Los Universitarios. Héctor de León

Los universitarios

 

Licenciaturas de la UAA, a revisión

 

Héctor de León

 

Tal vez la licenciatura en Salud Pública, que inició con los mejores augurios en 1979 en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, sea la carrera que más ha sufrido en alcanzar su consolidación y en encontrar su destino claro en el contexto social. Múltiples han sido los factores que han frenado su desarrollo, pero la clave la podemos encontrar en el desempeño del núcleo de académicos y en la falta de proyección institucional.

Cuando se habla de un catálogo académico de 65 licenciaturas, como las tiene la UAA, es comprensible caer en la cuenta de que dentro de este abanico profesional, se tengan carreras que no tienen el mejor de los reconocimientos en el mercado laboral, pero que fueron aprobadas porque son necesarias en el seno de una sociedad, así su sostenimiento tenga implicaciones económicas dentro de la carga presupuestal de la Universidad.

Los primeros rectores se esforzaban por darles el mismo crédito académico a cada una de las licenciaturas, es decir, para la institución no había profesiones de primera, segunda o tercera categoría, aunque lo cierto es que han sido los mismos profesores los que, de entrada, le han dado una calificación, de buenas, regulares o malas a determinadas carreras, y es que dentro del contexto social se tienen conceptos erróneos de lo que valen o para qué sirven ciertas profesiones.

Aquí es donde entra la responsabilidad institucional de avalar la proyección de cada una de las carreras y profesiones, y es que se tiene que reconocer que hay licenciaturas que reciben mayores apoyos presupuestales que luego se manifiesta en la calidad de sus instalaciones, programas de intercambios, contratación de buenos docentes, viajes de estudios, cursos, talleres, apoyos didácticos, en fin, en tanto que otras han sido descuidadas en aspectos fundamentales como la supervisión y desempeño académico de alumnos y maestros.

Por el número de licenciaturas que posee, la Universidad tiene sobre sí un gran peso académico y social, en donde están en juego el desempeño y aceptación de los egresados de tal o cual licenciatura, lo que obliga a sus cuerpos colegiados a realizar un análisis de fondo de los programas académicos que tienen que sostenerse, apuntalarse mejor, o en su defecto, dejar de aparecer en este importante catálogo académico de la UAA.

Los hechos demuestran que las revisiones curriculares que se practican cada cinco años a cada una de las licenciaturas, han perdido de vista el objetivo central. Una muestra: las licenciaturas en Comunicación que se desprenden de la misma ciencia, una martiriza durante cinco años a sus alumnos –Comunicación Organizacional-, en tanto la otra, la preferida, –Comunicación e Información-, mantiene cuatro años a sus estudiantes. Nadie resuelve las injusticias académicas. Ya continuaremos… (hmdeleon@terra.com.mx).