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En la Opinión de Mario Mora Legaspi 🖊️


Los periodistas de ayer (XV)

Ahora hablaremos del periodista Humberto Rodríguez Martínez, quien por largos años fungió como jefe de la sección deportiva de EL SL DEL CENTRO y, al mismo tiempo, ejerció el cargo de secretario general de la Sección Uno del Sindicato Industrial de las Artes Gráficas (SITAG), que agrupa precisamente a los empleados sindicalizados de este rotativo. 

Humberto, quien falleció hace apenas unos años a causa de la temible diabetes y problemas renales, se distinguió por ser un gran impulsor del deporte. Como jefe de la sección deportiva promovió torneos locales y apoyó numerosos eventos en la materia. 

Además, por si fuera poco, Humberto fue el principal organizador del tradicional Maratón Guadalupano, que se realiza cada 12 de diciembre, bajo el patrocinio de EL SOL. Y se entregó en cuerpo y alma a esta tarea, era el hombre orquesta a la hora de preparar esta competencia pedestre con gran tradición en Aguascalientes. 

Aunque contaba con varios colaboradores, la verdad de las cosas es que Beto resolvía todos los problemas y obstáculos que se presentaban para lograr que el Maratón Guadalupano fuera siempre un rotundo éxito. 

Debido a su función sindical, Humberto solamente se dedicaba a dirigir la sección deportiva, para lo cual el encargado de diseñar y armar las páginas era José Antonio Martínez Villalpando, mejor conocido como “El Chino”, a quien quisimos mucho por su don de gente, su disciplina, responsabilidad a todas luces y dedicación. “El Chino”, como coloquialmente lo conocíamos, entregó su vida y su tiempo a trabajar en el Diario, primero como formador y posteriormente como editor de planas. 

Y debido a que Humberto se desempeñaba como líder sindical, se le concedió la encomienda de ser el subjete de la sección deportiva, labor que hizo con discreción y sentido institucional. No tenía día de descanso y siempre estuvo al pie del cañón, hasta su jubilación. Tiempo después dejó de existir a causa de algunos padecimientos. 

Hoy recordamos con emoción tanto a Humberto como a “El Chino”, que llevaron bien puesta la camiseta de EL SOLDEL CENTRO. Descansen en paz. 

En este capítulo también evocamos a otro reportero de deportes, quien llegó a ser jefe de la sección deportiva de El Heraldo de Aguascalientes. Nos referimos a Jaime Martínez Fonseca, hermano de Silvia y Queta Martínez Fonsea, también periodistas. 

A don Jaime poco lo traté, pues por principio de cuentas nos debemos remontar a las décadas de los setentas y ochentas del siglo pasado. En ese entonces, un servidor tenía apenas unos años de incursionar en el periodismo diario de Aguascalientes. Por principio de cuentas, pertenecíamos a periódicos distintos, en franca competencia, como son El Heraldo y EL Sol. 

Tuve oportunidad de saludar varias veces a don Jaime Martínez Fonseca, a quien identificaba plenamente y él también me conocía. Siempre con respeto, pero guardando sana distancia. 

Conocía de sus andanzas y manera de ser gracias a un amigo común de ambos, el periodista Salvador Rodríguez López, quien era muy cercana a él. Salvador fue su compañero de redacción en El Heraldo. Chava me comentaba algunas anécdotas y experiencias de Jaime Martínez Fonseca, quien tenía el pleno respaldo de don Leandro Martínez Bernal, director gente de El Heraldo, un consumado y experimentado periodista, de quien hablaremos próximamente. 

Jaime Martínez Fonseca cumplió cabalmente con sus tareas, pero sus enfermedades comenzaron a causar estragos en su organismo. Y se puede decir que murió a una edad madura, cuando todavía tenía mucho por dar. Siempre leal a El Heraldo de Aguascalientes, hasta su deceso. 

Pocos recuerdan a Jaime Martínez, pues falleció hace muchos años, pero su trabajo quedó plasmado para siempre en las páginas de El Heraldo. Ya son parte de la historia del periodismo en Aguascalientes. 

También quiero recordar a un gran locutor, que también incursionó en la comunicación radiofónica. Ya poca gente recuerda a Juan Antonio Barrón Cristerna, poseedor de una voz privilegiada, cuyo timbre y entonación realmente era un deleite escucharlo como audiencia. 

Juan Antonio era un locutor y maestro de ceremonias en toda la extensión de la palabra. Un verdadero maestro del micrófono, prueba de ello es que participó en importantes eventos como la elección y coronación de la reina de la Feria Nacional de San Marcos. Su voz era imprescindible para engalanar cualquier ceremonia, 

Hay mucho por hablar de él, pero se nos terminó el espacio, continuaremos la próxima semana.

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