a los setenta, se permite el septuagenario varias licencias al amparo de su edad
aun cuando siempre fue insensible, corajudo, reiterativo, abusivo,...
bueno, es que ya tengo setenta. así me excuso por su tiempo
para estas anécdotas infantiles; carentes de interés general
aun cuando siempre fue insensible, corajudo, reiterativo, abusivo,...
bueno, es que ya tengo setenta. así me excuso por su tiempo
para estas anécdotas infantiles; carentes de interés general
ayer, con motivo de mi setenta aniversario (se oye menos agresivo)
envié un mensaje a los amigos; y recibí variadas y amables respuestas.
la de mi primo "roge" tiene algo de especial.
hace remembranza de anécdotas de la niñez que medio recordaba
pero que no sabía que él las hubiera vivido conmigo.
cosas del juego de futbol, que a algunos les parecerá trivial
pero que en ese tiempo era el motivo principal de mi existencia.
Bernardo mellado, a quien hace referencia mi primo, sin poder precisar
si era jugador, arbitro o algo así, pero a quien yo reclamaba una jugada
la verdad yo era bueno para reclamar pero pésimo para jugar (y que lo diga yo).
mellado, un ingeniero que en efecto, era jugador, arbitro, patrocinador, animador
directivo estatal y un entusiasta completo del deporte, al que dedicaba
buena parte de su tiempo, de su integridad y de su patrimonio
(en esa época los directivos no cobraban, pagaban las cuentas de su bolsa).
en mi casa todavía se recuerdan
que cada domingo yo regresaba del juego, fatigado y entre triste y contento
y exclamaba: "jugamos como nunca, pero perdimos"
y piensan en la selección de futbol que ellos inventaron esa frase poética
cuando hace cincuenta y cinco años yo la repetía cada domingo.
francisco Javier ramos rivera
envié un mensaje a los amigos; y recibí variadas y amables respuestas.
la de mi primo "roge" tiene algo de especial.
hace remembranza de anécdotas de la niñez que medio recordaba
pero que no sabía que él las hubiera vivido conmigo.
cosas del juego de futbol, que a algunos les parecerá trivial
pero que en ese tiempo era el motivo principal de mi existencia.
Bernardo mellado, a quien hace referencia mi primo, sin poder precisar
si era jugador, arbitro o algo así, pero a quien yo reclamaba una jugada
la verdad yo era bueno para reclamar pero pésimo para jugar (y que lo diga yo).
mellado, un ingeniero que en efecto, era jugador, arbitro, patrocinador, animador
directivo estatal y un entusiasta completo del deporte, al que dedicaba
buena parte de su tiempo, de su integridad y de su patrimonio
(en esa época los directivos no cobraban, pagaban las cuentas de su bolsa).
en mi casa todavía se recuerdan
que cada domingo yo regresaba del juego, fatigado y entre triste y contento
y exclamaba: "jugamos como nunca, pero perdimos"
y piensan en la selección de futbol que ellos inventaron esa frase poética
cuando hace cincuenta y cinco años yo la repetía cada domingo.
francisco Javier ramos rivera
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