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Voladores de Papantla Totonacas de altos vuelos



Totonacas de Altos Vuelos…


Los Voladores de Papantla



Ahora se ofrece como un espectáculo de acrobacia, pero originalmente fue un ritual dirigido a Tláloc, el dios de la lluvia./ “Por si acaso”, ahora se encomiendan a San Miguel Arcángel./ “Era un poste de 13 metros, cada volador daba 13 vueltas, que son las 52 semanas del año”. Antes de plantar un poste, se le hace una increíble ofrenda para que no les pase nada.

Primera Parte




POR Matías Lozano Díaz de León 

Los totonacas de Tajín, de Papantla, Veracruz, son acróbatas de altos vuelos. En Aguascalientes usan uno de los palos (postes) de mayor altura -40 metros- en todo el país y lo hacen sin ninguna protección, atenidos a que cuidan de ellos Tláloc, el dios de la lluvia, origen de este ceremonial, y San Miguel Arcángel.

Por eso, antes de cada ascensión danzan alrededor del poste el “Son del Perdón” –dos vueltas en sentido contrario a las manecillas del reloj y dos a la inversa, mientras el caporal o sacerdote marca el ritmo con su flauta y su diminuto tambor.

Ellos, los Voladores de Papantla que han estado toda la Feria mostrando su valor en la presentación del espectáculo, son: Aureliano Jiménez, el de mayor edad y que comparte con su sobrino Rogelio Jiménez el cargo principal de caporal o sacerdote, únicos facultados para danzar en la punta del poste a la vez que tocan el flautín y el tambor, sin estar atados a ninguna cuerda; y Víctor Manuel, Julio, Martín y Abel, todos ellos de apellido garcía, primos entre ellos, y Lucio Hernández, se rolan, ya que deben ser sólo cuatro los voladores.   

Aureliano y Rogelio Jiménez accedieron a explicar el origen de esta ceremonia que consiste en bajar atados de la cintura con una cuerda dando vueltas alrededor del poste, y lo que se busca con ello.
“Este ritual, lo practicaron los totonacas, nosotros seguimos siendo totonacas, hablamos la lengua totonaca; este ritual se hacía antes de la llegada de los españoles a México, pero al principio se usaba un poste de 13 metros de alto, cada volador daba 13 vueltas antes de tocar tierra, cada volador baja un metro con cada vuelta, que multiplicado por cuatro, son 52 vueltas, que representan las 52 semanas que tiene un año.  El ritual se hizo para convocar el agua, el ritual se le hace al dios de la lluvia o al Tláloc”.
Pero igualmente tienen sus dioses cristianos. “Nuestro patrón  también es San Miguel Arcángel, es el de los aires, que anda en los aires, por ello mismo es la vestimenta que traemos, el rojo, y eso, pero es para todos los apóstoles, porque nosotros participamos en fiestas patronales, en todo tipo de eventos, igual, al entrar a la iglesia, porque vas a hacer una cosa con fe, con corazón”.

Los voladores de Papantla llevan sobre su ropa blanca un “cruzado”, y en la parte inferior lucen un mandil o pañuelo, con adornos hechos a mano por ellos mismos. Rogelio Jiménez, uno de los caporales o sacerdotes, se dedica a la elaboración de ese tipo de atuendos.

 “Los cuatro trajes, completos, se vienen haciendo entre cuatro y cinco meses, porque sobre todo hay que tenerle paciencia, porque se va pegando la chaquira de tres en tres, es muy detallado”, dice Rogelio, y reflexionamos en que ciertamente, poco apreciamos las labores artísticas, artesanales de nuestros indígenas, y por lo general regateamos el precio, siempre en busca de pagarles lo menos posible, sin comprender que, lo que para nosotros es un ahorro de cuatro o diez pesos, para ellos representa la sobrevivencia.

El Son del Perdón

Los totonacas, muy respetuosos, piden perdón al palo antes de subir a él.
“Hay varios sones, por ejemplo, lo que bailamos adentro de la iglesia es un Son del Perdón; igual en el palo de volador, antes de subirse tiene que bailarse alrededor del poste un son  del perdón, pidiéndole perdón al poste antes de subirse, para que no pase nada”.


El poste se plantó sobre un gallo negro, siete blanquillos, unas flores blancas y aguardiente y tabaco, para que cuide a los voladores./ Pedro García, el que estuvo en aquella ceremonia, tiene una plaza en España./ Un niño de 12 años es caporal o sacerdote, baila de pie sin protección alguna en lo alto del poste./ Esto empezó con puros varones, pero ya, uno que otro grupo trae mujeres”./  En Aguascalientes se tiene el poste más alto que se puede utilizar./ En el extranjero se les reconoce más el valor del espectáculo./


Continuará

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