"Nacomensaje" explica el móvil
A propósito del Día de Muertos: El Día de Muertos es una celebración mexicana de origen prehispánico que honra a los difuntos el 2 de noviembre. En el año 2003, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró a esta festividad como "Obra maestra del patrimonio cultural de la humanidad". Esta celebración representa uno de los ejemplos más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, así como una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor plenitud de los grupos indígenas que actualmente habitan en nuestro país. Diversos estudios históricos y antropológicos han permitido constatar que las celebraciones dedicadas a los muertos no solo comparten una antigua práctica ceremonial en la que conviven la tradición católica y la precolombina, sino también manifestaciones que se sustentan en la pluralidad étnica y cultural del país. Con motivo de Día de Muertos, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presenta una selección de datos estadísticos sobre la mortalidad en el país.
MAYOR SOBREVIVENCIA DE LA POBLACIÓN
En más de ocho décadas la esperanza de vida de los mexicanos aumentó a más del doble. En 1930 se vivía en promedio 35 años, mientras que en 2014, las personas que nacen tienen la esperanza de vivir 74.7 años.[1] El aumento en la esperanza de vida es producto de las políticas de salud implementadas en las primeras décadas del siglo pasado: la mayor cobertura en los servicios de salud y el aumento en la implementación de nuevas tecnologías médicas contribuyeron a un cambio epidemiológico en el que las enfermedades infecciosas y parasitarias dejaron de ser la principal causa de muerte en la población. En la actualidad, las defunciones son causadas principalmente por padecimientos crónico-degenerativos, lo cual es un síntoma de que la población sobrevive más tiempo, aunque con una cultura de prevención muy restringida hacia su salud, ya que estas enfermedades están asociadas a hábitos y estilos de vida. De acuerdo con los registros administrativos, en 2012 la diabetes mellitus (14.1%), las enfermedades isquémicas del corazón (12.3%), las del hígado (5.5%) y las cerebrovasculares (5.3%) son las principales causas de muerte de la población, ocasionando 37.2% de los decesos totales.
MONTO Y DIFERENCIALES EN LA MORTALIDAD POR EDAD Y SEXO
El nivel de la mortalidad es diferente en cada grupo de edad y sexo. En 2012 se registraron más de 602 mil defunciones y la mayoría de ellas se concentró en edades adultas: 61.9% aconteció en la población de 60 años y más y 24.6% en adultos de 30 a 59 años; mientras que la población infantil (0 a 14) y joven (15 a 29 años) que falleció en ese año representa 6.7 y 6.1% de las defunciones totales, respectivamente.[2] Por sexo, se observan notables diferencias explicadas por factores biológicos y sociales propios de cada sexo. Especialistas en la materia señalan que regularmente la mujer tiene una mayor probabilidad de sobrevivencia porque es menos propensa a sufrir accidentes y en general, adopta menos conductas violentas en las cuales peligre su vida.[3] En 2012 fallecieron 134.5 hombres por cada cien mujeres; esta sobremortalidad se manifiesta en todos los grupos de edad y es más marcada en el grupo de 20 a 34 años con más de 300 defunciones masculinas por cada 100 defunciones de mujeres.
CAUSAS DE MORTALIDAD EN MENORES DE UN AÑO
La mortalidad en niños menores de un año distingue dos etapas que reflejan contextos y determinantes biológicos y socioeconómicos muy particulares: la primera ocurre cuando el niño fallece antes de cumplir los 28 días de vida (mortalidad neonatal); la segunda comprende las defunciones de niños con una edad de 28 días y hasta antes de cumplir el primer año de vida (mortalidad posneonatal). Cabe señalar que la mayoría de las defunciones infantiles ocurren antes de que el niño cumpla los 28 días de haber nacido (62.7 por ciento).
Después del primer mes de nacidos, empiezan a cobrar importancia los factores asociados con el medio en que se desarrolla el niño, que tienen que ver con la exposición a microorganismos, condiciones sanitarias y de nutrición, entre otras. Por distintos motivos, en ambas etapas (neonatal o posneonatal) las causas están asociadas a las condiciones de vida de la población así como a la falta de cobertura del sistema de salud, sobre todo en lugares donde la población experimenta un mayor rezago social. De acuerdo con las proyecciones de población realizadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), en 2012 murieron 13.2 niños con menos de un año de edad por cada mil nacimientos, siendo Puebla, México, Tlaxcala y Guerrero las entidades que muestran las mayores tasas, superior a las 15 defunciones por cada mil. En ese mismo año, información proveniente de los registros administrativos indica que la mitad de las defunciones de menores de un año son producidas por afecciones originadas en el periodo perinatal (49.7%); una de cada cinco (23.3%) son originadas por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas y 4% por neumonía.
CAUSAS DE MORTALIDAD EN NIÑOS DE 1 A 14 AÑOS
Las defunciones en edades de 1 a 14 años distinguen dos etapas con niveles y causas de muerte que muestran diferencias significativas: en la primera se encuentran las defunciones en edad preescolar (1 a 4 años) siendo las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (15.8%), los accidentes de transporte (8.3%) y la neumonía (6.7 por ciento) las tres principales causas de muerte, estructura que se mantiene por sexo.
En la segunda etapa se encuentran defunciones en edad escolar (5 a 14 años) en las cuales la principal causa de muerte se da por accidentes de transporte (13.3%), como peatón o siendo pasajero en un vehículo; le siguen la leucemia (8.7%) y las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (6.6 por ciento). Las dos primeras causas se presentan en ambos sexos. En los hombres las agresiones (6.3%) y las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (5.7%) se presentan como tercera y cuarta causa de muerte; en las mujeres esta última es tercer causa (7.8%) seguida por las agresiones (3.6 por ciento).
CAUSAS DE MORTALIDAD EN JÓVENES DE 15 A 29 AÑOS
En la población joven, se visualiza una diferencia acentuada en el número de defunciones de hombres y mujeres aunque con una estructura muy similar en las principales causas de muerte. En los primeros, las agresiones (32.2%), los accidentes de transporte (17.1%) y las lesiones autoinfligidas intencionalmente (6.6%), son las tres principales causas de muerte, todas ellas catalogadas como violentas y en conjunto representan más de la mitad (55.9%) de las defunciones acontecidas en este grupo de población; por su parte, el monto de las defunciones en la población femenina es tres veces menor al de los hombres con el mismo cuadro epidemiológico de fallecimiento en las primeras tres causas de muerte: 11.9% fallece por agresiones, 11.4% por accidentes de transporte y 5.8% por lesiones autoinfligidas intencionalmente. Es importante señalar que la cuarta y quinta causa de fallecimiento en los varones es provocada por la enfermedad del virus de la inmunodeficiencia humana (2.8%) y por ahogamiento y sumersiones accidentales (2.3%); en las mujeres son la leucemia (3.7%) y la diabetes mellitus (2.8%), respectivamente.
CAUSAS DE MORTALIDAD EN ADULTOS DE 30 A 59 AÑOS
Aquí también se distinguen dos etapas. En la primera se ubica la población de 30 a los 44 años de edad; por su curso de vida, esta población "se encuentra en una fase de formación o expansión de sus propias familias, desempeñando actividades vinculadas con la procreación y el cuidado de sus hijos; en lo laboral, la mayoría de los hombres y una proporción cada vez mayor de mujeres, participan en alguna actividad económica".[4] Es en esta etapa cuando se originan o se fortalecen hábitos que afectan o afectarán la salud de los adultos en el futuro; de acuerdo con la OPS "el estilo de vida puede conducir a hábitos alimentarios, modelos dietéticos y de actividad física que se comporten como factores de riesgo en las enfermedades crónicas degenerativas".[5]
Para 2012, las agresiones (21.1%) son la principal causa de muerte en la población masculina de 30 a 44 años, seguida por las enfermedades del hígado (11.1%), los accidentes de transporte (9.7%), las enfermedades isquémicas del corazón (5.3%) y por el virus de la inmunodeficiencia humana (5.2%). En las mujeres la estructura de estas causas es completamente diferente: la diabetes mellitus (9.2%) es la principal causa de muerte, seguida por los tumores malignos de la mama (5.8%), las agresiones (5.2%), los accidentes de transporte (4.9%) y el tumor maligno del cuello del útero (4.6 por ciento). De acuerdo con los registros administrativos de 2012, la principal causa de muerte de los hombres de 60 años y más son las enfermedades isquémicas del corazón (16.9%), la diabetes mellitus (15.4%) y las enfermedades cerebrovasculares (6.5%) son las tres primeras causas de muerte; en las mujeres la principal causa de muerte se debe a la diabetes mellitus (18.3%) y le siguen las enfermedades isquémicas del corazón (15.9%) y las enfermedades cerebrovasculares (7.6 por ciento).
MORTALIDAD POR CAUSAS
Detectar los factores de riesgo que ocasionan el fallecimiento de la población es una tarea fundamental en el diseño de políticas públicas que tienen por objetivo disminuir la mortalidad y elevar la calidad de vida de la población, mediante medidas preventivas que mejoren su salud.
Ø Mortalidad infantil por enfermedades respiratorias agudas y diarreicas
En las primeras décadas del siglo pasado, las principales causas de muerte en la población infantil tenían que ver con enfermedades infecciosas y respiratorias. Éstas se caracterizan por ser evitables y la población que las padece regularmente carece de los servicios médicos adecuados, así como por residir en viviendas cuyas condiciones de salubridad no son las adecuadas (pisos de tierra, sin dotación de agua entubada, sin drenaje o con materiales precarios en paredes y techos), aumentando con ello los riesgos de que los niños padezcan este tipo de enfermedades.
A pesar de las acciones públicas que llevaron a nuestro país a una transición epidemiológica (ampliando la cobertura en los servicios de salud y mejorando las condiciones sanitarias en la vivienda), aún hay niños que fallecen por estas causas, lo que constituye un desafío en materia de política pública. En 2012, la tasa de mortalidad en niños menores de cinco años por enfermedades respiratorias agudas es de 20 por cada 100 mil; mientras que los que fallecen por enfermedades diarreicas es de 8.5 por cada 100 mil habitantes.[6]
Ø Mortalidad por diabetes mellitus
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), "la diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. En la diabetes de tipo 1 (también llamada insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia), se desconoce aún la causa que la produce y no se puede prevenir con el conocimiento actual; en cambio, la diabetes de tipo 2 (llamada no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta) se debe a una utilización ineficaz de la insulina. Este tipo representa 90% de los casos mundiales y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo y a la inactividad física".[7]
La misma OMS señala que "una dieta saludable, la actividad física regular, el mantenimiento de un peso corporal normal y evitar el consumo de tabaco pueden prevenir la diabetes de tipo 2 o retrasar su aparición".[8] En 2012 fallecieron 85 055 personas por diabetes mellitus, siendo esta la principal causa de muerte en el país con una tasa de incidencia de 72.7 defunciones por cada 100 mil habitantes. No hay diferencias significativas por sexo, toda vez que la tasa en hombres y mujeres es de 72.1 y 73.2 por cada cien mil, respectivamente. Por edad, 74% de las defunciones por esta causa se concentra en la población de 60 años y más.
Ø Mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio
En 2012 acontecieron 105 962 defunciones por enfermedades del sistema circulatorio, lo que se traduce en una tasa de 90.5 defunciones por cada 100 mil habitantes. De las personas que fallecieron por enfermedades del sistema circulatorio, 53.6% son hombres y 46.4% son mujeres; ocho de cada 10 (82.6%) personas que fallecieron por esta causa tienen 60 años y más.
Es importante señalar que en esta agrupación se encuentran las defunciones por enfermedades isquémicas del corazón y las enfermedades cerebrovasculares mismas que representan la segunda y cuarta causa de defunción a nivel nacional; su participación porcentual al interior de las defunciones del sistema circulatorio son del 69.9 y 30.1% respectivamente. De acuerdo con la OMS, "los ataques al corazón y los accidentes vasculares cerebrales (AVC) suelen ser fenómenos agudos que se deben sobre todo a obstrucciones que impiden que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. La causa más frecuente es la formación de depósitos de grasa en las paredes de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón o el cerebro; sus causas más importantes son una mala dieta, la inactividad física, el consumo de tabaco y del alcohol".[9]
Ø Mortalidad por enfermedades del hígado
Entre las enfermedades del sistema digestivo se encuentran las del hígado, que se producen por infecciones virales, exposición a sustancias tóxicas como el alcohol o problemas nutricionales, entre otras. En 2012 resultó ser la tercera causa de muerte con 33 310 defunciones. La mayoría de se da por fibrosis y cirrosis del hígado (41.6%) y por enfermedad alcohólica del hígado (37.6%), entre las más importantes. La incidencia de fallecer por enfermedades del hígado es mayor en los hombres (72.7%) que en las mujeres (27.3%), y por edad, ocho de cada 10 (82.9%) tenía 45 años y más.
Ø Mortalidad por causas externas
En la décima edición de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, 10ª revisión (CIE-10), las "causas externas" hacen referencia a los accidentes, suicidios, homicidios, lesiones por intervención legal y de guerra así como aquellas lesiones que se ignoran si fueron accidentales o intencionalmente infligidas.[10] En 2012, 12.2% de las defunciones totales (76 736) fueron catalogadas externas, de las cuales, 81.4% aconteció en la población masculina y 68.3% sucedieron en la población de 15 a 49 años.
Poco más de la mitad de las defunciones por causas externas (51.2%) ocurren por accidentes, de las cuales 47% son accidentes de transporte y el resto se clasifican como traumatismos externos en las que destacan las muertes por caídas (6.3%), ahogamiento y sumersión accidentales (5.7%) y el envenenamiento accidental por exposición a sustancias nocivas (3.3 por ciento).
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