Por Madero
Héctor Ruiz Esparza
Aguascalientes Ags a 25 de agosto de 2024.
En la disminución de los recursos para los olvidados, como diría el cineasta Luis Buñuel, nadie se ocupa.
Lo anterior viene en referencia a que a unas cuantas semanas de acabar esta administración federal, la Secretaría de Hacienda vuelve a hacer un recorte presupuestal, uno más, ahora por 20 mil millones de pesos que afecta sustancialmente al ya disminuido anteriormente programa de vacunación.
Así, que al monto aprobado de 94 mil 723 millones de pesos quedó en 74 mil 799 millones de pesos. ¿Qué significa esto?
Un golpe certero a la población que menos o que nada tiene o de otra forma de explicarlo: una clara disminución de posibilidades de vida a infantes y adultos distribuidos en los pliegues de un territorio disminuido por el propio gobierno.
Tan sólo el programa de vacunación enfrenta una disminución de nueve mil millones, al pasar de 14 mil millones de pesos a cinco mil millones.
Sí, aunque usted no lo crea, el Programa de Vacunación Universal, que fue reconocido internacionalmente como ejemplar, ahora es una lápida para un sin número de niños mexicanos.
Llegaron a la administración con el lema primero los pobres pero en la realidad son a los primeros que atacan, o lesionan a la población más necesitada.
¿Dónde queda lo que era el bienestar para los más pobres?
Ante la desaparición del Seguro Popular y los problemas en el abasto de medicinas en los servicios públicos, entre otros rezagos de infraestructura y cobertura. Esto significa que las familias gasten en atención privada, desembolsando importantes cantidades de su ingreso.
Para esta población, la que tanto protege la actual administración, es un gasto catastrófico lo que invierten con la medicina privada para la salud de sus seres queridos y de ellos mismos.
En la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se estimó que entre 2018 y 2022, el gasto de los hogares en salud se incrementó 30 por ciento, dejando al descubierto necesidades básicas.
Y para su conocimiento, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su Estudio sobre el derecho a la salud 2023: un análisis cualitativo, declaró que: “En 2020, 4.6 por ciento de los hogares con ingresos por debajo de la Línea de Pobreza Extrema realizó un gasto catastrófico en salud; en contraste con 3.7 por ciento de los hogares considerados no vulnerables por ingresos que incurrieron en este tipo de gasto”.
“son los hogares más pobres y de zonas rurales los que presentan mayores tasas de gasto en salud”.
La salud es un derecho universal y en México está protegido por nuestra Constitución al configurarse como derecho a la protección de la salud.
Lástima que hoy el Estado mexicano no está cumpliendo con los elementos esenciales en su dotación.
Desgraciadamente asumimos los costos desde nuestro bolsillo y la factura es enorme ya que afecta a nuestra alimentación y necesidades básicas ya que estos gastos catastróficos van en pago de las consultas, intervenciones médicas y medicamentos en el sector privado, además de gastos de transporte y alimentos, entre otros.
Y en términos médicos, es urgente que se instaure un sistema de salud que cubra a todos, que ayude a la economía familiar al disminuir el gasto de bolsillo y coadyuve a que el ingreso se destine a otras áreas también esenciales.
O tendremos que esperar a que en los próximos seis años lleguemos a tener un sistema de salud como Dinamarca o Canada?
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