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ABCdario "No al inglés, sí al español"

ABCdario


Carlos del Castillo




HORIZONTE. Las instituciones del nivel superior deben de estar más que preocupadas por el anunciado recorte al presupuesto del próximo año. Sin ir más lejos, de entrada el presupuesto destinado a educación tendrá una merma del 4.6 por ciento, que traducido a pesos representan varios miles de millones. Lo que no se entiende, y que gana en críticas, es el anunciado programa de enseñanza del inglés en educación básica, al que el gobierno de Peña Nieto le destinará nada menos que cerca de 800 millones de pesos. La pregunta de rigor: ¿por qué no impulsar el uso correcto del español, que lo escribimos y hablamos –figuradamente- con las patas? Es inexplicable que sea el propio gobierno el que lance un programa de apoyo a un idioma extranjero, cuando nuestra gran riqueza estriba en el apoyo a las lenguas originales de nuestros antepasados y al que nos heredaron los conquistadores, que bien o mal nos trajeron una cultura milenaria de extraordinaria riqueza… RETROCESO. En el cacareado anuncio de las diez medidas para enfrentar los desafíos del país, el Presidente de México no se inmutó cuando en el sexto punto de las prioridades refirió: “En el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2016, se propondrá la creación de un Programa Nacional de Inglés, para alumnos de Educación Básica”. Por más vueltas que le doy al asunto, no lo entiendo. ¿El inglés, como un programa nacional, para acabar con los desafíos del país? Los responsables directos de la Educación Pública, quienes ni siquiera se sonrojaron cuando a uno de ellos se le ocurrió semejante brutalidad, porque al final de cuentas hasta el flamante recién nombrado secretario, Aurelio Nuño, aplaudió esta medida atentatoria contra la buena educación que debe impartirse primordialmente a nuestros niños. Una de nuestras más grandes barreras que hemos tenido que afrontar los mexicanos, es la invasión cultural del vecino país del norte, y para el colmo de las cosas, abrimos nuestro sistema de enseñanza a rendirnos y agacharnos ante un idioma extranjero… MITOS. A nadie espanta que con las nuevas tecnologías, el idioma ha sido completamente rebasado con las traducciones inmediatas de idiomas poco conocidos. El inglés desde hace años dejó de ser la gran puerta para entrar al desarrollo económico y social, como no lo hacían creer desde el siglo pasado. Por el contrario, este cuento de que el que no sabe hablar inglés es un burro con orejas, ya es un asunto trillado del pasado, que luego se transfirió al francés, alemán, japonés o chino mandarín. Lo aberrante es que sean las mismas universidades, las que impulsen todavía este cuento y estas taras de los idiomas, lo que ha venido a ser una parte de la puntilla con que se han auto suicidado las instituciones en materia de eficiencia terminal, proceso al que le han agregado otra serie de obstáculos para la culminación del egreso de sus profesionistas. ¿Para qué diablos les servirá hablar inglés a los millones de niños que viven en las regiones marginadas que tiene por montones este país?... LECCION. Me viene a la memoria la lección mexicanista que daba un aguascalentense hasta las cachas, como don Juan Nájera, que en sus tiempos de asesor de la gran empresa japonesa que todos conocemos, no dejaba de repetir que era un principal admirador de la cultura japonesa: “Cuando un japonés viene a mi tierra, siento que él tiene la obligación de hablarme en mi idioma, en cambio, cuando yo voy a su país, la obligación es mía de respetar su idioma”. Así todos contentos. En la esfera oficial de las más altas en México, ni tampoco en las universidades se han dado cuenta de los grandes avances en materia de las nuevas tecnologías que se aplican para el uso de lenguas extranjeras. Pero en fin, supongo que a muchos mexicanos pronto nos caerá el veinte de este costo social de un idioma extranjero, cuando lo que nos hace infinita falta es impulsar nuestro propio idioma, que alcanzó la cumbre de la expresión humana con el clásico Don Quijote, obra monumental de Miguel de Cervantes… VOX POPULI: Quien sabe, en todas partes cabe… (celcastillo@hotmail.com)

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