Muy buenos días mi querida familia.
Estamos en el VI domingo del tiempo ordinario ciclo A.
El texto evangélico que nos presenta hoy san Mateo sigue siendo parte del llamado sermón de la montaña. Jesús nos pide ir más allá de los mínimos éticos establecidos por la ley. El estilo literario de este pasaje es muy interesante porque va contraponiendo las enseñanzas de la ley judía sobre los mandamientos no matar, no cometer adulterio y no jurar en vano, y la propuesta de Jesús, que es mucho más exigente: “Han oído ustedes que se dijo a los antiguos... Pero yo les digo...”
Jesús propone metas positivas de realización de los valores relacionados con la convivencia humana, refiriéndose respectivamente a tres de los diez mandamientos promulgados por Dios a través de Moisés en el monte Sinaí según el antiguo libro del Éxodo -el quinto (no matarás), el noveno (no desearás a la mujer de tu prójimo) y el segundo (no jurarás usando el nombre de Dios en vano)-, para invitarnos a ir más allá de la letra de los preceptos y realizar el sentido pleno y el espíritu de lo que significan. Estas exhortaciones de Jesús a sus discípulos se centran en: respeto a Dios y respeto al prójimo.
Por ejemplo, uno de los temas centrales de la predicación de Jesús es la reconciliación. Jesús invita en este pasaje del Evangelio a reconocer los comportamientos inadecuados con los demás, y a pedirles perdón cuando se les haya ofendido. Otro tema central de las enseñanzas de Jesús es la radicalidad en la lucha contra el pecado, lo cual implica evitar todo lo que en nuestro comportamiento pueda ser ocasión de ofender a los demás, teniendo en cuenta que toda ofensa al prójimo es al mismo tiempo una ofensa a Dio.
Mi querida familia, hay quienes nos sentimos magníficos miembros de familia y excelentes ciudadanos porque no robamos ni matamos ni extorsionamos. Pero la vida es mucho más que eso. El sentido de la vida no se encuentra simplemente cumpliendo con los requisitos básicos que nos evitan conflictos y demandas. Jesús nos enseñó con su ejemplo que la generosidad no tiene límites. Que nuestro comportamiento ético como bautizados deje de lado todo cálculo egoísta y nos entreguemos con generosidad a servir a los demás y a transformar a nuestra sociedad.
Buona domenica dell Signore. Dio con noi.
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