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La reflexión dominical Padre Gandhi

Muy buenos días mi querida familia.

 

El mundo moderno quiere construir su vida sobre muros, y una falsa manera de sentirse seguros ante los peligros. Nos quejamos de muros que dividen naciones, mientras en nuestras ciudades pululan los muros que dividen a ricos y pobres. Que para entrar te piden identificación y en más de alguno, hasta para salir te revisa el vehículo. (Paradojas de la vida). Ante este agudo contraste con este modelo de vivir construido sobre la prepotencia del dinero y del poder político, los textos bíblicos que nos propone la liturgia de este domingo presentan un proyecto de sociedad en el que los protagonistas son los otros, es decir, los pobres, los que lloran, los que tienen hambre y sed de justicia.

Pensemos en la segunda lectura del apóstol Pablo en su I Carta a los Corintios. Allí leemos: “Entre ustedes, los que han sido llamados por Dios, no hay muchos sabios, ni muchos poderosos, ni muchos nobles, según los criterios humanos. Pues Dios ha elegido a los ignorantes de este mundo para humillar a los sabios; a los débiles del mundo, para avergonzar a los fuertes; a los insignificantes y despreciados del mundo, es decir, a los que no valen nada, para reducir a la nada a los que valen; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios”.

Lo que pone en evidencia san Pablo es que la autosuficiencia y la arrogancia no caben dentro del plan de salvación. Es decir, Los grandes protagonistas de los eventos sociales no serán los protagonistas en el Reino de Dios. Los invisibles de este mundo son los predilectos del Señor.

El texto del evangelista Mateo, que nos propone las Bienaventuranzas, que son la Carta Magna del orden nuevo que viene a instaurar Jesucristo, revelador del Padre. Es interesante leer el texto del evangelista Mateo relacionándolo con las palabras del profeta Sofonías, que escuchamos en la primera lectura: “Busquen al Señor, ustedes los humildes de la tierra. Busquen la justicia, busquen la humildad”. Jesucristo ha instaurado un orden nuevo; su Reino propone unos valores que rompen con lo socialmente aceptado.

La sociedad de consumo propone unos indicadores de éxito profundamente individualistas, anclados en el poder y en el tener. En esta propuesta de éxito no hay espacio para la solidaridad; los demás, sólo caben en la medida en que sirven a mis intereses. Y este camino de realización que propone la sociedad de consumo seduce a mucha gente.

Los valores que Jesús propone en las Bienaventuranzas, pueden ser una inspiración para un nuevo modelo de sociedad, que promueva un estilo de vida sencilla, en armonía con el medio ambiente, incluyente, solidario, que se comprometa con la paz, que rechace todas las manifestaciones de violencia. 

Desde la familia y desde las instituciones educativas debemos favorecer una revisión crítica de la propuesta de felicidad que nos hace la sociedad de consumo y los lamentables modelos de liderazgo que se están instalando en el mundo.

La gran pregunta que nos hace la liturgia de este domingo es: ¿Qué entendemos por felicidad?. 

Buona domenica dell Signore. Dio con noi.

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