Futurismo
desatado
¿UN VETO? 4
PARTIDOS ME
APOYAN: LORENA
*Martes, reunión
Lorena con el gobernador
*PRI debe
verse en las barbas de Querétaro
Juan Manuel
Rodríguez
Aguascalientes no
es la excepción, y desde que los partidos políticos han caído en lamentable
desprestigio, las ambiciones políticas individuales los rebasan y el antiguo
orden vertical al interior de las instituciones se resquebraja e, incluso,
dentro del laxo orden jurídico para la aplicación de la ley, como se vio en el
emblemático caso del comportamiento electoral del Partido Verde.
Los candidatos
“independientes” encendieron los focos de alerta y los partidos buscan cómo
acotarlos, aunque con el éxito de Nuevo León, Guadalajara y otros, abrieron un
espacio que llegó para quedarse.
Aunque siempre ha
habido acelerados, en esta ocasión parece que los autodestapes están
incontenibles, ya con recorridos por distritos e informes de legisladores, ya
con invasión masiva de pancartas o espectaculares aparentemente
anti-corrupción, reuniones campestres con demostraciones de fuerza de
convocatoria y de evidente arrastre político incluidos amigos “independientes”
que podrían ser mensajes subliminales para algunos partidos y, desde luego,
presencia permanente en las páginas políticas de la prensa impresa, en radio,
televisión o en redes sociales.
Los procesos
electorales son objeto de presiones que abiertamente implican la necesidad de
cambios profundos que avancen en una democracia abierta no sujeta a “tapados”,
candidatos designados desde el Centro o por cúpulas en desdoro de los derechos
ciudadanos y del valor del sufragio efectivo.
La enésima carta
abierta del consejero político priista Isidoro Armendáriz insiste en su
advertencia para rebasar el juego de los “personalísimos” intereses políticos que
tienen al PRI postrado y en peligro de
caer en su cuarta falla electoral, porque el diálogo, la autocrítica y el
entendimiento político, han dejado de ser un referente obligado.
Y sí, hay puntos
de preocupación, como cuando se sostenía que todo el estado era territorio 100
por ciento priista y sólo logró poco más del 5 por ciento de los votos. En la
propia elección pasada de los poco más de 92 mil votos que en total logró el
tricolor, fue superado por los 100 mil de PAN, su principal opositor. Con un abstencionismo
superior al 37 por ciento, el total de votos alcanzó casi 323 mil sufragios,
incluidos casi 22 mil nulos.
Sin embargo, el
problema en realidad no es sólo local, sino que implica todo el efecto de una
política que a nivel nacional no ha encontrado la confianza de la sociedad.
Por ser el partido
en el poder, el PRI está generando mayor atención respecto a la solución que se
dará ante quienes han sido identificados con mayores posibilidades de contender
por la candidatura interna de ese partido. La carta de Armendáriz menciona
concretamente a Miguel Romo Medina a quien califica de decente y ejemplar con
valores políticos y familiares y sería un buen gobernador, pero no le ve como
candidato ganador en una elección competitiva. Y si fuera hoy la elección
interna, sería apoyado por la nomenklatura. De Gabriel Arellano, Armendáriz
dice que, sin hacerle al profeta, el “Bronco” ya le dio el beso del dragón,
pero cree que una candidatura independiente no ganaría en Aguascalientes, y
sólo que quitaría votos al PRI. Le recomienda que habrá otras oportunidades,
que reflexione, porque “el PRI lo necesita”.
De Goyo Zamarripa,
confía en su triunfo para el Distrito 01 y se “convierte en punta de lanza del
PRI para la elección es de 2016”.
Lorenista de
corazón, el consejero Armendáriz opina de ella que es “el mejor activo político
que tiene Aguascalientes muy a pesar de las fuerzas políticas antagónicas
puerta adentro del PRI y puerta afuera…” y reconoce que el primer priista del
estado tiene los hilos del control político y como líder real del PRI tiene
“derecho de veto”.
Veto, ése fue el
tema que decidí plantear a Lorena cuando estuve frente a ella.
--Y si quien tiene
el derecho de veto, la veta, ¿qué hará usted?, cuestioné
Después de
explicar que ella está considerando la situación, e incluso lo ha analizado
junto con su familia, respondió:
--Tengo ya el
apoyo de cuatro partidos políticos.
Pero, insistió en
que lo está analizando con cuidado. Incluso mencionó que hoy martes, tendrá una
reunión con el gobernador….sobre el tema del convenio firmado con Profeco.
--¡Ah, el
convenio!, comenté aunque, para quienes algún día jugamos cartas, me recordó el
verbo “blofear” que, en las cartas, a veces da resultado, pero a veces se
pierde todo. Aunque ya se menciona en Cortando por Lozano posibilidades de
acuerdos con alguien de otro partido de oposición-
La realidad es que
el partido en el poder, a nivel nacional, con una persistente crisis económica
de 30 años no se ha podido borrar con los crecimientos que apenas rebasan el 2
por ciento (menos el 1.3 por ciento de crecimiento poblacional), el
irrecuperable poder adquisitivo en los ingresos de la población, la pérdida de
confianza con casos como Ayotzinapa, Tlatlaya y otros, la violencia que no cede
en diversas regiones, y una incertidumbre mundial que la Fed nos prolongará
hasta diciembre con caída en la moneda nacional frente al dólar lo que
incrementará los intereses de la deuda, deuda que se recibió con 36 por ciento
del PIB y está por morder el 50 por ciento y más cuando aumenten las tasas de
interés.
Aguascalientes y
otros estados del Bajío son una excepción importante, aunque no puede
garantizarse un éxito electoral aquí, explotando por parte del PRI “las
bondades del buen gobierno” logrado, como propone Armendáriz, pues Querétaro en
el primer lugar nacional en crecimiento económico, con un buen gobierno como el
de José Calzada, perdió las elecciones mientras que en Campeche, con varios
años de retroceso económico por la crisis petrolera, triunfó el priismo. Los analistas
encuentran la causa de este enigma: en Campeche ganó el tricolor porque los
ingresos de los trabajadores son elevados y las familias no sufren, lo que sí
aconteció en Querétaro donde el crecimiento económico no se ha reflejado en los
bolsillos de la clase trabajadora por los bajos salarios.
Son muchos los
factores que influyen en el sufragante, no sólo el partido y sus conflictos
internos, sino también los candidatos si surgen de la voluntad popular o son de
“dedazo” y si el bienestar es generalizado o si el crecimiento sólo beneficia a
un sector mientras que recrudece la desigualdad social.
Por lo pronto,
todos los partidos, están bajo la observación de una sociedad harta de los
sacrificios a que la ha sometido una política económica favorecedora de
pequeños grupos de privilegiados y soslaya la creciente pobreza que se ensaña
con la gran mayoría de los mexicanos.
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