Estamos en el IV domingo de Pascua. En este domingo, la Iglesia nos invita a venerar la figura del Buen Pastor, que era una de las representaciones preferidas del Señor por parte de las comunidades cristianas de los primeros siglos. En este contexto, la Iglesia nos invita a participar en la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, para que el Señor suscite numerosas y santas vocaciones que acompañen a las comunidades en su caminar hacia la Casa del Padre.
El Evangelio de san Juan nos trae un breve texto sobre el Buen Pastor. Pensemos un poco en nosotros como ovejas y en Cristo buen Pastor: “Mis ovejas escuchan mi voz”. Cada vez q vamos a misa, cada vez que leemos la Biblia, cada vez que hacemos lo que a él le agrada escuchamos su voz.
“Ellas me siguen”. A pesar de todas las incertidumbres, el Señor resucitado nos dice que es el camino, la verdad y la vida. En el seguimiento de Jesús, el objetivo final está asegurado.
“Yo las conozco”. Pertenecer a este rebaño no significa perder nuestra identidad. El Buen Pastor conoce la singularidad de cada una de sus ovejas.
El Buen Pastor nos identifica perfectamente, conoce nuestra historia con sus luces y sombras; así nos ama.
En este día en que dirigimos nuestros ojos al Buen Pastor, pidamos al Señor que suscite la vocación de jóvenes generosos que quieran dedicar sus vidas al acompañamiento de las comunidades, como pastores a sus rebaños, compartiendo sus alegrías y tristezas, y motivándolas con su palabra y testimonio.
Invito a nuestros jóvenes, a los padres de familia y a todos los hidrocálidos, a dignificar nuestra feria de San Marcos.
Buona domenica dell Signore. Dio con noi.
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