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En la Opinión de Mario Mora Legaspi 🖊️


Los periodistas de ayer (III) 

Antes de continuar con esta serie de artículos como homenaje y reconocimiento a los reporteros y reporteras que nos antecedieron en la labor de informar a la opinión pública de Aguascalientes, deseo nuevamente puntualizar que los recuerdos y vivencias que plasmó en estos textos provienen únicamente de mi mente, no tengo libreta de apuntas ni anecdotario, mucho menos un diario personal, sino de lo que me acuerdo. Dicen mis allegados que tengo una memoria privilegiada o de elefante, tal vez tengan razón. 

Pero continuemos. 

Otro integrante de la añeja redacción de EL SOL DEL CENTRO fue don Guillermo Brand Guerra, quien trabajaba en la primera sección. Don Memo Brand, como mucha gente todavía le conoce, tiene una brillante trayectoria periodística. Gran aficionado a la fiesta brava, reportero de información local. Memo Brand tuvo por largos años un programa radiofónico, la verdad no recuerdo con precisión si fue por la XEBI o por la entonces XERO, porque se transmitió tiempo antes de ingresar un servidor al periódico, pero sus intervenciones en radio le dieron prestigio y reconocimiento entre la población aguascalentense. 

Pocas veces tuve oportunidad de convivir con Don Memo, pues durante sus últimos años de estancia en EL SOL y primeros de quien esto escribe, él prefería por razones personales y de tiempo redactar sus informaciones diarias en la comodidad de su domicilio ubicado a unas cuantas cuadras de avenida Madero y solamente acudía por las tardes a dejar sus notas a la mesa de redacción. En aquellos ayeres no había todavía correo electrónico, mucho menos teléfono móvil. 

Rara vez lo vi escribir en la redacción, solamente cuando era una información de último momento, de tal suerte que poca oportunidad tuvimos de conversar. Años después, don Guillermo Brand Guerra terminó su ciclo en el periódico y se fue a colaborar con Agustín Morales Padilla en su nuevo proyecto del diario Hidrocálido. Cabe mencionar que don Memo fue casi fundador de EL SOL, pues alguna vez le escuché decir que había llegado a trabajar desde muy temprana edad, a grado tal que la decían “el niño”. Y presumía de ser “solero” desde casi los primeros años de vida del periódico. 

Recordamos su columna Diario Amanecer, que publicó tanto en las páginas de EL SOL como de Hidrocálido, sin olvidar sus artículos de corte taurino. Toda una vida entregada al periodismo, 

Otro gran periodista fue Everardo Brand Partida, gran reportero de la Sección Policiaca, quien dio siempre ejemplo de pundonor y de entrega a su labor profesional en un tiempo donde no había tantas herramientas tecnológicas ni dispositivos electrónicos como los hay ahora. Sus únicas armas eran una libreta de apuntes y un bolígrafo o pluma, tenía que recorrer a diario la Cruz Roja, los juzgados penales, la Policía Judicial del estado (ahora Policía Ministerial), Policía Preventiva, Tránsito del Estado, la entonces Policía Judical Federal y la Policía Federal de Caminos, para desempeñar la ardua tarea de recolectar datos para elaborar las informaciones del día. 

Era un constante ir y venir a lo largo del día y, por la noche, concentrarse en la redacción de EL SOL para escribir las notas que aparecerían en la edición del día siguiente. Su jornada diaria terminaba por lo regular a la una de la mañana, pero cuando había accidentes carreteros o peor el descarrilamiento de tren, a altas horas de la noche, entonces la labor se prolongaba hasta muy entrada la madrugada y casi el amanecer, porque había que trasladarse al lugar de los hechos, recabar información de primera mano y hasta elaborar la lista de personas fallecidas y lesionadas. 

Lo importante era ganar la noticia a la competencia e informar oportunamente a los lectores. Y Everardo Brand Partida sabía perfectamente la trascendencia de su labor. Fue un gran, pero gran reportero de policía. Muchos años antes hubo otro gran reportero policiaco Juan José Gaytán Macías (Mac Gay), quien emigró muy joven a la Ciudad de México, donde demostró su valía reporteril y su peculiar estilo de redactar. 

Everardo, que en paz descanse, combinó su actividad informativa con la de ser empresario en el ramo de vinos y licores, pues tuvo dos negocios, primero un merendero y luego un centro nocturno que le dejaban buenos dividendos. 

De él aprendí mucho para cuando me correspondió hacer suplencias en la sección policiaca, cuando el reportero de ese entonces salía de vacaciones, en mi época de estudiante de preparatoria.

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