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Comienzo de la Cuaresma Padre Gandhi

Muy buenos días, mi querida familia.





La liturgia de este domingo marca el comienzo de la Cuaresma. Este periodo de la Cuaresma, palabra que significa cuarenta días, es una invitación para prepararnos interiormente a la conmemoración de la Pascua del Señor. Recordemos que el número cuarenta tiene un hondo significado en la Biblia: durante 40 años peregrinó el pueblo de Israel por el desierto antes de llegar a la tierra prometida; durante 40 días Jesús se preparó, con ayuno y oración, antes de iniciar su ministerio apostólico. La Cuaresma es una invitación a prepararnos interiormente para celebrar los grandes misterios de la redención: la pasión, muerte y resurrección del Señor.

El tema principal de este primer domingo de Cuaresma es la TENTACIÓN. La humanidad desde sus orígenes ha experimentado la tentación, y es esto lo que nos muestra la primera lectura del Génesis. El relato del pecado original nos indica en qué consiste la tentación original: la pretensión de “ser como Dios”, presentada bajo una falsa concepción del poder divino, como si Dios determinara lo que es bueno o malo según sus propios intereses o caprichos.

Las tentaciones de JESUS que nos narra el evangelio de Mateo radican en los apetitos egoístas básicos de todo ser humano que son: el ansia de poseer, el ansia de aparentar y el ansia de poder. En otras palabras, el hambre del éxito fácil logrado mágicamente, la pretensión de obrar para obtener prestigio y honores, y la ambición de dominio sobre los demás para someterlos a los propios caprichos.

Jesús quiso ser sometido a estas tentaciones humanas para enseñarnos a vencerlas con la fuerza de su Espíritu.

Vivamos con esperanza esta Cuaresma, revisando con un sincero examen de conciencia en qué tenemos que cambiar para reorientar nuestra existencia según la voluntad de Dios, implorando su misericordia con la intención de ser también nosotros compasivos con los demás, confesando nuestros pecados en el Sacramento de la Reconciliación y pidiendo la fuerza de su Espíritu Santo para luchar victoriosamente contra todo lo que pudiere apartarnos del plan de Dios en nuestra vida, tal como Jesús mismo nos enseñó a pedir en el Padre Nuestro: no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Buona domenica dell Signore. Dio con noi.

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