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Padre Gandhi La Reflexión Dominical

Muy buenos días mi querida familia.




Este domingo XX del tiempo ordinario ciclo a, el evangelista san Mateo (15, 21-28), nos presente  la fe de una mujer Cananea que le pide a gritos a Jesús la curación de su hija poseída.

El anuncio de Jesús, tenía como primeros destinatarios a los propios judíos, pero se extendía a toda la humanidad, como dice la primera lectura de Isaias: “a los extranjeros... los atraeré a mi monte santo”. Sin embargo, Jesús había experimentado el rechazo progresivo de los escribas o doctores de la ley, y de los sacerdotes del templo de Jerusalén. Por eso es significativo que, una mujer pagana, no judía, se presente después de la crítica de Jesús al ritualismo hipócrita de sus opositores.

En este evangelio aparece una frase bastante dura: “No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos”. Los estudiosos de los Evangelios nos dan pistas interesantes para entenderla y asimilarla. Dice que los judíos llamaban “perros” a los extranjeros, y que Jesús parece emplear aquí el término con una sutil ironía, en vista de la reacción de los discípulos (“dile que se vaya”). La Biblia de Jerusalén, anota que la forma diminutiva empleada por Jesús (“los perritos”) atenúa lo que el epíteto podría tener de despectivo. La mujer cananea demuestra con su réplica no sólo su inteligencia para sacar lo positivo de la metáfora, sino una actitud de humildad que, junto con su fe y su constancia, le atrae la misericordia del Señor.

En este contexto resalta la constancia, la persistencia de aquella mujer que no se acobarda ante las dificultades. A pesar de ser consciente de su condición de extranjera y de la aparente indiferencia de Jesús ante su petición, insiste hasta lograr que Jesús no sólo la atienda, sino que la felicite por su fe.

¡Qué gran enseñanza para nosotros, especialmente cuando en nuestras situaciones difíciles nos dirigimos a Dios! Él parece ser indiferente a nuestras plegarias, pero no es así. El Señor nunca se desentiende de nuestras necesidades, sino que espera de nosotros una perseverancia activa en la oración.

Buona domenica dell Signore. Dio con noi.

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