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En la Opinión de Mario Mora Legaspi 🖊️

Los periodistas de ayer (XI)

Continuamos con los premios y reconocimientos que recibió en vida el gran cronista deportivo J. Cruz Bonilla Méndez. También se le impuso su nombre a la sala de juntas del IDEA. Y el Municipio de la Capital lo designó ciudadano distinguido en el trienio de Fernando Gómez Esparza y por segunda ocasión en la administración de Ricardo Magdaleno Rodríguez.

Y durante el mandato de Gabriel Arellano se le impuso su nombre a una calle del fraccionamiento Periodistas. Y fue premiado por la Asociación Mexicana de Cronistas Deportivos por su amplia y destacada trayectoria profesional.

Don J. Cruz falleció el 14 de abril de 2008, Toda una vida dedicada a impulsar el deporte y a llevar en todo lo alto el noble ejercicio de informar a la opinión pública. UN periodista deportivo como pocos. Sencillamente inolvidable.

Ahora pasemos a recordar a un periodista que afortunadamente todavía vive, nos referimos a Javier García  Zapata, quien por espacio de varios años ocupó el cargo de jefe de redacción de EL SOL DEL CENTRO. Un reportero completo, quien se inclinó por editar planas y secciones, razón por la cual ganó a pulso el cargo de jefe de la  mesa de redacción de EL SOL, aunque también se daba tiempo para elaborar una columna política denominada Politicosas, donde abordaba temas relacionadas con la administración pública, los asuntos de interés general y el teje y maneje de los que andan en la política.

Su columna siempre certera, objetiva y mordaz, ocasionada polémica y escozor entre la clase política, además de reacciones diversas reacciones, pero siempre sus comentarios apegados a la verdad y a la objetividad.

Javier, apasionado del ciclismo, permaneció algunos años en EL SOL. Posteriormente decidió dar por concluida su labor en este Diario y semanas después ingresó a las filas de El Heraldo también en la mesa de redacción. Por su capacidad, dedicación y profesionalismo se convirtió en poco tiempo en jefe de redacción de ese rotativo, donde permaneció algunos años.

El destino brinda oportunidades y de pronto le salió una nueva oferta de trabajo en el ámbito educativo, por lo que decidió dedicarse por completo a esta actividad. Javier optó por un trabajo mejor remunerado y con mayores prestaciones. De esta manera, se ahorró muchas desveladas y puede dedicarle más tiempo a la familia. Sin duda, un buen periodista, Le enviamos un gran saludo.

Un hombre que vino a dar cátedra de buen periodismo es Wilbert Patrón UC,  yucateco de origen pero avecindado en la ciudad de San Luis Potosí. Wilbert con una brillante trayectoria informativa en SLP en varios periódicos y revistas, además de maestro universitario, llegó a Aguascalientes allá por los años de 1983 o 1984, a invitación del entonces director de EL SOL DEL CENTRO, José Ángel Martínez Limón, quien también arribó procedente de SLP.

Don Wilbert, casi siempre vestido de guayabera blanca, impecablemente vestido y con zapatos lustrosos, comenzó a trabajar como jefe de redacción de este periódico y de inmediato dio muestras de su gran capacidad. Un auténtico maestro de periodismo, además de emplear bien el lenguaje, jamás le escuchamos proferir una mala palabra. Correcto y educado con propios y extraños.

Se preocupó por conocer la historia de Aguascalientes, además de ser un gran conversador, por lo cual se le podía ver al mediodía en alguna cafetería del centro de la ciudad, donde cultivó muchas amistades.

Don Wilbert se distinguió por su generosidad al compartir sus conocimientos y experiencias con sus colegas. Se ganó el aprecio y reconocimiento del gremio. Estuvo cuatro o cinco años en la redacción de EL SOL DEL CENTRO. Cuando vino el relevo en la Dirección de este Diario, don Wilbert consideró que su estancia había terminado, por lo cual renunció.

Y cuando todo mundo pensaba que regresaría a San Luis Potosí, de pronto apareció como nuevo integrante del equipo de redacción de El Heraldo de Aguascalientes. Era obvio que no lo iban a desperdiciar, pues sus directivos ya tenían conocimiento de su valía y capacidad. De esta manera, don Wilbert escaló hasta la jefatura de redacción.

En El Heraldo trabajó alrededor de una década. Y finalmente decidió regresar a San Luis Potosí, donde vive su familia más cercana.

Supuse erróneamente que don Wilbert ya había fallecido, pero al indagar me llevé la grata sorpresa de que a sus más de 90 años sigue vigente. Incluso en fechas recientes recibió en San Luis Potosí el Premio Estatal de Periodismo por su larga y brillante trayectoria periodista. Fue entrevistado por una televisora potosina y se le vio con excelente salud física y mental. Enhorabuena don Wilbert.

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