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Los Universitarios. La fe y la magia de la Romería



La fe y magia de la Romería

Héctor de León

 

No se necesita ser muy creyente de la religión católica para comprender lo que ha significado esta manifestación de fe en los distintos pasajes históricos de México. Uno de los penúltimos acontecimientos, como lo fue la llamada Guerra Cristera (1926-1929), dejó una huella profunda principalmente en el centro del país. A partir de entonces, los obispos de la Diócesis de Aguascalientes han tratado de impulsar la fe y la devoción por la Virgen de la Asunción, patrona de Aguascalientes.

En un esfuerzo de acopio por las manifestaciones marianas, la Asunción se ubica dentro del calendario litúrgico como una fiesta dogmática, es decir, es considerada dentro de las fiestas solemnes. En 1932 el obispo don José de Jesús López y González había recomendado la celebración del triduo solemne en homenaje a la Virgen de la Asunción, y en 1935 se fomenta el quincenario de peregrinaciones. No fue hasta 1955, y a iniciativa del cuarto obispo de la Diócesis, don Salvador Quezada Limón, cuando se crean la Marcha de las Antorchas y la Romería de la Asunción.

La importancia de la festividad a la Virgen de la Asunción, y en particular de la Romería, es que ya tiene una tradición de 59 años de continuidad, que no la iguala otra festividad local, lo que la hace valer como la celebración más importante de la Diócesis, incluso ha alcanzado un renombre e importancia fuera de nuestra geografía religiosa y también su fama ha traspasado a otros rincones del país.

La Romería de la Asunción es la parte culminante de 15 días de peregrinaciones en donde se vuelca la fe de los católicos de la región. Nada igual –desde luego con sus altibajos en  determinadas épocas-, a esta celebración en honor a la Virgen de la Asunción, y guardadas las proporciones y corrientes ideológicas, el desfile de la Primavera se puede considerar una copia de lo que ya es toda una tradición en cada mes de agosto.

Pero a pesar de esta magia y fe de que está revestida la Romería de la Asunción, ha llegado el momento de instrumentar los grandes cambios cualitativos y cuantitativos, es decir, falta que irrumpa más allá de la fe religiosa y alcance otros horizontes sociales que den mayor renombre a nuestro Aguascalientes.

Se trata de acrecentar la fe mariana, como la han impulsado los obispos de la Diócesis, y aterrizar en otras pautas que denoten el progreso de Aguascalientes. La religión requiere del apoyo de las nuevas técnicas de comunicación y relaciones humanas. (hmdeleon terra.com.mx).

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