Ocurre ¡hasta en las mejores familias!
Adán estaba rete a gusto en su recámara, en el fraccionamiento Jose Guadalupe Peralta, mientras su hermana y el proveedor Miguel Ramos discutían en la recámara contigua, y no quiso intervenir sino hasta que le subieron mucho de volumen. Fue así cómo se hicieron de palabras, de las palabras pasaron a los hechos, y Miguel se echó al plato al Adán, lo noqueó y aprovechó que estaba dormidito, para ponerle una friega tipo sobador, con pies y manos.
Lo raro del caso es que cuando llegó la mamá de Adán (en esta historia Adán sí tiene madre, además de la "madrina" que le arrimó el cuñado), Lourdes, lo halló tirado en la cochera, lo que lleva a deducir que su caritativa hermana y Miguel, lo llevaron al solecito a que durmiera la siesta inducida.
No fue sino hasta entonces, que la mamá del muchacho pidió una ambulancia, en la que fue luego trasladado al hospital del IMSS, mientras los que motivaron sus males se habrán quedado disfrutando la reconciliación.
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