínima expresión, se lo adjudicó. Hoy lo poco que queda es de su propiedad, en sociedad mercantil con los esposos Moreira-Viggiano.
En lo local sólo su secretaria general (equivalente a la vicepresidencia) hace trabajo político en favor de esas siglas. Incansable, la regidora por la capital, Leslie Atilano Tapia cuida relaciones públicas, motiva a los cuadros políticos, cede su salario en favor de su partido y entra en defensa del mismo; pero una golondrina no hace verano y los esfuerzos de la joven funcionaria se desdibujan en el escenario público local.
El puño de tierra en esta tumba para el PRI estatal, lo pone el propio partido, que cree que la gobernadora panista es SU GOBERNADORA y corre su suerte ¡Nada más extraviado! Decisión SUICIDA que está a nada de concretarse.
Nada es verdad y nada es mentira, está a su razón, lo que esta redacción escriba.
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