BANNER

“Como aprender a vivir sin el poder”. ¿Como es que llegue hasta aquí…?





 

 Por Voc.- Fue hace ya muchos años, por lo menos un poco más de la mitad de mi vida cuando llegue a esta hermosa tierra, nómada hasta entonces por el destino mismo me encontré ante la disyuntiva de seguir estudiando o bien, como la mayoría de los jóvenes en aquel tiempo, ponerme a trabajar y disponerme a formar un hogar a temprana edad, la verdad es que ni están ustedes para creerme ni yo para contarles algo que bien corresponde a un capitulo de mi vida privada, pero que llevo muy guardado en mi corazón, joven entonces pero responsable al fin y porque no había de otra me tocó la de dos piñas, trabajar y estudiar, claro, no era yo de ese grupo selecto de la sociedad en donde pudiera acudir a un centro laboral siendo yo el hijo del patrón, bonito esfuerzo hubiera sido eso.

 

Recuerdo que recién desempacado de un autobús foráneo, en aquella central camionera que todavía existe porque voluntad política y administrativa la hay, pero pueden más los usos y costumbres de la gente buena de esta bendita tierra que los ímpetus de transformar y mejorar ese aspecto de nuestra cotidianeidad. Pues imaginen ustedes a este joven de cuerpo atlético, 1.70 de estatura, 70 kilogramos de peso, ni más ni menos que lo reglamentario frente al espejo, cargado con una pequeña mochila donde resguardaba unas pocas pertenencias, un costal de sueños y anhelos que …. Aunque ustedes no me lo crean, los llegue a cumplir.

 

Yo sabía desde entonces que " La tierra de la gente buena" algo bueno me iba a dejar, sobre todo porque se respiraba en el ambiente ese eco de cortesía y amabilidad de su gente, sí, desde el preciso momento en que me baje del camión. Una vez fuera del anden de salida, camine algunos pasos por el pasillo que me llevaba directo a la quinta avenida, no sé si recuerdan que antes ahí era un lugar acostumbrado para deglutir unos sabrosos y exquisitos "hot dogs", cosa que me permití hacer porque mi presupuesto me daba para eso y más…

 

Una vez satisfecho mi apetito aborde el primer vehículo taxi que por cierto no eran de color rojo y le dije…. (Atención, aquí mi primer encuentro con la calidez y amable atención de la tierra de "La gente buena"), sea usted tan amable en llevarme al fraccionamiento "Las américas", calle tal número tal; el chofer, recuerdo perfectamente me volteo a ver por el retrovisor y con ese singular, Amigo, ¿de donde nos visita? Tarugo yo comencé a darle una breve explicación de donde venía y porque a esta ciudad, lo recuerdo perfectamente, iba y venía por una calle, por otra, ya salía por una avenida y luego por la otra y así hasta que media hora después ya en el domicilio, apresurado el conductor se baja me abre la puerta y sale disparado de ahí justo en el momento que mis familiares prendían la luz del pórtico y se disponían a recibirme, el chofer no sin antes agradecer el gesto de la confianza brindada me cobro mis 20 pesotes, cosa que en ese momento me pareció más que justa toda vez que de mi lugar de procedencia lo mínimo por una dejada eran $50 pesos.

 

Una vez dentro de casa, los abrazos la bienvenida, el vaso de leche, la pieza de pan y hasta un recalentado era el ofrecimiento en casa, a partir de ahí, nuevamente mi hogar.  Eran ya casi las 2 de la madrugada cuando mi señora madre me indico cual sería mi habitación, donde estaba el baño y el refrigerador, con toda confianza podía yo disponer de lo que fuera necesario.

Fue el canto de las aves, es en serio, no crean que me quiero poner romántico, pero eso fue lo que me despertó casi a las 08:00 de la madrugada para mi, cuando me asomé al comedor que daba justo a mi habitación todos expectantes a saludarme e invitarme mi primer desayuno aquí, en esta bendita tierra de Aguascalientes., ah que bellos y gratos recuerdos, daría casi todo por regresar el tiempo.

 

Una vez acabado ese suculento almuerzo me pidió mi señora madre que le acompañara al templo más cercano, para darle, según sus creencias, gracias a Dios por haberme traído de vuelta al seno familiar, por supuesto que aquella petición me pareció un lindo gesto y con gusto le dije, a donde tu me digas mamá, inmediatamente tomó su bolsa y al momento de subirnos al vehículo familiar me pide, hijo, maneja tu por favor… Oye mamá, pero yo no conozco bien la ciudad, que Hago?, ¿por donde le doy o que?.. Tu dale hijo, tu dale, yo te voy guiando., claro, eso es lo que siempre hace una buena madre, siempre procura guiar a sus hijos.

 

No me lo van a creer, yo bien emocionado le doy vuelta a la primer esquina, tomó una de las avenidas principales y avanzo a lo mucho unos dos semáforos cuando me doy cuenta de que estábamos a un costado de una edificación que se me hacía conocida, claro, por supuesto, era la misma en la que yo había estado horas antes, se trataba de la central camionera de la tierra de "La gente buena", en ese momento mi mente comenzó a lucubrar y varias interrogantes tomaron por asalto mi inocencia. Mamá, aquí cuantas centrales camioneras tienen?, sólo una, me respondió, ésta de aquí… Mmmmtaa.

 

Oye, ¿ y como cuanto cobran de aquí a la casa?, entre 4 y 7 pesos, ¡Ah que la canción! Bienvenido a mi realidad hidrocálida a partir de ese momento, ¿ Porque me preguntas hijo?, por nada mamá, por nada.

 

Antes de proseguir y casi culminar, sólo quiero decirles que no soy de Aguascalientes, pero amo a esta bella tierra de oportunidades y contrariedades, y me refiero entre comillas a la tierra de la gente buena no con afán simplista o despectivo, sino como una parodia de lo que puede convertirse el manejo de esta frase que fue acuñada para beneficio de todos sus habitantes, no por ser exclusiva de ocurrencia alguna., además es la primera referencia que tomé para iniciar desde entonces, en la inconsciencia tal vez, mi camino al rumbo de la transformación de nuestro país, ¡cálmate paisano! , bueno… Por lo menos aquí en Aguascalientes

 

Me gusta escribir como si fuera trilogía de la guerra de las galaxias, o los cuentos de Harry Potter, preferibles a los cuentos de "El hombre araña" , o las editoriales de algunos políticos queriendo hacerse pasar por intelectuales y que pretenden justificar su liderazgo caciquil, como sucede en algunos institutos políticos, cuando lo que en verdad hacen es poner a sus chalanes a escribir de "algo bonito, lo que sea", algo que no los haga quedar mal con el señor director, si no, ya no nos publica; es lo que dicen, cosas que la gente cuenta.

 

Dicho lo anterior, solo me resta decirles que si le ha gustado este tipo de narrativa, por favor hágalo saber a mi anfitrión www.cortandoporlozano.com con un like, compártalo por una hora en su muro de facebook, imprímalo si lo prefiere, o bríndeme un comentario; interactuemos si gusta usted, amén de que busque pistas de mi identidad, pregúnteme si algo quiere saber; recuerden que mientras ustedes no dejen de leer, yo procuraré no dejar de escribir., y conste que para nada me apellido Fernández, ni mucho menos me llamo Vicente.

 

Gracias ¡

 

 

 

Publicar un comentario

0 Comentarios