Poner Alto a la Impunidad
Por Mario Mora Legaspi
Un problema creciente en México y también en Aguascalientes es el de la impunidad en muchos sentidos, pero principalmente en materia delictiva y criminal. Sin embargo, tal parece que, en la entidad, nuestras autoridades se están poniendo las pilas, concretamente las de la Fiscalía General del Estado, y han dado algunos golpes importantes al capturar a los presuntos responsables de arteros homicidios que han conmocionado a la opinión pública.
La reciente aprehensión del autor material del asesinato cometido en agravio del conocido empresario Juan Antonio Álvarez Flores, en avenida Universidad y a plena luz del día, significa sin duda un auténtico éxito para la Fiscalía, aunque haya quienes se empeñan en restarle méritos y otorgarle medallas a quien no la merece como es el caso del titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, el poblano Manuel Alonso García, quien en los hechos ha demostrado ser bastante ineficaz.
Las investigaciones sobre este crimen cometido el pasado 9 de agosto al norte de esta ciudad capital han corrido a cargo de los agentes de la Policía Investigadora o Polícía Ministerial, quienes siguieron cada pista hasta lograr dar con el paradero del autor material de la ejecución, es decir, del sujeto que accionó la pistola cuyos disparos acabaron con la vida de Álvarez Flores.
Los agentes investigadores lograron ubicar en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, a uno de los dos sicarios involucrados. Y mediante la orden de aprehensión girada por un juez, elementos de la Policía Ministerial de Sinaloa procedieron a echarle al guante. El presunto responsable de este asesinato fue trasladado a esta capital, a donde arribó el domingo por la mañana, y horas después fue enviado al Cereso Aguascalientes.
Falta ahora por detener a su cómplice pero sobre todo conocer al autor o autores intelectuales de este crimen, para poder cerrar este penoso caso.
A ciencia cierta no sé cómo se siente el fiscal Jesús Figueroa Ortega, quien debe estar satisfecho por la labor de sus muchachos, pero con ese afán oficial de restarle méritos a la Fiscalía para colgarle medallas al Secretario de Seguridad Pública estatal, un individuo nefasto, sobrado de soberbia y de prepotencia, que se cree el descubridor del hilo negro, desconozco si se siente incómodo o no.
No sabemos a ciencia cierta por qué ese marcado interés de exaltar la labor de un funcionario que hasta ahora no ha demostrado realmente su valía, pero eso sí muy bueno oara abrir la boca y lucirse ante los medios informativos. Se cree hecho a mano y llegó a esta entidad con aires de conquistador.
En fin, la realidad es que en México de cada 100 delitos que se cometen, solamente cinco o quizá menos se denuncian ante las autoridades. Esto quiere decir que la probabilidad de que un delito cometido sea resuelto en nuestro país es de 0.5 por ciento. De este tamaño es la impunidad que reina a nivel nacional y estas cifras responden a la baja confianza que se tiene en las autoridades. La sociedad no confía en las instituciones policiales ni tampoco en las encargadas de procurar y administrar justicia.
Cada entidad del país se enfrenta a una problemática diferente en torno a la impunidad. Ha estados que han adoptado buenas prácticas, particularmente alrededor del nuevo sistema de justicia acusatorio y que muestran mejoría en los niveles de impunidad, otros, por el contrario, muestran tendencias preocupantes.
Una gran verdad es que grandes personajes recurren a los amparos y carpetazospara enfrentar sus procesos en libertad, lo que es un privilegio en México donde un gran número de personas son afectadas por la prisión preventiva, es decir, son privadas de su libertad sin tener una sentencia condenatoria.
En nuestro país la ley no aplica para todos por igual, aparentemente, las personas que tienen poder económico cuentan con un trato privilegiado. Ni qué decir cuando se tratade allegados de las altas esferas políticas.
Cabe mencionar que la organización denominada Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad documentó los casos que dieron lugar entre2014 y 2022, en las cuales sus implicaciones no han recibido una sanción adecuada por las faltas que cometieron, aun si estas cobraron vidas, lo que da una perspectiva sobre las irregularidades que prevalecen en el proceso penal en México y cómo algunas personas permanecen intocables ante la justicia sin importar sus acciones.
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