Doña Josefina no se cree,
¡Ella es "la mamá de los pajaritos”!
Y de las ardillas, y de los gatos y de todos los animales que viven en el Jardín de San Marcos. A ella no le importa si forman una cadena alimenticia (los mininos son una aportación de Jorge García Delgadillo, quien primero pobló los jardines de la Plaza de la Patria), lo que le importa es que tengan algo qué comer y qué beber.
Desde hace por lo menos 30 años, tantos como loas que tienen las bancas de "fierro fundido", todas las tardes recorre la distancia de su casa, en la calle Monroy, atrás del templo de San Marcos al jardín, para proveer a los animalitos. En su carrito de mandato lleva una botella de agua, una bolsa de grano quebrado y cacahuates, y charolas de unisel, para el agua. De paso recoge basura.
Dice que los jardineros tiran las charolas, lo cual se explica, pues para ellos es “basura”, alimentar a los animales no está en su programa, sólo cuidar y cultivar las plantas, hasta que no llegue el día en que la municipalidad “se rinda” y ponga bebederos y comederos, quizá con ello las ardillas no destruyan tanto los árboles que son su alimento preferido, como lo es el zapote blanco…
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